La oracion efectiva por los perdidos

La oracion efectiva por los perdidos gyshcikgc 110R5pR 15, 2011 pagcs La Oración Efectiva por los Perdidos por Lee E. Thomas Create PDF files without this message by purchasing novaPDF printer (http://wuw. ‘. novapdf. com) Título en inglés: Praying Effectively for the Lost. Copyright 2003 por Lee E. Thomas. Todos los derechos reservados. Todas las citas biblica Sión Rena -Valera PACE 1 1960. o View nut*ge Traducción por: Dian y Veronica Alicia García Sánchez. 2 printer (http://www. novapdf. com) INDICE CAPÍTULO 1 – Entendiendo la necesidad 4 CAPÍTULO 2 – La base bíblica 8 CAPÍTULO 3 – Aspectos personales 3 CAPÍTULO 4 – Peticiones específicos suficientes para orar por los perdidos; si es que tuvieran alguna esperanza de salvación. Pero enfoquémonos por un momento en lo concerniente a la ceguera espiritual.

En 2 Corintios 4:34 se nos enseña claramente que Satanás ha cegado la mente de los incrédulos con el propósito de que no puedan comprender el evangelio: «Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual s la imagen de Dios. » Lewis Sperry Chafer (1919, p. 7) dice: «El tener cegado el entendimiento, mencionado en 2 Corintios 4:3-4, es una condición de la mente, la cual causa una incapacidad total para comprender el camino hacia la salvación; y es impuesta en los incrédulos por el mayor enemigo de Dios en sus intentos de estorbar el propósito de Dios en la redención. Esta es una condlción de la mente contra la cual el hombre no tiene ningún poder». Veamos el testimonio de conversión de uno de los predicadores más grandes de todos los tiempos, Charles spurgeon (1996, 26-28): Confieso que fui instruido en la piedad, arrullado con canciones de Jesús, y puesto en la cuna por manos santas.

Continuamente había escuchado del Evangelio; sin embargo, cuando La Palabra de Dios llegó a mi con poder fue algo tan nuevo, como si yo hubiera vivido entre las tribus pe 2 3 llegó a mí con poder fue algo tan nuevo, como si yo hubiera vivido entre las tribus perdidas del África Central y jamás hubiera oído de la Palabra que es la base de la limpieza llevada a cabo por la sangre derramada en la cruz. Cuando por primera vez recibí el evangelio, y mi alma fue salva, tuve la impresión de que ealmente jamás lo había escuchado; pensé que los predicadores a los cuales había escuchado no habían estado, en efecto, predicando la verdad.

Pero, al meditar sobre aquella época, me doy cuenta de que cientos de veces había escuchado predicar la verdad del Evangelio. La diferencia es que anteriormente mi corazón no había recibido el mensaje porque no habla estado ahí el poder del Espíritu Santo para abrir mis oídos. Ahora estoy convencido de que la luz resplandeció muchas veces ante mis ojos, pero yo estaba ciego y, por lo tanto, había vivido con la impresión de que la luz nunca había llegado a mí. ero la verdad es que no la podía recibir porque, como ya había dicho antes, no había poder.

Los ojos del alma no habían sido sensibles a los rayos divinos. El testimonio de Spurgeon es un poderoso ejemplo de lo inefectivo que puede ser el evangelio para los que tienen cegado el entendimiento. Compartir el evangelio con aquellos por los que nadie ha orado es como printer (http://wvw/. novapdf. com) pedirle a un ciego que le acompañe a contemplar una majestuosa puesta de sol. Pero esto es inútil, él está ciego, y ino puede ver! No se puede se 83 majestuosa puesta de sol. Pero esto es inútil, él está ciego, y no puede ver! No se puede ser salvo a menos que el Espíritu Santo quite la ceguera espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente» (1 Corintios 2:14). La palabra griega para locura es «moria» de la cual se deriva la palabra imbécil. El diccionario Webster define la palabra imbécil como «la categoría más alta de deficiencia mental». Así que los que no tienen salvación perciben el evangelio como algo sin sentido; pero es el «hombre fuerte» ue gobierna su vida quien causa esta actitud negativa.

Es posible que provoquemos aún más daño que beneficio cuando tratamos de compartir el evangelio a alguien que se encuentra en esta condición (incluyendo cada persona por la cual nadie ora). Jessie Pennl_ewis (42-43) dice: No haremos mucho para traer a aquéllos que están bajo el dominio de Satanás al reino del Hijo de Dios, a no ser que reconozcamos que hay un hombre fuerte cegando su entendimiento al evangelio. Debemos hacer caso a la advertencia de Dios de primero atar al hombre fuerte. Sino todo lo que hagamos por «saquear sus bienes» sólo le enfurecerán, y rovocaremos que se fortalezca aún más.

