TEORIA DE LA POBLACIÓN

TEORIA DE LA POBLACIÓN gy Veroisabc197Gmai cbenpanR 14, 2016 10 pagos Esther Boserup Fue una economista que nació el 18 de mayo de 1910, Copenhague, Dinamarca y murió el 24 de septiembre de 1999, Ascona, Suiza, estudio en la universidad de Copenhague. Entró a trabajar a la administraclón pública al finalizar sus estudios de economía, donde se ocupó del comercio exterior y planeamiento.

Después de la segunda guerra mundial, en la que vivió la ocupación de su país por el régimen alemán nazi, se mudó a Suiza con su familia, para colaborar con la creación del departamento de investigación en Ginebra perteneciente las flamantes Naciones Unidas. Escribio tres libros, a los que denominó retrospectivamente «el libro de la agricultura» (1965), Swipe to page el de la «mujer» (1970 publicó una compilac Esta autora lleva a ca interdisciplinario de antropología, demog teoría feminista, dem el «historico» 1981 10 al o nd .

Más tarde se los selectos (1990). s un estudio rito sociología como mente desarrolla a población, y conceptualiza la cultura, entre otras cosas. En resumen, Boserup invierte el esquema de Malthus, haciendo que la población pase de variable dependiente a variable explicativa del desarrollo: el crecimiento demográflco sería, por lo anto, el elemento propulsor de la transformación económica.

Desarrollo de economías de escala: Inversiones en estructuras que requieren una masa crítica de recursos no disponibles en peque pequeños agregados Creación de mercados amplios Comunicaciones – efecto multiplicador Desarrollo urbano: especializaclón funcional, organización, control y defensa. Necesidad de un excedente agrícola División del trabajo En el gráfico expone la diferencia con Malthus. La población, directamente influenciada por el sistema agrícola, no se ve obligada a modificar la manera de obtener recursos asta que hay necesidad.

En ese momento, se desarrolla una tecnología que optimiza los recursos de los que dispone y que afecta tanto a la propia demografía como al sistema agrícola, que a su vez afecta a la población. por tanto, las grandes diferencias entre las teorías demográficas de Malthus y Boserup radica en que el primero no concibe una forma de hacer coincidir población y recursos si no es controlando el crecimiento de la población, mientras que la segunda añade a las variables «población» y «recursos» la tecnología, con los respectivos cambios que esta variable produce n la cantidad disponible de estos.

Con respecto a su aportación a la teoría demográflca, Boserup mantiene que la falta de alimento no supone la muerte del «exceso de población», en contraposición a Malthus, como hemos visto antes, sino que en su lugar las personas aumentan la cantidad de recursos cuando la situación se vuelve insostenible.

Esther Boserup desarrolló en los 80 la teor[a con especial referencia a la tecnología: Population and Technology. Blackwell, oxford, 1981. Señaló que la presión demográfica en aumento creaba las premisas para el desarrollo económico, al obllgar a adoptar écnicas agrícolas 20F 10 creaba las premisas para el desarrollo económico, al obligar a adoptar técnicas agrícolas más intensivas.

Boserup afirmó que la evolución de las técnicas de cultivo (sistema cultivo-bosque, sistema cultivo soto-bosque, sistema de barbecho corto, sistema de cosechas anuales) hizo que la productividad, en ausencia de innovaciones tecnológicas, tendiera a disminuir. Para evitarlo, los agricultores se vieron impelidos a utilizar nuevas técnicas de trabajo que permitieran, con más trabajo individual, la obtención de una mayor producción por unidad de tierra disponible.

De hecho, se ha comprobado que poblaciones que se convierten en poco densas vuelven a métodos de producclón menos intensivos, no porque no los conozcan, sino porque no los necesitan. «Retroceso técnico». La preocupación por la escasez de los recursos naturales causada por el crecimiento de la población ha sido, sin duda, el principal tema de debate que históricamente se ha desarrollado en torno a las relaciones existentes entre la población y el medio.

La aportación «clásica», realizada por Ester Boserup, escribiendo después de las revoluciones agrícola e industrial, Boserup sugiere ue el crecimiento de la poblaclón y el consguiente aumento de la densidad inducen los cambios tecnológicos, como por el ejemplo, el uso de arados o de fertilizantes, que permiten restablecer el equilibrio entre la producción de alimentos y el crecimiento de la población.

Las ideas de Boserup han tenido una gran repercusión en la investigación global y regional que examina las relaciones entre el crecimiento de la población y los cam 0 investigación global y regional que examina las relaciones entre el crecimiento de la población y los cambios en la producción agrícola, sobre todo en regiones en vías de desarrollo.

