Ser Humano Y Conflicto

Ser Humano Y Conflicto gy Cudmlgh cbenpanR 14, 2016 20 pagos Sonia Paria Albert I Naturaleza humana y conflicto: Un estudio desde la Filosofía para la Paz Naturaleza humana y conflicto: Un estudio desde la Filosoffa para la pan Sonia París Albert Universitat Jaume I Introducción Estas páginas pretenden adentrarse en el análisis de los conflictos destacando, muy esp carácter inherente a I objetivo, se toma co según el cual los con con la violencia, sino PACE 1 or20 atl punt ra conseguir este echo amente vinculados considerados de manera positiva, siempre que tengamos en cuenta los medios pacíficos posibles que están a nuestra isposición a la hora de regularlos. Por consiguiente, se aborda la relacion entre conflicto y naturaleza humana desde una perspectiva positiva, a la que se aúna el rasgo de la complejidad como otro elemento a recordar en esta relación.

El sentir general de este trabajo se podría resumir con la siguiente cita textual: La destructividad no es ni mucho menos la única opción de que el hombre dispone para enfrentarse a los problemas y desafíos de su existencia. También aquí la historia nos demuestra que en todas las civilizaciones, culturas y sociedades no ha faltado las personas y grupos que lejos de elegir la iguientes páginas se estructuran en varios apartados en los que se introduce, en primer lugar, la relación entre la conflictividad, complejidad y naturaleza humana a partir de una revisión de las ideas expuestas por algunos pensadores de la filosofía antigua y, en segundo lugar, una breve síntesis de las aportaciones que las neurociencias podrán hacer al respecto.

La conflictividad y la complejidad de la naturaleza humana: una visión positiva Son muchos los conflictos con los que nos vamos encontrando en nuestra actualidad, de tal modo que, continuamente, vivimos y escuchamos hablar de conflictos nterpersonales de índole muy variada y, al rmsmo tiempo, recibimos noticias de conflictos internacionales que tienen lugar en diversos lugares del mundo, por muy recónditos que éstos sean, y que afectan muy directamente a la sociedad civil, produciendo en ella grandes sufrimientos con todo tipo de violencia directa, estructural y cultural. Es esta sobreabundancia de conflictos la que 109 2 Este estudio se inserta en el Proyecto de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico FF12010-2163g-C02-02, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (actualmente Ministerio de Economía y Competitividad) y con Fondos FEDER de la Unión Europea, y en las actividades del grupo de investigación de excelencia PROMETEO/ 2009/085 de la Generalitat Valenciana. H. Saña, Tratado del hombre, Almuzara, Andalucía, 2010, p. 237. OF de Castoriadis I Vicent Ballester García causa en los y las investigadoras para la paz la necesidad de estudlarlos y de comprender sus dinámicas, no con miras a establecer modelos de regulación únicos y válidos para todas las situaciones conflictivas, que además nos hagan interpretarlas a todas por igual, sino, más bien, para prender de cada vivencia conflictiva, para estar al corriente de los medios pacíficos que tenemos a nuestra disposición si queremos transformarlos positivamente y, muy especialmente, para saber más de la naturaleza humana. De todas maneras y aunque es importante hacer esta clase de investigaciones, cabe resaltar las afirmaclones de Gutiérrez Estévez cuando dice que: debemos desconfiar de la inflación de conflictos. Porque quizás no sean tantos ni tan importantes o tan novedosos como parecen. Creo que debemos impulsar y desplegar un manto de escepticismo general sobre el campo de la conflictividad. Y que es mejor, para el funcionamiento de nuestra cabeza, promover una cierta inapetencia hacia los conflictos. No indiferencia, pero sí alguna protección para que el empacho cerebral no nos produzca un colapso reflexivo. Lo que en este trabajo se propone es abordar la relación entre los conflictos y la naturaleza humana tomando como punto de referencia las investigaciones de carácter filosófico que se vienen realizando en la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz de la UniversitatJaume y en el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Social y Paz (IUDESP) de la mencionada universidad. Con este propósito, se parte de una revisión antrop Social se parte de una revisión antropológica que pone el énfasis en los slguientes dos rasgos de la naturaleza humana: La conflictividad y la complejidad. En estas páginas se entiende que son dos rasgos que están íntimamente relacionados y se plantean poniendo el énfasis en su relación positiva (la de la conflictividad y la complejidad) con la naturaleza humana. 1) La conflictividad.

Pone de manifiesto que es inherente al ser humano el hecho de vivir conflictos; el ser humano es conflictivo porque es propio de su naturaleza vivir conflictos. pero, ¿qué son los conflictos? Su definición etimológica nos hace interpretarlos como un «luchar con», pues deriva del prefijo «co-» (que quiere decir «unión» o «colaboración») y del verbo afligere» (que quiere decir «luchar»). 6 Esta definición etimológica nos hace suponer que es esencial a la naturaleza humana «luchar con»; interaccionar con otros y con otras para luchar. 7 Evidentemente, es importante matizar aqui que esa interacción, ese «luchar con», puede realizarse con violencia o pacíficamente.

