Política y cristianismo

Política y cristianismo gyCristianPucntes2 cbenpanp 14, 2016 14 pagcs POLITICA DESDE LA FILOSOFIA Y CRISTIANISMO CATALINA ORTEGA OSCAR LADINO SERGIO URIBE MARIÑO CRISTIAN PUENTES DOCENTE: RAFAEL R PACE 1 ori’ to View nut*ge s UNIVERSIDAD SANTO TOMAS – TUNJA FILOSOFA POLITICA 2015 Política desde la filosofía La filosofía tiene presencia en la tierra desde hace muchos años al igual que la política. Estos dos conceptos se relacionan y se complementan mucho ya que en la política siempre se buscan resolver cuestiones acerca del gobierno, la libertad, la justicia, afectaciones en las preguntas y creencias de los seres humanos.

Un ejemplo que respalda esta afirmación, es la Republica de Platón. Sócrates al tener sucesos desafortunados con la política, motivo a platón para realizar esta obra. Este famoso trabajo resultó ser un verdadero ejemplo sobre política y sobre la educación. Para Platón un gobierno justo debería estar en manos de personas con la virtud de la sabiduría; respaldado por guerreros cuya virtud sea la fortaleza y constituido por una gran parte de pobladores dedicados a la artesanía o a la agricultura, moderados en sus hábitos y con la virtud de la templanza.

Los intereses de la mayoría deberían ser considerados más mportantes que los individuales que se limitarán a trabajar y a disfrutar de sus bienes. En tanto que la vida de los dueños del poder, como la de los guerreros debería ser muy austera, sin posibilidad de amasar fortunas ni administrar bienes propios, que para Platón son los que corrompen a la gente. La mujer sería considerada semejante al hombre con tareas más ligeras, pudiendo acceder a la misma educación, mientras los hijos serán cuidados por la comunidad para liberarlas de esas tareas.

Los que demuestran ser menos dotados serán educados en forma elemental y se convertirán en los futuros productores, ientras los más aptos continuarán una educación más amplia. Pero lo más importante en esa república será la justicia que se ejercerá enérgicamente, con autoridad. En Platón como en Sócrates, los valores morales son el fundamento de una sociedad justa como en Sócrates, los valores morales son el fundamento de una sociedad justa.

Estos personajes al igual que Aristóteles, fueron grandes pensadores y buscaban siempre resolver las dudas que surgían en ese entonces. para otros, era primordial esta en armonía interna para lograr estar en armonía civil o política. Por lo tanto, l tema político se introduce bastante en la filosofía y transciende hasta la actualidad. En Latinoamérica, no existía una relación tan fuerte entre filosofía y político como en otros lugares.

Sin embargo, surgieron autores como Enrique Dussel, Leopoldo Zea, Ulises Moulines, José Carlos Mariátegui, Francisco Miró Quesada, los cuales proponen ideas para una mejor forma de gobierno, una vez más, la política genera interrogantes en muchas personas y promueve el surgimiento de ideas, como, la identidad, liberación, sabiduría popular y conocimiento propio. Poltica desde el cristianismo El hombre no puede separarse de Dios, ni la política de la moralidad» Juan pablo II».

Se inicia a hablar del tema relacionado entre política y cristianismo, con la anterior frase promulgada por el Santo papa Juan Pablo II, porque en esta frase el plantea el fin último al que se debiese llegar en un sistema político de un país, en el que siendo la política el poder para gobernar el entorno y diplomacia de un país este debe realizarse de la mejor manera sin separarse de la moral cristiana. POLITICA: «Del latínPoliticus, y éste del gr. perteneciente o relatlvo a la doctrina polítlca. perteneciente o elativo a la actividad polític gr. noÀLtLKóg.

Perteneciente o relativo a la doctrina poltica. Perteneciente o relativo a la actividad política. Dicho de una persona: Que interviene en las cosas del gobierno y negocios del Estado. Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo». La palabra política ha tenido y tiene diferentes connotaciones. En la mayoría de los círculos evangélicos en Colombia, (y

Latinoamérica) su connotación es negativa. Una de las razones de la misma es el historial de corrupción de los partidos pollticos tradicionales y las no muy afortunadas experiencias de participación de cristianos en la arena política. Quizás la animadversión del pueblo evangélico ha sido más hacia el concepto y práctica de la «politiquería» el cual responde mejor a la realidad con que se ha hecho la política en América Latina. Ateniéndonos a su origen etimológico la palabra política viene del sustantivo griego polis que significa ciudad.

