Popper La Sociedad Abierta capi?tulo VII 1

PACE 1 to View nut*ge esclavos naturales obeclezcan. Es parte de la exigencia his! oricista que el estado, a fin de detener toclo cambio, sea una copia de su Idea o de su verdadera «naturaleza». Esta teoria de la justlcia clemuestra con toda claridacl que Platon vio el problema fundamental de la politica en la pregunta: iQuienes deben gobernar el estado? A mi juicio, Plat. on promovio una seria y duradera confusion en la filosofia politica al expresar el problema de la politica bajo la forma «Quien debe gohernar? o bien «G La vol untad de qui en ha de ser suprema? «, etc.

Esta confusion es analoga a la que creo en el campo de ! filosofia moral con su identificacion -analizada en el capitulo anterior- del colectivismo 188 KAHf. POPPER LA SOCJEDAD ABIERTA Y SUS ENEMJGOS 189 los gobernantes malos o incapaces no puedan oca• y el altruisnlo. evidente que una vcz formulada la demasiarlo dano? QuiPn de he p:ohernar? «‘. rcsulta dificil eviQuienes creen que la primera pregunta es fun respuestas de 2 5 tipo: «el meior». , «el mas detenta el ‘ puestas. por convillcentes que pueclan parecf’r -pues puede hacer practicamente lo que se le antoja ;. quicn hahria de fl principio O]HJcsto, es de, . n particular, fortalecer dicho poder, acercandose asi ir, el gobierno del i’pcor’i, O «cl mas ignorante» O poder ilimitado o incontrolado. Descnentan, asimis• «cl csclavo nato? «- PS. cnmo de dPmostraL que el poder politico es, en esencia; soberano. Parcnmpletamente inl! til. de esta base, el unico problema de importancia En primer li’nnino, estas rcspuestas tienrlen a conentonces, el -de «(,Qui en debe ser el soberano? vencernos de que entranan la resolneion df’. algt:m Aqui le daremos a esta tesis el nombre de teoria de problema fundamental de la tPol•ia politica.

Pr:ro si soberania ( incontrolada), sin aludir con el, en par• enfocamos a esta clescle otro anguln, hallamos que, lejos a ninguna de las diversas teori as de la sobede resolver problemas fundamentales algunos, lo 1 mico sostenidas por autores tales como Bodin, Rousque hemos hecho es saltar por de ellos, a! atrio Hegel, sino a la suposici6n mas geli. eral de que buirle una importancia fundamental al problema de poder politico es practicamente absoluto o a las «2. Qui en gohcrnar’l » f:n rfcctn. aun acnwllns que que pretenden que asi lo sea, junto con la comparten este supuesto de Plathn, adm! en que los encla •de que el principal problema que queda gobernantes politicos no siempre son lo hastante «hue- resolver es, en este caso, el de poner el poder en os» o «sahios» ( es innecesario detenernns a precisar mej 35 caso, el de poner el poder en mej ores manos. Plat6n ado pta est a teo ria de la Slgniflcado exacto cle estos terminos) y que no es en forma tacita y clescle su epoca pasa a nada facil estahlecer un gobiernn en cuya bondad y un importante papel en el campo de la Tambien la adoptan implicitamente aquellos sabiduria pueda con fiarse sin temor.

Si aceptamos esto tores modernos que creen, por ejemplo, que el debemos preguntarnos, entonces. por que el pensapolitico no encara desde el comienzo la posibi- •»Jcu problema estriba en la cuesti6n: Quienes an dar, los eapitalistas o los traba j adores? liclad de un gobierno malo y la conveniencia de preentrar en una critica -detallada del tema, seiialapararnos para sopor lar a los malos gobernantes, en el sin embargo, que pueden formularse serias objecaso de que fallen los mcjores? Pero esto nos conduce contra la aceptaci6n apresuracla e implicita de a un nuevo enfoque del problema de la politica, pues teoria.

Cualesquiera sean sus meritos especulativos, nos obliga a reemplazar la pregunta: «,-:Quien debe por cierto, de una suposici6n nada realista. gobemar? » con la nueva pregunta: ;. En que forma gun oder politico ha estado nunca libre de todo podemos organizar las inslitucioncs polit. icas a fin de 190 KARL R. 4 35 equilibria. Hasta donde se (mientras no se haya materializado «Un. mundo me alcanza, las unicas objeciones que cabe hacer a )or» ú), no podnl darse el poder politico absoluto • esta concepcion son: (a) que dicho control es practiilimitado.

Mientras un solo hombre no pueda camente imposible y (b) que resulta esencialmente inel suficiente poderio fisico en sus manos para concebible, puesto que el poder politico es fundamena todos los clemas, clebera depender de sus auxi talmente soberano. A mi juicio los hechos refutan Aun el tirano mas pocleroso clepende de su policia , estas dos objeciones de caracter dogmatico y, junto creta, de sus secuaces y de sus verdugos. Esta con elias, toda una serie de importantes concepciones den cia significa que su poder, por grande que (por ejemplo, la teo ria de que la unica alternativa a la dictadura de una clase es la de otra clase). s incontrolado y que, por consiguiente, debe concesioncs, equilibrando las fuerzas de los grupos Para plantear la cuestion del control institucional tagonicos. Esto significa que existen otras fuerzas de los gobernantes basta con suponer que los gobierliticas, otros oderes aparte del suyo y que solo , . nos no siempre son buenos o sabios. Sin embargo, ejercer su mando utilizando y pacificando estas puesto que me he referido a los hechos historicos, creo fuerzas. Lo cual demuestra que aun los casos , • conveniente confesar que me siento inclinado a darle de soberania no poseen nunca el caracter de una mayor amplitud a esta suposicion.

