Urbanismo

Urbanismo gy alcyTa 110R5pA 17, 2011 23 pagcs Breve Historia del Urbanismo l. Introducción: el fenómeno urbano Infinidad de ópticas para el estudio de la ciudad: a) La Historia (el papel de la ciudad ha sido fundamental) b) Geografía: adaptación humana de un sitio y un lugar para habitarlo c) Economía: espacios urbanos como núcleo de decisión y gestión económca d) política: núcleo de poder y de organizaclón social e) Arte y Arquitectura: escenario de las más grandes aportaciones I.

A. -. – Y es que la ciudad es un hecho complejo y difícil. a) Definición de ciudad: Distintas apreciaciones y definiciones que an desde subrayar la identidad política, la ciudad/êstado y su papel como residencia de los ciudadanos (Aristóteles), los límites físicos que la identifican (murallas) (Alfonso X el Sabio), espacio- residencia de clases acomodadas y lugar de convivencia entre ellas (Cantillón, ciudad barroca etc… En la actualidad hay dos tradiciones de conce OF2B mixta: 10/ la de tradic to View (polis ó c(vitas): ciuda ómo ciudadanos, como sa y decide políticamen o tercera concepción en la ciudad clásica ar de encuentro de onversa, negocia encias sociales y económicas que de ello se derivan. La plaza se convierte en elemento fundamental en este tipo de ciudades. 0/ Ciudades de tradición anglosajona, más domésticas y menos públicas, definidas más por el recinto de construcciones que la integran que por las otras funciones, integrando entre los edificios espacios más o menos campestres (EEUU carece SWipe page de ciudades tal y como nosotros las concebimos, aunque existan grandes aglomeraciones urbanas, concentraciones industriales, conurbaciones, etc. ) 30/ Entre la ciudad doméstica y la ciudad civil queda la ciudad islámica, que defiende mucho lo privado pero a la vez practica la vida exterior.

Es como una vida dividida entre el harén (donde reina lo Íntimo, lo privado) y la vida publica (donde domina lo político, lo social. No existe en la ciudad islámica la plaza, pero su papel lo cumple el patio, y con carácter más global el patio de las mezquitas. Y en medio quedan otros lugares de relación como el zoco, el bazar o la alcaicería. Esa ciudad islámica, montada sobre la vida privada y el sentido religioso de la existencia, no es ni la ciudad pública ni la ciudad doméstica. ) En cualquiera de las concepciones hay una serie de elementos comunes (casas, calles, etc… , con una organización funcional determinada, si bien con significado distinto. Así por ejemplo, la ciudad musulmana se organiza desde dentro afuera, desde la casa hacia la calle. La calle debe acomodarse a la prevalencia de la casa, adaptándose al espacio que éstas le iban dejando: tortuosas, laberínticas, etc…

En la ciudad europea, en cabio, prevalece la exigencia de la cosa pública; la calle representa el orden o ley general a la que supedita la voluntad individual (las casas) d) La ciudad española en parte intenta conciliar ambas posturas; hechos que lo aseveran: la vida doméstica intensa, obre todo femenina; pero el hombre mantiene a la vez una intensísima vida exterior. Así se explican miradores, ajimeces, rejas con celosías, etc… e) Durante el barroco, una realidad espec 2 OF se explican miradores, ajimeces, rejas con celosías, etc… ) Durante el barroco, una realidad especialmente potente en España fue la Ciudadconvento; no es que en Europa no haya conventos, es que en España la predominancia de éstos llega al extremo de que a veces las ciudades son conventos hechos ciudades. Aunque las iglesias y parroquias se construyeran de nueva planta, los conventos en cambio resultaron de encerrar entro de altas tapias construcciones preexistentes, palacios, casas, jardines, huertos, constituyendo manzanas enteras que lo integraban todo.