Tanto es así, que se aprecia como el verbo luchar está vinculado con la violencia («luchar con iolencia»), pero también puede adoptar otra connotación más positiva. El verbo luchar, procedente del latín luctari 4 110 JULIO 2013 M. Gutiérrez Estévez, «La antropología y los conflictos interculturales», en Néstor García Canclini (coord. ), Conflictos interculturales, Gedisa, Barcelona, 2011, pp. 93-94 Barcelona, 2011, pp. 93-94. l. Comins Mingol y otros, «Hacer las paces imperfectas: entre el reconocimiento y el cuidado», en Francisco Muñoz y Jorge Bolaños Carmona (eds. ), Los habitus de la paz. Teorías y prácticas de la paz imperfecta, Granada, Universidad de Granada, 201 la, pp. 5-122. F.

Muñoz, La paz imperfecta, Granada, Servicio de publicaciones de la Universidad de Granada, 2001. F. Muñoz y g. Molina Rueda, «Pax Orbis: complejidad e imperfección de la paz», en Francisco Muñoz y Beatriz Molina Rueda (eds. ), pax Orbis: complejidad e imperfección de la paz, Eirene, Universidad de Granada, 2009, pp. 15-53. S. parís Albert, Filosofía de los conflictos. Una teoría para su transformación pacífica, Barcelona, Icaria, 2009. S. Par[s Albert, «Filosofía, transformación de conflictos y paz», en Irene Comins Mingol y Sonia París Albert (ed. ): Investigación ara la paz: estudios filosóficos, Barcelona, Icaria, 2010, pp. 89-104. 6 V.

Martínez Guzmán, Podemos hacer las paces. Reflexiones éticas tras el 11-sy el 11-M, Bilbao, Desciée de Browver, 2005. 7 Esta idea refiere a la intersubjetividad que hace notar que las relaciones humanas tienen lugar entre sujetos. La intersubjetividad es ampliamente valorada en la filosofía para la paz, convirtiéndose en un punto central de los quince puntos del giro epistemológico que le dan fundamento. En estas páginas también se tendrá en cuenta la intersubjetividad, desde la misma noción de conflicto que se propone y, por lo s OF anto, deberá ser recorda su relación, y el de la ser recordada al plantear su relación, y el de la complejidad, con la naturaleza humana.

Sonia paría Albert I Naturaleza humana y conflicto: Un estudio y unido a las preposiciones «con», «contra» y «por», significa, por un lado, usar las fuerzas y los recursos propios para vencer a otro, a un obstáculo o conseguir una cosa y, por el otro lado, el ataque recíproco que se realizan las personas con sus fuerzas y sus armas. 8 Sin embargo, en un sentido figurado, ese «luchar con, contra y por» puede verse como el esfuerzo individual o colectivo que se realiza para lcanzar una cosa sin el uso necesario de la fuerza violenta. g Está claro que es este último el sentido que me interesa destacar en estas páginas, pues lo que se quiere es subrayar la visión positiva de la relación entre la conflictividad, la complejidad y la naturaleza humana porque, además, es este sentido el que evidencia que los conflictos entendidos como un «luchar con» pueden afrontarse por medio de la violencia, pero también pueden serlo por medios pacíficos.

Nuevamente y con la misma finalidad, son estos últimos los que me interesa acentuar a la hora de regular os conflictos porque son éstos medios los que nos hacen comprender más fácilmente qué es lo que quiere decir el ser conflictivo, puesto que hacen ver que los conflictos no están unidos necesariamente a la violencia. Somos conflictivos, pero ello no quiere decir que seamos violentos. 2) La complejidad. 1 0 Supone que el ser humano tiene posibilidades diversas para afrontar sus conflictos, bien sean estas po 6 OF que el ser humano tiene posibilidades diversas para afrontar sus conflictos, bien sean estas posibilidades violentas o paclTicas. Con esta característica se manifiesta la responsabilidad que cada ersona tiene de las cosas que hace, dice y calla, 1 1 así como de la libertad que se disfruta a la hora de escoger cómo queremos relacionarnos con los y las demás. Es decir, cómo queremos poner en práctica la intersubjetividad.

