La democracia inconclusa

La democracia inconclusa gy oscarhistoria ACKa6pR 03, 2010 | E pagos UNIVERSIDAD DEL VALLE FACULTAD DE HUMANIDADES MAESTRA EN HISTORIA DEPARTAMENTO DE HISTORIA RESENA CRITICA LA DEMOCRACIA INCONCLUSA Historia de la soberanía del pueblo en Francia. DOCENTE: GILBERTO LOAIZA CANO Presentado por: OSCAR FERNANDO MANRIQUE FLOREZ Código NO 1000334 Reseña Crítica como En el curso de Semin Corrientes historiogr Maestría en Historia, or6 o de Departamento de Historia Santiago de Cali Agosto-Diclembre, 2. 10 Reseña Crítica: Libro «La Democracia Inconclusa. » Autor Libro: Pierre Rosanvallon, Blois – Francia Publicación: Año de Diciembre 15 de 2. 006 Alumno Maestría en Historia: Oscar Fernando Manrique Flórez Sesión: 70 Historia conceptual e historia política. Año: 2. 010 organización social para la igualdad vital de habitación, que irrumpe los efectos súbitos de la pulsión popular. En La democracia inconclusa Pierre Rosanvallon, señala que desde su origen la democracia representativa enfrenta la dificultad de expresar la soberanía popular y la de conciliar la aspiración a la autonomía individual con la de la participación en un proyecto colectivo. En ese sentido, para el autor, la democracia a constituido siempre y al mismo tiempo una solución y un problema para instituir una ciudad de hombres libres.

Al enfrentar el proceso de organización del estado, el pueblo que ha entregado por tanto tiempo su dirección a un gobierno monárquico, dotándolo de condiciones hegemónicas en cuanto a su disposición y generación de decisiones para conducir un territorio, afronta un cambio que se argumentará o podrá darse solo en el reconocimiento de la soberanía del pueblo, sin que medien elementos estructurales de control para que las pulsiones que nacen de la inconformidad no gobiernen, en cambio el rumbo e decisiones políticas, económicas y sociales se administren en una democracia representativa.

Esta democracia representativa debe cumplir con las condiciones de participación soberana del pueblo, a través de sus representantes y debe reconocer en su estructura elementos de superioridad jerárquica que le permitan al pueblo sentirse representado por sus elegidos, estos grupos seleccionados de representantes encarnan colectivos de representación y control entre ellos mismos. Ele m e de representantes encarnan colectivos de representación y control entre ellos mismos.

Elementos de jerarquía para ejercer el poder soberano, como el «referendo» aparecen garantizando el poder transformador del pueblo en el siglo XVIII, tras estos elementos de manifestación de la pulsión social el pueblo podrá canalizar sus decisiones supremas a través de este dispositivo pacificador contundente. El interés del referendo no es solamente restituirle al pueblo un poder confiscado por sus representantes, es el de «resolver en un solo día» las grandes querellas que dividen los partidos y la opinión pública, constituyendo por este hecho mismo un instrumento de pacificación social. General Boulanger», Rosanvallon, 2006:275) La democracia representativa a partir del invierno de 1790 y en la primavera de 1791, se piensa como «la democracia de opinión» apoyada en el concepto de vigilancia, vigilancia del pueblo, asi como el poder de ratificación para los ciudadanos, que separa la iniciativa de la producción legislativa.

A la par se aclara el imperativo en términos extraordinariamente sugestivos «El poder de vigilancia y de opinión por pertenecer a todos los individuos por igual, por poder ejercerlo todos ellos por si mismos, sin representación y sin peligro para el cuerpo oltica, constituye esencialmente la soberan[a nacional». «Nicolas Boneneville», Rosanvallon, 2006:44) Así pues, se instala una democracia de vigilancia crítica al interior mismo del sistema representativo, la opinión es un poder abso 31_1f6 de vigilancia crítica al interior mismo del sistema representativo, la opinión es un poder absolutamente general y eficaz, pues no está sujeto a ninguna regla ni está limitado por procedimiento alguno.