Toledo sería un ejemplo de este tipo de ciudades. f) En resumen, en nuestro contexto podr[amos encontrar tres tipos de ciudades: 10/ La ciudad pública del mundo clásico, la clVitas romana 20/ La ciudad doméstica y campestre de la civilización nórdica 30/ La ciudad privada y religiosa del Islam g) Se comprenderá que, con tal variedad, resulte dificil definir la ciudad; Una definición interesante: – Spengler: lo que distingue a la ciudad de la aldea no s la extensión o el tamaño, sino la presencia del alma (el espiritu) ciudadana.

Hay, dice Spengler aglomeraciones humanas muy importantes que no constituyen ciudad: África actual, China y la India, regiones industriales de Europa y América. Son centros de una comarca pero no forman interiormente mundos completos. No tienen alma. – Se explica así que en todo momento haya habido una clara diferenciación entre la vida dentro y la vida fuera de la ciudad: herrero de la aldea herrero de la ciudad; alcalde de aldea/burgomaestre urbano… Aldeano y ciudadano son seres distintos h) Ciudades sin alma: generalmente coincide con las sur rbano…

Aldeano y ciudadano son seres distintos h) Ciudades sin alma: generalmente coincide con las surgidas a raíz de la revolución industrial, la llamada «ciudad paleotécnica», y cuyos elementos báslcos, según Lewis Mumford son la factoría el slum (suburbio industrial), teniendo como constante las aglomeraciones hacinadas de gente: «horrible colmena regimentada donde el instrumento hombre se conserva durante la noche para volverlo a utilizar al día siguiente en la Factoría» Estas aglomeraciones pueden alcanzar grandes tamaños sin adquirir los caracteres sociológicos de la ciudad.

Fue el caso de iudades como Birminghan, Bradford, Pittsburg o Detroit. Las clases acomodadas huyen a una periferia cada vez más lejana en un ambiente campestre i) La ciudad moderna y actual: es un conglomerado en el que perviven viejas estructuras históricas y antiguas formas de vida junto con otras nuevas propias del capitalismo y de la técnica. Depende de lo que haya sido más fuerte en cada caso para que uno u otro factor se haya convertido en predominante. Il. La ciudad un hecho inserto en la historia: La ciudad se inscribe en la historia, y ésta es fundamental para entender y comprender la evolución y formas que adquiere la iudad. – Un ejemplo: claro: la ciudad medieval es una ciudad amurallada; Ello responde a toda una forma de concebir la Vlda en esos momentos: el aspecto más evidente es el de la guerra y necesidad de defenderse, pero además la muralla responde a una forma concreta de organización comunal, en la que las finanzas municipales se nutren del control de la entrada y salida de productos y personas. También es bastante eviden control de la entrada y salida de productos y personas. – También es bastante evidente la influencia del racionalismo en la ciudad; antes la ciudad era bella como lo era un árbol, por su ropio crecimiento natural y orgánico. Ahora el racionallsmo da lugar a la ciudad como obra de arte: edificios principales, plazas simétricas para acogerlos, plano en cuadrícula, etc… on manifestaciones de este racionalismo, que alcanzarán su cénit en el barroco, momento en que dos hechos influirán en las ciudades de forma ostensible: el dominio de la perspectiva y el auge del poder absoluto de los príncipes unido a la economía consumidora de la corte. – Y qué decir de la influencia del s. XIX y de la industrialización en la ciudad, cuando todos los valores umanos, soclales y estéticos se supeditaron al despotismo de la producción, lo que repercutió (desagradablemente) en la evolución de las ciudades. Si las ciudades, además de estar en la historia, son historia misma, si todo momento histórico está impregnado de un modelo artístico concreto, conviene preguntarse: ¿es o no es la ciudad una obra de arte? – Si la obra de arte tiene origen en la voluntad humana de crearla, deberíamos pensar que es a partir del racionalismo y de los siglos XVII y XVIII cuando quizá esto ocurra. – Sin embargo y por otra parte, la ciudad es siempre una realidad heredada del pasado, na especie de reliquia que sobrevive a sus creadores, lo cual, pasado el tiempo, convierte en objetos artístico determinados fragmentos de la ciudad.