El verbo politeuomai se ha traducido como administrar o gobernar na ciudad. Así entonces, el término política llegó a significar el arte o ciencia de gobernar o administrar una ciudad, pueblo o estado. (Ramírez p. 13) El doctor Jaime Ortiz H. primer representante evangélico en una Asamblea Nacional Constituyente en Colombia, agrega a la definición anterior la de «hacer política» Para Ortiz ésta es la responsabilidad que tiene un 40F anterior la de «hacer política» Para Ortiz ésta es la responsabilidad que tiene una persona de administrar con justicia, eficiencia y honestidad, la ciudad. (Ortiz p. 4) Ampliando un poco más el significado, el teólogo e historiador Pablo A. Deiros habla de dos conceptos del término: Uno amplio o general y otro específico. En su sentido general «La palabra política define los medios y la ética de las relaciones sociales. Poltica, es entonces, todo lo que tiene que ver con el bienestar común en términos de una nación en sus relaciones internas y externas» (Deiros p. 10) En su sentido específico, la política es llevar a la práctica ese bien común por medio de organizaciones de ciudadanos que procuran usar el poder para implementar sus propias ideologías.

Deiros llama a la general, la política con mayúscula y a la específica la poltica con minúscula. Deiros p. 1 Cristianismo:» El cristianismo es una religión basada en las enseñanzas y milagros de Jesús, el cual es el Cristo. La palabra «cristo» significa el ungido. Cristo no es el apellido de Jesús. Jesús es el ungido de Dios el Padre el cual vino a este mundo, cumplió las leyes y profecías del Antiguo Testamento, murió en la cruz y se levantó físicamente de la muerte. Llevó a cabo muchos milagros los cuales fueron registrados en los Evangelios por los testigos. ?l es tanto divino y humano en naturaleza. Por lo tanto, Él tiene dos naturalezas y es digno de adoración y a Él se le puede orar. El Cristianismo enseña que Dios es una Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo; no tres dios s OF Cristianismo enseña que Dios es una Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo; no tres dioses), de que Cristo Jesús es la segunda Persona de la Trinidad, que murió en una cruz y fue levantado de la muerte físicamente, que todas las personas se encuentran bajo el justo juicio de Dios ya que todos han pecado contra Él.

También enseña que Jesús es el único camino para ser salvos del juicio venidero de Dios y de que la salvación se recibe por fe en la obra de Cristo en la cruz y no por otra cosa diferente con la que no odemos complacer a Dios. «2 RELACION IGLESIA-ESTADO Otra manera de expresar la participación del cristiano en política es hablar de la responsabilidad del cristiano frente al estado. James p. Eckman cree que la responsabilidad del creyente hacia el estado es claramente enseñada en la Biblia.

Cita por ejemplo la sentencia de Jesús en respuesta a la pregunta de sus discípulos en relación con el pago de impuestos: «Dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios» Mr. 1 2:13-17, la exhortación del apóstol Pablo a someterse al estado Rom. 13:1-7 y su invitación a interceder por los «que están en eminencia» ITim. :1-7 Para Eckman son básicamente cuatro los deberes del cristiano frente al estado: Respetar al estado, por cuanto el estado es ministro de Dios, Obedecer a sus representantes y leyes, pagar los impuestos y orar por las autoridades constituidas. Etica Cristiana, págs. 261-265) Karl Barth, piensa que «La súplica de ITim. 2: 1 es la más íntima y la que al mismo tiempo abarca y radicaliza todas las demás» exhortacion la más íntima y la que al mismo tiempo abarca y radicaliza todas las demás» exhortaciones del Nuevo Testamento a los creyentes en relación con el estado. (Barth, p. 59) Bajo esta premisa incluye otros deberes como el respeto a las autoridades, aunque aclara que el mismo debe adoptar la forma crítica cuando el poder estatal se extravía de la disposición divina.

Menciona también la prestación del juramento y el servicio militar con las naturales reservas cuando se está frente a un estado totalitario u homicida. Incluye además la elección responsable de la autoridad, decisión responsable sobre las leyes, atención responsable a su cumplimiento. Concluye afirmando que la iglesia al realizar «La auténtica predlcación y enseñanza escrlturística y la autentica dministración de los sacramentos, es la que desde el punto de vista de la criatura, apoya y mantiene al estado» (Barth, p. 4) René Padilla, conocido teólogo latinoamericano, en su ponencia «‘El estado desde una perspectiva bíblica» afirma que los escritores bíblicos no enfocan directamente el tema del estado, porque para ellos el poder político institucionalizado es un hecho cuya realidad histórica no necesita comprobarse. Hace una exégesis de Roma 13:1-7, pasaje en el que según el, encontramos la enseñanza apostólica sobre la que debe ser la actitud cristiana frente al poder político.