Una vez que hayamos entendido la importancia de orar por las almas para que sean salvas, debemos aprender cómo hacerlo. En enero de 1979 se publicó en la revista «‘Fullness Magazine» un art[culo escrito por Manley Beasley, con el título 4 83 publicó en la revista «Fullness Magazine» un artículo escrito por Manley Beasley, con el título de «La oración por los perdidos»; el cual iniciaba con el siguiente fragmento: «el orar por los perdidos es un área de la cual mucho se habla pero poco se sabe, y por lo tanto, poco se entiende».

Es como querer abrir una caja fuerte in saber cuál es su combinación; no importa que tan valioso sea lo que hay adentro, al final, nos frustramos y acabamos por rendirnos. 6 Pero las almas por quienes Cristo murió son mucho más valiosas como para darnos por vencidos. por lo tanto, debemos aprender a orar por ellos con eficacia. De hecho, nuestras oraciones deben ser las que eviten que las personas vayan al infierno. El bien conocido evangelista Charles Finney (1876, p. 4) dijo: En el caso de tener un amigo que no conoce a Cristo, la condición para que él pueda ser salvo del infierno consiste en las oraciones echas con pasión y persistencia. Jesús únicamente hacía lo que veía al Padre hacer (Juan 5:19). Así mismo, debemos hacer solamente lo que vemos que nuestro Señor hace, y Hebreos 7:25 nos dice que Él: «… vive siempre para interceder por ellos». Cometemos un grave error al etiquetar solamente a un grupo de cristianos como intercesores. Con esto, tendemos a creer que el resto se encuentra exento de esta responsabilidad. Pero iNO ES ASÍ!

Cada uno de nosotros debe imitar lo que nuestro Señor hace: interceder por otros. Así que s 3 Cada uno de nosotros debe imitar lo que nuestro Señor hace: nterceder por otros. Así que veamos cómo debemos orar con eficacia por los perdidos y de esta forma unirnos a nuestro Señor. 7 LA BASE BIBLICA Uno de los medios más poderosos para orar con efectividad consiste en presentarle a Dios motivos firmes por los cuales nuestras oraciones deben ser contestadas. Incluso, en Isaías 41 :21, Él nos lo ordena: «Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob. Hay muchos fundamentos con respecto a la oraclón por los perdidos, pero los de mayor peso siempre están basados en lo que la Biblia dice. Me gusta la manera que F. . Huegel (1959, p. 80) lo expresó: Si logramos someter nuestras oraciones a los grandes propósitos de Dios en la proclamación del evangelio y en la extensión del reino de Cristo, comenzaremos a orar con el espíritu y ánimo con que oraron el apóstol Pablo, o como David Brainard, o como George Muller, o el apóstol de la oración: John Hyde; entonces nuestras oraciones serán escuchadas, y grandes cosas sucederán.

Nuestro amor por los perdidos debe ser uno de los motivos principales para orar por e • n ha sido descrita como 6 3 «el amor Ciertamente, fue el amor de Dios por la humanidad que llevó Jesús a la cruz; fue por amor a sus cinco hermanos que el hombre rico que se encontraba en el infierno se vio obligado a orar por ellos: a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento… » (Lucas 16:2728). Así que es el amor el que nos conduce a la intercesión. La histórica Iglesia Pacific Garden Mission, situada en Chicago, ha sido usada poderosamente por Dios para rescatar cientos de almas del infierno.

Y no me sorprende que un anuncio de aproximadamente 56 metros de altura (el cual tiene impreso: Pacific Garden Mission) incluye un recordatorio: «Las oraciones de las madres te han alcanzado» Sólo en la eternidad sabremos el increíble número de almas que fueron salvas a través de las oraciones y las lágrmas derramadas como resultado del amor de una madre. En efecto, el amor es nuestra arma excepcional para llevar salvación a los perdidos. Otra base bíblica en cuanto a la oración por los perdidos es la fe. Jesús dijo: «…