Pero esta ciudad constituye, en 2 todo caso, una obra de arte fraccionada, tumultuosa e inacabada; es decir: no encontramos en s OF es decir: no encontramos en ella la forma redonda y definitiva que el autor ansía y anhela para su obra de arte. Es por ello normal que, al hablar de la ciudad como obra de arte, todas las ciudades, en mayor o menor medida, acaben provocando insatisfacción: aunque contenga elementos artísticos, la pulsación istórica siempre deja como secuela el estado inacabado de la obra de arte.

Por eso quizá las ciudades sólo alcanzan la condición de obra de arte cuando mueren. De todo lo anterior se deduce que las ciudades son insustituibles en nuestra sociedad; puede vivirse en ellas o fuera de ellas, pero siempre contando con ellas. Y ello porque: «la ciudad es una aglomeración humana fundada en un solar convertido en patria y cuyas estructuras internas y externas se constituyen y desarrollan por obra de la historia, para satisfacer y expresas las aspiraciones de la vida colectiva, no sólo a que en ellas transcurre, sino la de la humanidad en general (Chueca Goitia, 43. III. – La ciudad antigua: – Las primeras civilizaciones históricas se desarrollaron en los fértiles valles del NIIO, Tigris, Eúfrates e Indo, si bien de ellos quedan pocos restos de sus ciudades (Tell-elAmarna, quizá). Intentar sacar conclusiones de los restos serían más un ejercicio de arqueología que de historia urbana misma, razón por la que pasamos por esta etapa de manera muy somera. – Sin embargo sr que quedan restos importantes de tipo monumental (Menfis, Tebas, Tellel-Amarna… de los que se btendría la sensación de, adaptándose al espacio geográfico, la aplicación de criterios rigurosamente 6 OF aplicación de criterios rigurosamente geométricos aunque con evidente interés escenográfico. – De las ciudades del Tigris y el Eufrátes quizá la sensación más sólida sea la de la aportacón de la fortificación como elemento urbano (Korsabad, Babilonia). – por su parte, las civilizaciones minoico-micénica, al margen de la existencia o no de fortificación (unas veces si otras no), lo que aportan es un trazado muy irregular, con carencia de grandes avenidas ni de composiciones geométricas.

Por su parte, de Grecia nos quedamos con los elementos urbanos que indican una colaboración estrecha del ciudadano en las tareas de la comunidad; las ciudades-estado griegas, además de los templos, consolidan la existencia de espacios y edificos dedicados al bien público y al desarrollo de la democracia, ubicándolos además en un espacio concreto: en torno al ágora; se ha creado, por tanto, el Centro Cívico. De Grecia procede también el primer intento de elaboración de una teoría racional de la ciudad; La tarea la realizó Hippodamos, al que se asigna la teoría y justificación de la ciudad en cuadricula. Aunque ya hemos visto que existió antes, el vigor y la intensidad con que elaboró y desarrolló sus teorías no tiene parangón.

Se le atribuyen los planos del Pireo y Rodas, si bien la que ofrece mejores perspectivas de estudio sea Mileto, su patria, destruida por los Persas y reconstruida hacia el 475 – Características de Mileto son su adaptación al contorno del promontorio, y la aplicación de dos cuadrículas, una menor en la parte más estrecha, otra mayor en la base de la pen cuadrículas, una menor en la parte más estrecha, otra mayor en la base de la peninsula; y en medio el ágora o conjunto de dificios representativos y el gran espacio del famoso mercado. Las ciudades romanas, por su parte, fueron herederas de las ciudades helenísticas, con todos sus refinamientos técnicos y servicios (alcantarillado, aguas, baños, pavimentos… ), si bien surge ya la especialización funcional de alguitas de ellas: ciudades comerciales o industriales (Roma, Alejandría, Antioquia, Éfeso, Cartago, Lyon… ), ciudades caravaneras (Palmira, Petra, Bosra… ), cabezas departamentales (Verona, Siracusa, Tréveris, Córdoba, etc… – En cuanto a su trazado, continúan la tradición hipodámica, undamentada también por la organización de los campamentos militares. Y cuando ello no es posible, incluyen organizaciones urbanísticas de gran esplendor, como ocurre en Roma. Estos enclaves son rigurosamente geométricoOs dentro de la estructura irregular de la ciudad, y son ejemplos de ello los foros (Foro Romano y Foro Trajano), los palacios, las templos, las termas, anfiteatros, circos, etc…

