Itinerario o Peregrinación de Egeria

Itinerario o Peregrinación de Egeria (siglo IV) Traducción, introducción y notas Manuel Domínguez Merino PARTE SEGUNDA Del recorrido por los lugares santos. Itinerario o peregrinación de Egeria Capítulo XXIV Ceremonias y liturgia 1. – Para que vuestra día por los lugares santos, debo hacéros dispuestas a creerlo ánimo. 5 Swipe p ingo. s realizando cada que estáis Cada mañana, antes del canto de los gallos, se van abriendo todas las puertas de la Anástasis 1 y comienzan a bajar todos los monazontes y las parthene, 2 como aquí los llaman; y no sólo ellos, sino también laicos, tanto los hombres omo las mujeres que desean hacer la vigilia matutina, y, desde esa hora hasta el amanecer, se dicen himnos y siguen los salmos y las antífonas. 3A cada uno de los himnos se dice una oración. Los presbíteros, de dos en dos y de tres en tres, e igualmente los diáconos, se turnan a diario con los monazontes, que, a cada himno o antífona, recitan las fieles.

Mientras va saliendo el obisp06 de dentro del cancel, todos los presentes se acercan a besar su mano y él los va bendiciendo uno a uno, mientras sale, y así se dice la misa, ya de día. 7 Es una parte de la Iglesia de la Resurrección. Esta palabra griega significa levantamiento o resurrección. El Santo Sepulcro construido por el emperador Constanino se componía de las siguientes partes: Atrium, Martyrium, Atrium interior ante Crucem y Anástasis, lugar del sepulcro y Resurrección del Señor. Eusebio de Cesarea dejó una detallada descripción de todo ello.

El Martirium, la Cruz y la Anástasis estaban incluidos en gran rectángulo, con corredores a los dos lados de la basílica, se comunicaban con la Anástasis, por dos puertas. 2 Son dos palabras griegas, que significan: solitarios o que viven solos, esto es, monjes y monjas o írgenes. 3 El canto de la Iglesia consistía por regla general en el canto de salmos o himnos especiales. Además de las funciones eucarísticas, se hicieron célebres las horas fomentadas particularmente por los monjes. En primer lugar se Introdujeron la tercia, sexta y nona, a las que siguieron los maitines y laudes, las vísperas y los tres nocturnos.

Más tarde, se añadió prima entre laudes y tercia y se separó completas de las vísperas, formando la oración de la noche. A estas funciones litúrgicas, en que se mezclaban salmos, himnos, lección de Escritur cudían los fieles con gran 2 OF SS evoción, sobre todo cuan lección de Escritura y oración, acudían los fieles con gran devoción, sobre todo cuando no había misa. 4 En España habla una práctica similar a la de Jerusalén, dimanada de las disposiciones conciliares. Oraban los cristianos al amanecer, a las nueve, a las doce a las tres de la tarde, al encender las luces y aun a media noche. Son los que se preparan para recibir el santo bautismo. En griego KatEKOUUEV00. 6 Parece ser que el obispo de Jerusalén, que conoció Egeria durante su estancia en la ciudad sagrada, fue Cirilo, cuya sede dependía de la metropolitana de Cesarea arítima. Siendo aún simple sacerdote organizó el catecumenado en la ciudad, pronunciando sus elocuentes Catequesis. Murió siendo obispo de Jerusalén el año 386, durante el reinado del emperador Teodosio. 7 El acto fundamental del culto cristiano era el «Sacrificio», que, desde mediados del siglo IV se llamó missa.

Quiero dejar clara la idea de que la frase «fit missa» u otra similar se refiere claramente al santo sacrificio de la MISA y no significa , como he visto traducido: «tiene lugar la despedida» o «se despide al pueblo», tomando el participio latino del verbo mitto, que aquí no tiene lugar. El primero en quien se encuentra esta palabra es san Ambrosio, y, según parece, proviene de la expresión Ite, missa est, en que el término missa significa missio o despedida, y se decla a los catecúmenos después de la primera parte y a los fieles al fin de los oficios. Era la Eucaristía o misa e 3 OF SS los fieles al fin de los oficios.