Por ejemplo, para el continente africano, donde se afirma que el fuerte crecimiento demográfico que sufre esa región estimula la búsqueda de nuevas tecnologías y nuevos recursos, tendencia que sólo se ve rota por aquellos países que sufren guerra, pobreza o sobreexplotación LA PRESION DEMOGRAFICA Y EL CRECIMIENTO ECONOMICO DE ESTHER BOSERUP En opinión contraria a la de Malthus establece que el aumento de la población es el motor del desarrollo.

Los economistas del siglo XVII y gran parte del XVIII, atemorizados por las consecuencias económicas negativas conexas a la despoblación de algunos aíses (particularmente España y Alemania) y convencidos de que la pobreza de muchos otros países, a pesar de la abundancia de recursos, está en relación con su escasa población, eran favorables al crecimiento demográfico. Una población numerosa y en crecimiento era el síntoma más importante de riqueza; mejor, era la causa principal de la riqueza; ella misma era riqueza, el mayor patrimonio que una nación pudiera poseer.

En las condiciones de escaso desarrollo y débil poblamiento de la época, el crecimiento demográfico significaba una multiplicación de los recursos y por si sola contribuía a acrecentar la renta de los ndividuos. Esta opinión estaba muy generalizada y sólo a finales del siglo XVIII el desarrollo negativo a corto plazo derivado de la primera fase de la revolución industrial indujo a 40F 10 corto plazo derivado de la primera fase de la revolución industrial indujo a Malthus, y a muchos otros, a invertir las perspectivas.

Entonces, ¿puede el desarrollo demográfico generar desarrollo económco? Si los recursos fijos son sustituibles, o abundantes, no hay razón para que no suceda así, y la historia del desarrollo económico y social lo demuestra. Es fácil comprender cómo, entro de ciertos límites, el desarrollo puede verse frenado o estar ausente en poblaciones exiguas, con densidad muy baja, escaso o nulo intercambio, escasas posibilidades de división y especialización del trabajo e incapaces de efectuar inversiones de cierta consistencia.

Históricamente las regiones despobladas o que se están despoblando han sido casi siempre regiones atrasadas. El crecimiento demográfico determina la adopción de sistemas de utilización del suelo cada vez más intensivos y con barbecho más corto que permiten, a una superficie determinada, alimentar una población creciente. Pero este proceso de intensificación del cultivo se realiza al mismo ritmo de la intensificación del trabajo necesario y, en muchos casos, de una disminución de su productividad.

Por ejemplo, la preparación del terreno y la siembra, con el sistema de tela y quema, son extremadamente rudimentarias: el hacha y el fuego liberan al terreno del bosque, la ceniza fertiliza el suelo, un bastón puntiagudo es suficiente para la siembra en el terreno reblandecido, el rendimiento por hora de trabajo efectivo es elevado.

Con períodos de barbecho cada vez más cortos, la preparación del terreno, que se labra o ara cuidadosam eríodos de barbecho cada vez más cortos, la preparación del terreno, que se labra o ara cuidadosamente, es más laboriosa necesitando renunciar a la acción simple del fuego; la fertilidad del suelo se reconstituye artificialmente mediante el abonado; los cultivos han de recibir cuidados, se deben desherbar e irrigar.

También los utensilios presentan características diferentes en los diversos estudios: si un bastón puntiagudo es funcional en la siembra o plantación en el sistema de tala y quema, cuando el barbecho se hace más corto es necesaria la azada para liberar el suelo de maleza, y el arado, el ganado produce ambién el estiércol para los campos, pero al mismo tiempo ha de ser protegido, alimentado y cuidado, lo que requiere trabajo adicional. ara obtener la misma cantidad de producto cada agricultor tendrá que trabajar durante más tiempo: en otros términos, su productividad (en ausencia de innovaciones tecnológicas) tiende a disminuir. Cuando la población es demasiado numerosa con relación a la tierra disponible, los agricultores se ven impelidos a utilizar nuevas técnicas de trabajo que permitan, con más trabajo individual, la obtención de una mayor producción por unidad de tierra disponible.

En muchos casos se ha constado que la razón por la que ciertas poblaciones no adoptan sistemas más intensivos no es debida a que no los conozcan, sino porque la disponibilidad suficiente de tierra no hace conveniente su adopción; en efecto, la intensificación significa menor producción por unidad de trabajo. Este tipo de innovaciones en los sistemas de cultivo es muy diferent 60F 10 producción por unidad de trabajo. diferente de las innovaciones o descubrimientos que conducen a una mayor productividad del trabajo y que, por consiguiente, se adoptan inmediatamente puesto que son convenientes, onsiguiendo precisamente ahorrar trabajo.

En el primer caso la innovación se produce como consecuencia del crecimiento demográfico y de haber alcanzado un cierto umbral de densidad; en el segundo caso la innovación es independiente de los factores demográficos. El vínculo entre sistemas agricolas y densidad de población también sería evidente debido a que la relación es reversible, y en periodos históricos de dismnución demográfica, la menor densidad hace conveniente la vuelta a sistemas menos intensivos.