Moliner12 ofrece una acepción de conflicto muy vinculada con el rasgo de la complejidad cuando dice que el conflicto es «indecisión», que es ese momento en el que el combate está indeciso. De acuerdo con esta noción, los conflictos serán aquellas situaciones en las que no tenemos claro qué hacer al poder ser reguladas de maneras diferentes. Este concepto se enmarca coherentemente en los resupuestos teóricos que se vienen defendiendo desde la filosofía para la paz de la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz y del IIJDESP de la Universitat Jaume segun la cual las personas tenemos alternativas muy variadas para hacernos, decirnos y callarnos las cosas, siendo nuestra responsabilidad cuál de ellas decidamos escoger para interrelacionarnos. 3 Como se puede apreciar en los párrafos anteriores, las notas hasta aquí expuestas han pretendido no sólo abordar la relación entre la naturaleza humana, el conflicto y la complejidad, sino, también, ahondar en la visión positiva de esta relación. Esta pretensión se ha llevado a cabo destacando, sobre todo, que la inherencia de los conflictos a la naturaleza humana no implica que ésta sea necesariamente violenta inherencia de los necesariamente violenta, ya que las situaciones conflictivas pueden ser transformadas también pacíficamente. Por consiguiente, la finalidad debería ser aprender esos medios pacíficos que han de hacer posible las transformaciones positivas de los conflictos con el fin de 8 M. Moliner, Diccionario del uso del español, vwww. diclib. com (Fecha de acceso: 25/05/10), 1997. 10 F.

Muñoz, La paz imperfecta, Granada, Servicio de publicaciones e la Universidad de Granada, 2001. J. Bolaños Carmona y A. Acosta Mesas, «Una teoría de los conflictos basada en la complejidad», en Francisco Muñoz y Beatriz Molina Rueda (eds. ), pax Orbis: imperfección de la paz, Eirene, Universidad de Granada, 2009, pp. 55-72. Se matiza «que se hace, dice y calla» siguiendo los supuestos filosóficos de la teoría de los actos de habla de Austin según los que todo decir es un hacer y, por consiguiente, debemos asumir la responsabilidad de las palabras, de los sllenclos y de sus consecuencias, así como debemos asumir la responsabilidad de las acciones físicas que realizamos. 2 M. Moliner, Diccionario del ñol, wwrw’. diclib. om (Fecha de acceso: 25/05/1 25/05/10), 1997. 13 V. Martínez Guzmán, Filosofía para hacer las paces, Barcelona, Icaria, 2001 . V. Martínez Guzmán, Podemos hacer las paces. Reflexiones éticas tras el 1 1-S y el 11-M, Bilbao, Desclée de Brovwer, 2005. 11 JU 10 Las raíces de la violencia en la obra de Castoriadis Vicent Ballester García otorgar, al mismo tiempo, un sentido más creativo a los mismos, haciéndolos ver como oportunidades que se presentan para el intercambio, el crecimiento y el aprendizaje (claro está, siempre que se afronten pacíficamente). 4 Los conflictos asi entendldos forman parte de la Vlda. Son la vida misma. Constituyen un componente vital básico.

Están presentes en prácticamente todos los espacios de las relaciones humanas Los conflictos constituyen el acontecimiento reiterado que relata la historia de la humanidad [… ] Los conflictos son crisis y las crisis son oportunidades de cambio o evolución. 15 Son estas nuevas interpretaciones de los conflictos las que hacen superar las tendencias que, continuamente, nos dirigen a evltarlos. Ahora, en cambio, lo que se propone es promover nuestros esfuerzos para prender a convivir con ellos, con nuestros conflictos, convirtiéndolos en un hábito. Es decir, nuestro hábito debería ser aceptar nuestros confl escifrando, al mismo tiempo, sus posibilidades ción pacífica. ransformación pacífica la que nos ayuda a convivir con nuestros conflictos y a entenderlos como un hábito, como el hecho de partir desde esta imagen más positiva de los conflictos el que favorece la puesta en marcha de la metodología de la transformación pacífica. Importante es señalar que no es tarea fácil, por así decirlo, cambiar todas estas percepciones y generar estos nuevos hábitos, ya que arece que estamos tan acostumbrados a relacionar los conflictos con la violencia que nos resulta costoso cambiar nuestras costumbres. 1 6 Sin embargo, debemos seguir esforzándonos por conseguirlo y por generalizarlo, ya que promoveremos, así, una forma más de transformación pacífica del sufrimiento humano y de la naturaleza.

A continuación, me propongo seguir indagando sobre esta relación entre la conflictividad, la complejidad y la naturaleza humana mediante una revisión sintética de aquellas ideas que algunos pensadores clásicos promovieron en sus escritos, y que nos permiten seguir hondando en los contenidos que se presentan en este texto. En la filosofía griega se dedicó gran parte del pensamiento al estudio de la naturaleza humana debido, entre otras cosas, a que existía la tendencia a concebir al ser humano como el centro de la creación, capaz de actuar racional y éticamente por naturaleza. 17 Esta interpretación fue, entonces, una de las causas del desarrollo de los extraordinarios manuscritos de carácter antropológico de la época. Los filósofos presocráticos, los sofistas, Sócrates, Platón, Aristóteles… y muchos más, todos tuvieron alguna cosa que deci