La mayor regularidad se da en las ciudades de origen militar (Tingad, en Numid aArgelia): un perímetro rectangular, rodeado de murallas, y cortado transversalmente por dos grandes ejes: el Cardo (eje N-S)y el Decumanus (brazo E-O). en el cruce de ambos solía estar el foro y en su entorno los templos. A veces el geometrismo no es completo, aunque sí existe regularidad (Pompeya). En España ejemplos de urbanismo ro Tarragona, Mérida, Itálica, 8 OF Córdoba, etc…

Mérida, Itálica, Córdoba, etc… IV. – La ciudad islámica: – La irrupción del Islam en el mundo y su irradlación vertiglnosa obllgó a aceptar la cultura de los países ocupados y a adaptarse a los elementos culturales allí encontrados. por otra parte, el grado de urbanización de su zona de expansión les permite no tener que crear grandes ciudades n un primer momento; después si, y ciudades puramente islámicas fueron: Bagdad, Kairuan, Samarcand, El Cairo, Fez, Marrakesch.

El producto urbano resultante, por otra parte, es de mucha homogeneidad, resultando rasgos comunes: un relativo empobrecimiento; la ciudad islámica es funcional y, desde el punto de vista formal, bastante tosca y simple; en definitiva es como una regresión respecto al mundo romano o helenístico; a título de ejemplo faltan el ágora, los locales para asambleas ciudadanas, circos, teatros, estadios, etc… Quizá lo único que conservaron y perfeccionaron fueron los baños.

Un elemento fundamental en toda ciudad islámica es la puerta, con valor simbólico y también funcional; eran organismos muy complejos, a veces dobles y separadas por amplios espacios que constituían auténticas plazas de armas; a veces se construían, incluso en recodo, en un alarde técnico. Su valor simbólico es el del gran vestíbulo de la ciudad, el lugar de recepción al visitante. – Y en cuanto a su organización interna, la ciudad musulmana no se parece a nada: su compacto caserío, sus callejuelas tortuosas e insignificantes, sus patios interiores como únicos espacios biertos, etc. o son un artificio racional, sino un organismo puramente natural y biológico – Quizá por lo anterior, la ciudad islám racional, sino un organismo puramente natural y biológico – Quizá por lo anterior, la ciudad islámica es la que menos atención ha recibido de los estudiosos del urbanismo; y es que frecuentemente no resultan comprensibles y, por tanto, se renuncia a su interpretación; se suele decir (Dickinson) que es que son «meros asentamientos campesinos sin función urbana» (¿El Cairo? ¿Córdoba? ¿Sevilla? ¿Fez? ¿Es aplicable a estas ciudades, entros culturales, políticos y religiosos de primer orden? Algunas claves para la interpretación podrían ser: a) origen nómada que explicaría la carencia de plan en los asentamientos; b) entre la ciudad pública, la polis, la cívitas y la ciudad doméstica, esta pudiera ser una ciudad «privada» y «secreta», basándose en el Corán, que consldera la casa como santuario, algo que no se ve, que no se exhibe; las calles son la mínima expresión para el cumplimiento de las funciones básicas. – Asi se entiende la existencia de «adarves» o calles sin salida, que son la negación de la calle y de su valor estructural.

El adarve no tiene salida, no tiene continuación, no sirve al interés público, sino al interés privado de dar entrada a una casa. – Incluso en las calles que sí existe el tránsito, las que comunican un lugar con otro de la ciudad, no existe la linealidad… Les repugna la alineación indefinida que renuncia a toda intimidad, por ello estas calles presentan también quiebros, recovecos, espacios semiocultos en definitiva. 4 Otros rasgos comunes a las ciudades islámicas son la existencia de murallas, la existencia de un núcleo principal llamado Madina (con los edificios principales: mezquita 23