La democracia representativa evolucionó a lo largo de los siglos, las constituciones del llamado Estado Liberal consagran, rimordialmente, el valor de Libertad, los derechos individuales y la división de los poderes, se reivindica la soberan[a popular en oposición a la soberanía del rey y su legitimidad divina, pero la participación popular fue sólo formal y muy restringida.

Fue entonces necesario mantener en las convenciones periódicas el principio del orden para que aquellos que la rechazaran, fuesen considerados contrarios a la constitución, cuando un pueblo está bien constituido la insurrección no debe ser permitida, puesto que la ley ha previsto todo. Un pueblo que necesita una insurrección para organizarse es un pueblo esclavo, de esta anera la democracia representativa se enfrentó a la superación de la contradicción entre la acción revolucionaria, como poder sin forma, expresión de un pueblo instituyente, y el instituido representativo.

En este proceso de transformación algunos pensaron en el impedimento que el poder del pueblo fuese institucionalizado, dado que se transformaría la naturaleza propia de la dinámica republicana, sin embargo la forma de trasladar esta soberanía a la representación fue una transición, un camino que hiló y propuso elementos de opinión, control, publicidad y partición i ransición, un camino que hiló y propuso elementos de opinión, control, publicidad y partición introduciendo un concepto armonizador de posibilidades que se acercaron a la neutralización revolucionarla y el asentamiento administrativo en común La soberanía de la razón tuvo protagonismo frente a los criterios rousseaunianos, expulsando cualquier manera de concebir la actividad decisiva en la soberanía del pueblo, sustentando que era necesario acabar con la usurpación de la fuerza, prevalecen en esta perspectiva la soberanía del derecho y de la justicia, sin perjuicio de ser incompletas y vulnerables puesto que ninguna eunión de hombres las posee o puede poseerlas sin vacios y sin límites.

La metáfora de la representación se niega a sí misma, se espera que el representante ejecute a cabalidad lo que su representado considera como expresión del pueblo, sin embargo para que el representante actúe y comparta lo que su representado solicita debe tener las mismas condiciones del representado, sino iría tras unos resultados diferentes a los que el pueblo soberano aspira, la condición de representado en su momento requería de elementos básicos y determinantes para liderar un proceso de epresentación, calidades de vida y situaciones de propiedad que caracterizan a los elegidos, es de esperarse que se distorsionen aquellas prioridades de la colectividad.

El imperio bonapartista tuvo un principio político al condensar el concepto de emperador como el Hombre-pueblo, derrumbando la distancia que se pudiera entender condensar el concepto de emperador como el Hombre pueblo, derrumbando la distancia que se pudiera entender entre el representante y el representado, fundiéndose uno en el otro con el propósito de conducir la voluntad popular y permitiendo que la oberanía del pueblo se logre efectivamente cuando toma cuerpo en un hombre. Continuamente la dinámica democrática se transforma en la búsqueda de acercar el propósito de la organización y el bienestar social, ¿Cómo representar el querer del pueblo? Y si este ¿es o no representable a través de los mecanismos hasta ahora utilizados?

Es la respuesta que no se encuentra cuando se analizan los resultados de tal evolución, lo que es un esquema ordenado, en el cual se toma en cuenta cada integrante del poder soberano – el pueblo – trata de revelar la acción del voto y no de la elección onsiente de un representante que identifique con certeza las necesidades de los representados y que propenda por llevarlas a consideración de los cuerpos colegiados decisorios para conseguir una estabilidad justa. El rey no es soberano, será una expresión inolvidable que representa el cambio completo de una organlzación colectiva que a la fecha sigue en evolución transformadora, buscando un solución que medie entre las pulsiones revolucionarias devastadoras y la formalización de sus instituciones, no todo lo que se considera necesario es posible, ni todo lo establecido es lo requerido por el pueblo.