En efecto, me inrania complet s 5 caracter de una mayor amplitud a esta suposicion. En efecto, me inrania completamente pur a. Ja mas puede darse en clino a creer que rara vez se han mostrado los goberpractica el caso de que la voluntad o el interes de antes por encima del termino mcdio, ya sea moral hombre ( o, si esto fuera posible, la voluntad o el in o intelectualmente, y si, frecuentemente, por deba_io de res de un grupo) alcance su objetivo directamente, este.

Y tam bien me parece razonable adoptar en poceder algun terreno a fin de ganar para si las litica el principio de que debemos siempre prepararnos que no puede someter. Y en un numero abrumador para lo peor aunque tratemos, a! mismo tiempo, de lo mejor. Me parece simplemente rayano en casos, las limitaciones del poder politico van tod mucho mas lej os. la locura basar todos nuestros esfuerzos politicos en Insisto en esos puntos empiricos, no porque la fragil esperanza de que habremos de contar con utilizarlos como argumento, sino tan solo para • :go bern antes excelentes o squiera capaces.

Sin embarobjeciones infundadas. Nuestra tesis es que toda te go, pese a la fuerza de mi conviccion en este sentido, de la soberania omite la consideraci6n de un prob , debo insistir en que mi critica a la teoria de la sobemucilO mas fundamental, esto es, el de si debemos rania no depende de esas opiniones de caracter no esforzarnos por lograr el control institucional a!. los gobernantes mediante el equilibria de sus fa Aparte de elias y aparte de los argumentos empiricos des con otras facultades ajenas a los mismos.

Lo • mencionad 6 5 aparte de los argumentos empiricos • mencionados mas arriba contra la teoria general de que podemos hacer es prestar cuidadosa atencion soberania, existe tambien cierto tipo de argumento a nuestra disposicion pata demostrar la incon•• Alusi6n al conocido lihro de Aldous Huxley, gmve Worid, veniclo al castellano con el titulo Un mundo de cualquiera de las formas particulares de teo ria; dicho con mas precision, puede darseJe al 192 LA SOCIEDAD ABIERTA Y SUS ENEMIGOS 193 rgumento 16gico formas diferentes, aunque ami! ebemos fundamentar estas exigencias sobre para combatir la teoria de que deben ser los base mejor que la que puede ofrecernos la consabios quiencs gobierncn, o hien de que deben Oria teoria de la soberanfa. (En la proxima las levs. la mayo ria, etc. una forma par-;’; de este mismo capitulo veremos que c5to es ticular. de esle argumento e contra cierta version clemasiado ingenu mo. de la de- • • Como va las mismas contradicciones. Todas mocracla v en su cxpllcaebn del surgimiento de • teorias de las soberanias son paradoficas.

Par tirania, p. aton exponc implicitamente la sigu PIO, supongamos que hayamos escogido como la cuest10n: ; , que pas a si la voluntacl clel pueblo no ideal de gobierno, el gobierno del «mas sa bio» gobernarse a mi. smo cederle el man do a del «mejor». Pues bien; el «mas sabio» puecle hatirano? El hombre lihrt> —-sugiere Plat6nen su sabiduria que no es el sino «el mejor» ejercer su lihertad, primero. desafianclo a debe gobernar, . y «el mejor», a su vez, puede leyes, y, lu’f! :»• desafianrlo a la propia lihertad. us-•’ trar en su bondad que es «la mayoriai’ qmen piciando d ildvcnimiento de un tirano. No se gobernar. Cabe seiialar que aun aCfuella forma aCfui. en modo alguno. ric una remota. la teoria de la soberania que exige el «Imperio de un hecho repetido infiniclad de vcces en el cu la Ley» es pasible de esta misma objecion, En cle la historia; y. carla vez que sc ha producido. ha esta -dificultad ya habia siclo adverticla hace loeado en una i;lsostenihle situacion intelectual a tiempo, como lo demuestra la siguiente obqu(‘ doptan. omo hase ultima . de Heraclito: «La ley puede exigir, tamaquellos su credo politico. cl principio nel gohierno de la obedecida la voluntad de Un Solo yoria u otra forma similar del principio de la ia. Por un lado, c! principio por ellos acloptado Sintetizando, diremos que soberanla exige que 5P. opongan a c erno menos de la soberan! a exige que 5P. opongan a cualquiPr gohierno menos asienta sabre una base- sumamente clebil, tant0 emcle la mayonl 1. y, por lo tanto. tamhien al nuevo 1 6gicamente.

Lo menos que ha -de exJno. Pero por d otro. el principio 1c»» exige 1 Iwa. ; no se la adopte sin antes examinar cmacepten cualqniPr de-cision tomada por la mayoria otras posibiliclades. rle esle modo. lamhirn cl gohierno clel nuPvo tir La inconsecncncia cle su teoria ohliga. naturalm tc. a paraliz