Sí puedes creer, al que creé todo le es posible» (Marcos 9:23). odo es posible incluye, indudablemente, la salvación de las almas. Si creemos que Dios puede salvar a alguien del infierno, entonces así será. Cuatro hombres trajeron Jesús a su amigo paralitico y al ver la fe de ellos les dijo. hijo tus pecados te son perdonados». (Marcos 2:5). Aunque sólo lo trajeron a Jesús para ser sano, también recibió el perdón de pecados. Ésta es una maravillosa muestra del poder de la fe. De hecho, la fe es la clave del reino de Dios. ?sta es una maravillosa muestra del poder de la fe. De hecho, la fe es la clave del reino de Dios. Considero el pasaje de Santiago 5:16 una de mis razones predilectas para orar por los perdidos, debido al poder que se le atribuye a la oración: «la oración del justo puede mucho». Inclusive, la oración es increíblemente oderosa ya que es la influencia más eficaz en todo el universo; algo que ni siquiera podemos comprender. La oración es una tarea inigualable que va más allá de la imaginación del hombre.

Porque cuando el cristiano ora, su capacidad para alcanzar y su potencial para hacer el bien se multiplican mil veces, hasta cien mil veces. Esto printer (http://wuvv„’. novapdf. com) no es una exageración porque cuando el hombre ora, iDios actúa! (Huegel, 1959, p. 10). Aproximadamente 92,000 personas murieron durante la Segunda Guerra Mundial cuando la bomba atómica fue lanzada en Japón; in embargo, cuando Asina asedió Jerusalén provocó que el rey Ezequías clamara a Dios a favor de su pueblo, y como resultado Dios envió un ángel que mato a 185, 000 personas en una noche. Así que la oración de Ezequías fue doblemente explosiva que la bomba atómica! iSí la oración es suficientemente poderosa para destruir ejércitos, cuanto más certero es su poder para salvar almas! Sería suficiente el hecho de que Dios espera que oremos por los perdidos, aunque no hubiera una base bíblica que lo sustentase. La Biblia dice que Dios se maravilló al no encontrar ningun i na base bíblica que lo sustentase. La Biblia dice que Dios se maravilló al no encontrar ningún intercesor en Israel (Isaías 59:16).

Esto nos dice que Dios esperaba encontrar a alguien, por lo menos uno. Veamos el comentario de Andrew Murrey (p. 1 14) sobre la búsqueda de Dios por intercesores: A menudo Dios tuvo que preguntarse y quejarse debido a que no había ningún intercesor; nadie que se animará a echar mano de Su fuerza. Y aún en nuestros días, Dios se maravilla de que no haya intercesores y que no todos Sus hijos se entreguen a realizar esta tarea tan sublime; la cual considera ser su principal misión, a más efectiva y deleitante. Y quienes lo hacen no la abrazan con tal intensidad y perseverancia.

También Se maravilla de encontrar ministros del evangelio quejándose de que no pueden entregarse a realizar esta labor porque las actividades del ministerio les absorben la mayor parte de su tiempo. Dios ha colocado como prioridad número uno en nuestras vidas el orar por otros. Escuchemos el clamor del corazón de Dios: Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de a verdad (1 Timoteo 2: 1-4). 10 printer (http://uwm. novapdf. om) La palabra griega para principio es «proton», la cual, según el Diccionario Strong, significa ser el primero en tiempo, lugar, orden o importancia. Dios desea que todos los h Strong, significa ser el primero en tiempo, lugar, orden o importancia. Dios desea que todos los hombres sean salvos; sin embargo, nadie puede ser salvo sí no hay oración. Por lo tanto, no deberíamos asombrarnos de que la oración encabece la lista de las cosas que Dios nos pide que hagamos. Además dentro de todas las razones que tenemos para orar por los perdidos ncontramos los ejemplos bíblicos. Nuestro mayor ejemplo es el mismo Señor Jesucristo.

De acuerdo con la profecía que encontramos en Isaías 53, El Mesías «oró por los transgresores», y literalmente ésta profecía se cumplió cuando Él oró en la cruz: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lucas 23:34). Jesús debiera ser nuestro modelo continuo en la oración intercesora. El es nuestro Señor y Salvador, Rey de Reyes, sentado en los cielos, y a pesar de ello; Él aún permanece orando por otros hasta hoy en día. El pasaje de Hebreos 7:25 dice: «por lo ual, puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos» y esto me deja atónito.

Otro buen ejemplo a seguir es el apóstol Pablo, quien en Romanos 10:1 declara: «Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel es para salvación». En el libro Born for Battle, R. Arthur Mathews (1978, p. 104) describe a la oración como: El fin de la búsqueda divina para ponernos en la brecha e interceder por la gente que está condenada a la destrucción debido a sus propios pecados y a su empecinado rechazo a la autoridad de Dios en