Muchos campos permanentes abandonados después de guerras o epidemias han quedado posteriormente incultos urante siglos. Este retroceso técnico puede observarse asimismo en la historia reciente de los países en vías de desarrollo, por ejemplo en América Latina cuando la población disminuye o los emigrantes se instalan en regiones mucho menos poblada: tristes ejemplos contemporáneos pueden encontrarse en los cultivos de tala y quema de las selvas ecuatoriales, como en la Amazonía, debido a la acción de los nuevos colonos.

El esquema propuesto por Esther Boserup, aplica a las lentas transformaciones de las sociedades del pasado sometidas a la presión, asimismo gradual, del crecimiento demográfico, que es onsiderada como una variable autónoma, externa al modelo. Pierde mucha de su fuerza explica como una variable autónoma, externa al modelo. Pierde mucha de su fuerza explicativa en las econom(as mixtas o en los países en vías de desarrollo durante la aceleración demográfica contemporánea.

Este esquema no excluye que actúen otros factores, pero sitúa el crecimiento demográfico como el elemento propulsor de la transformación económica. POBLACION Y SOCIEDAD «Nuestra visión del desarrollo económico y del cambio demográfico ha evolucionado marcadamente en el último cuarto el siglo principalmente gracias a los escritos de Ester Boserup», señalaba T. Paul Schulz, profesor de economía de Yale en el año 1990. Lo mismo sostuvieron y siguen sosteniendo diferentes científicos de las más diversas disciplinas a lo largo y ancho del mundo.

La economista danesa Ester Boserup se hizo conocida dentro de la comunidad científica ya con su primer libro publicado en 1965 he Conditions of Agricultural Growth, que fue publicado en español en 1967 con el título Las condiciones del desarrollo en la agricultura, así como traducido a otras lenguas y muchas veces reeditado. Al comienzo lo descubrieron los antropólogos, arqueólogos y agrónomos, y más tarde también los economistas, quienes posteriormente comenzaron también a traducir el texto en sus propias «lenguas’ , en las que proyectaron varios «modelos Boserup» de manera formal y matemática.

En The Conditions of Agricultural Growth la autora analiza la dinámica de desarrollo de largo plazo de las sociedades agrarias preindustriales. Su argumento central concierne al potencial que tiene el ambiente natural para la intensificación agraria. 10 central concierne al potencial que tiene el ambiente natural para la intensificación agraria. NATURALEZA Las apreciaciones sobre el medio ambiente de Ester Boserup se diferenciaban en realidad de las teorías económicas corrientes.

Para ella la naturaleza era flexible y su potencial no había sido lo suficientemente aprovechado, aún en las economías preindustriales. De esto no la convencieron únicamente sus estudios estadísticos e históricos, sino su propia experiencia de campo, Boserup demostraba que estos clásicos hablan subestimado el factor de la «frecuencia de las cosechas». En Europa, como en muchas otras partes del mundo se acortaron los períodos de barbecho, y ofrecieron durante la transición el spacio requerido para el crecimiento económico. Este tipo de intensificación puede también tener rendimientos decrecientes con relación al trabajo y el capital, pero la suma del total de la producción obtenida con el incremento de la frecuencia de las cosechas es mucho mayor que lo obtenible a partir del uso de más trabajo y más capital invertido en el incremento de la cosecha». CULTURA Cuando le pregunté a Boserup en 1992 que pensaba de los aspectos culturales, que habían incrementado su visibilidad bajo el impulso del Giro Cultural, me dio una respuesta cuidadosa y positiva.

Ella pensaba que existía una creencia bastante generalizada acerca de que los aspectos culturales eran importantes, y que ella misma los había tenido en cuenta en diferentes contextos: «Es cierto que la cultura debe estar adentro». Pero eso dependía también del tema. Boserup parec(a aliviada de saber qu cultura debe estar adentro». Pero eso dependía también del tema. Boserup parecía aliviada de saber que el concepto no era rectlficado por todos sino que, por el contrario, estaba pasando por un proceso de dinamización que se extrañaba en los antropólogos anteriores. ero tampoco le gustaba una definición el concepto en forma complicada y con un alto costo en la retórica disciplinar. «Mientras la distribución patriarcal del trabajo familiar es estructura familiar, la idea que las mujeres y los hijos son inferiores es cultura. El catolicismo es cultura, pero su jerarquía organizacional es parte de la estructura ocupacional». Boserup, E. (1984), poblaclón y cambio tecnológico. Estudio de las tendencias a largo plazo, Ed. Crítica, Barcelona. Boserup, E. (1990), «El impacto de la escasez y la abundancia en el desarrollo», en Rotberg, R. l. y K. Rabb (comps. ), El hambre en la historia.

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