Esa actitud debe ser una e sometimiento a las autoridades políticas, a las cuales Dios ha delegado la responsabilidad de castigar el mal y fomentar el bien. (Deiros, págs 23-29) Después de revisar las consi responsabilidad de castigar el mal y fomentar el bien. (Deiros, págs 23-29) Después de revisar las consideraciones bíblico-teológicas e históricas en relación con la participación del creyente en política, la respuesta a la pregunta planteada se hace más compleja.

No puede responderse con un simple si o no. Por un lado, la falta de participación de la iglesia y de los cristianos en la poltica, obedece a varias razones: En primer lugar una onceptual: La concepción que se tiene acerca de la política. La mayor(a de los cristianos manejan el concepto de «poltica con minúscula» y al considerarla como algo corrupto y corruptor optan por abstenerse de todo tipo de relación con aquello que «huela» a política.

Esta posición se ha expresado con frases tales como: «El poder corrompe», «No es posible ser cristiano y polltico al mismo tiempo» En segundo lugar, hay una razón sociológica: La mayoría de los miembros de nuestras iglesias han sido personas de estratos socio-economicos bajos, los cuales han sido históricamente xcluidos de las acciones políticas con excepción de la del voto útil a favor de los partidos tradicionales en época de elecciones.

En tercer lugar existe una razón teológica. Tal como anota Deiros: Énfasis teológicos como el dualismo (Espíritu-materia, evangelismo-acción social), el fundamentalismo, escatologías como la dispensacionalista han contribuido a la ausencia de participación del creyente en acciones politicas concretas (Deiros, p. 112) También puede anotarse una razón misiológica. A la mayoría de los misioner 112) También puede anotarse una razón misiológica.

A la mayor(a e los misioneros que llegaron a América Latina sus agencias misoneras les prohibían, por razones obvias, involucrarse en cualquier tipo de intervención en la política doméstica. Su influencia y su ejemplo cundieron en las nuevas congregaciones que se levantaron con la misma mentalidad. Esta realidad ha venido cambiando, sin embargo, desde el último cuarto del siglo veinte.

Evidencia de ese cambio la constituyen experiencias como las de Brasil, Perú, Guatemala, Colombia, que sin ser del todo afortunadas, reflejan una apertura del pueblo evangélico a participar en favor del bien común de su ciudad o ación por medio de organizaciones políticas constituidas para dicho fin. Ahora, es necesario distinguir entre la participación en política del creyente o un grupo de creyentes en forma individual y una iglesia local o denominación cristiana.

Como anota Eckman no hay mandamientos expresos ni evidencias en la Biblia de la participación en política de una congregación local, (Etica Cristiana, págs 268,69) Deiros puntualiza por otro lado que ningun partido político puede abrogarse el titulo de cristiano o evangélico ya que ninguno puede expresar absolutamente los contenidos de la fe. (Deiros, p. 1)3 Historia Algunos hechos importantes ocurridos a través de la historia en relación a política-cristianismo: A. IGLESIAS REFORMADAS Sydney H.

Rooy en su ponencia «Relaciones de la iglesia con el poder político»- modelo reformado- comienza citando el libro del expresidente colombiano Al expresidente colombiano Alfonso López Michelsen «La estirpe calvinista de nuestras instituciones políticas» Según su prologuista monseñor Carlos José Romero, desde el renacimiento hay dos tendencias enfrentadas en el mundo: La católica y la protestante. Esta última es «herencia del dualismo maniqueo, revisada or Lutero y Calvino, según la cual la santidad es imposible al hombre… e ahí que la política prescinda de toda consideración moral ya que la actividad exterior del hombre jamás puede ser buena, ni contribuir a su destino futuro» (Deiros, p. 42) En la conclusión de su libro, López Michelsen afirma que la separación de la iglesia y el estado, y su división de la vida del hombre y de la sociedad, es la raíz de los males políticos de nuestro tiempo. (Deiros, p. 43) Rooy hace un estudio detallado del modelo de la relación Iglesia- Estado en la ciudad de Ginebra bajo la tutela de Calvino.

Afirma entre otras cosas que si bien en teoría Calvino quiso la separación de la iglesia y el estado, en la práctica fue muy dificil mantener separadas las funciones eclesiásticas y políticas. Aunque para algunos la experiencia de Ginebra puede considerarse una teocracia, para Rooy esto no haría justicia a la posición calvinista que procuró separar la iglesia como cuerpo místico de Cristo, del cuerpo político, dos regímenes distintos aunque complementarios, necesarios para el bien común. El mismo Calvino mostró su preferencia por el «gobierno de muchos». g. IGLESIAS BAUTISTAS En su pone 4