Era la Eucaristía o misa el acto más típico del culto cristiano, por lo cual se recordaba y reproducía lo que hizo Cristo en la última cena. Se distinguían la misa de los catecúmenos – 3. – De nuevo a la hora sexta y de igual forma, bajan todos a la Anástasis; se dicen los almos y las antífonas, hasta que se avisa al obispo, que baja, pero no se sienta, sino que pasa directamente por el cancel dentro de la Anástasis, o sea, dentro de la gruta, como por la mañana. Del mismo modo hace oración, bendice igualmente a los fieles y de esta forma sale: se acercan a besar su mano y lo mismo se hace a la hora de nona como a la de sexta. . – A la hora décima, denominada aquí lycinicon y que nosotros llamamos lucernaria 8, toda la gente se reúne nuevamente en la Anástasis; se encienden todas las luces y cirios, produciéndose una iluminación extraordinaria. No entra luz lguna desde fuera, sino que sale de dentro de la gruta, donde de noche y día siempre está encendida alguna lámpara dentro del cancel. Se dicen también los salmos de vísperas y las antífonas, durante largo rato, se avisa al obispo, que baja y se sienta en un lugar elevado. Mientras, los presbíteros van ocupando sus sitiales, mientras se van diciendo himnos y antífon 5. Una vez hecho todo, se mbra, el obispo se todo, según se acostumbra, el obispo se levanta y se coloca ante cancel, o sea, delante de la cueva, y alguno de los diáconos hace conmemoración de cada uno, como suele ser costumbre. Dichos por el diácono los nombres de cada uno, siempre hay allí muchos niños, respondiendo: «KupLE, EÀELoov», como decimos nosotros «miserere nobis». Contestan muchísimas voces. 6. – Cuando el diácono ha terminado todo lo que tiene que decir, primero el obispo reza una oración, orando por todos, y lo mismo hacen los demás, tanto los fieles como los catecúmenos unidos.

El diácono eleva la voz y dice que cada catecúmeno, según está, incline la cabeza y de este modo el obispo, de pie, imparte su bendición sobre los catecúmenos. Se dice una oración y nuevamente el diácono eleva su voz y pide que odos los fieles, de pie, inclinen la cabeza. De este modo bendice el obispo a los fieles y así acaba la misa de la Anástasis. 7. – Van acercándose todos, de uno en uno, a (besar) la mano del obispo, que luego es acompañado, desde la Anástasis hasta la Cruz, entonando himnos, en unión del pueblo.

Llegado al lugar, hace primero oración, luego bendice a los catecúmenos, después ora de nuevo, bendice a los fieles, y después, tanto el obispo como toda la gente van detrás de la Cruz y allí se hace lo mismo que delante. Se besa la mano del obispo, como se hizo en la Anástasis, delante de la Cruz y detrás de la Cruz. Hay colgadas por doquier unas grandes lámparas de erosos cir s OF SS detrás de la Cruz. Hay colgadas por doquier unas grandes lámparas de cristal y numerosos cirios, tanto ante la Anástasis, como delante y detrás de la Cruz. Se termina todo al atardecer.

Esta ceremonia se tiene a diario, durante seis días, junto a la Cruz y la Anástasis. desde el principio hasta el evangelio y sermón inclusive- y la misa de los fieles -desde el ofertorio hasta el fin-. pero no en todas partes seguían idéntica liturgia. Dentro de sus variedades, se diferenciaban en el siglo IV cuatro liturgias fundamentales: romana, galicana, lejandrina y siríaca, que era la que se practicaba en Jerusalén. Los clérigos debían asistir diariamente a la misa y los demás miembros de la comunidad, todos los días de las tres semanas precedentes a la Epifanía, los de Cuaresma y los domingos del año.

Al que faltaba a la misa tres domingos seguidos se le imponía una penitencia pública. Los fieles tomaban la sagrada comunión bajo las dos especies, recibiendo en la palma de la mano el pan eucarístico -era bastante frecuente que las mujeres la recibieran sobre un paño de lino- y tomaban el vino en un gran cáliz, forma que duró en Occidente hasta el siglo IX. Los que no comulgaban recibían al fin de la misa un pan bendito, llamado eulogia». 8 Era la denominación del rezo de vísperas, palabra griega, ÀUXVU

Pero hay una costumbre de no abrir los santos lugares antes de que canten los gallos. 9. – Antes de que canten por vez primera, baja el obispo y entra a la cueva de la Anástasis. Entonces se abren todas las puertas y llega la gente hasta la Anástasis, donde ya lucen infinitas luminarias. Después que ha entrando el pueblo, los presbíteros recitan un salmo, respondiendo todos, y luego se hace oración. También cualquiera de los diáconos dice un salmo y se reza como antes; luego algún clérigo recita un tercer salmo y una tercera oración y se hace conmemoración por todos. 10. Dichos pues estos tres salmos y hechas las tres oraciones, se llevan al interior de la gruta de la Anástasis unos incensarios, a fin de que todo su interior se sature de buen olor. Entonces, estando el los evangelios V se , dentro del cancel, toma S cancel, toma los evangelios y se acerca a la entrada para leer él mismo el relato de la resurrección del Señor. Tan pronto como comienza la lectura, se produce un murmullo y un griterío al entre la gente, con tantas lágrimas, que el más duro se deshace en llanto, al contemplar cómo el Señor pudo soportar tanto dolor por nosotros. 11. Terminada la lectura del evangelio sale el obispo y es llevado entre himnos a la Cruz y todo el pueblo va tras él. De nuevo se recita un salmo allí y se dice una oración, bendice otra vez a los fieles y se acaba la misa. Al salir el obispo, todos acuden a besarle la mano. 12. – Ahora se retira el obispo a su casa y todos los monazontes 9 regresan a la Anástasis, para rezar salmos y antífonas hasta el amanecer, y, a cada salmo o antífona, se reza una ración. Por turnos los presbíteros y diáconos hacen vigilia diariamente delante de la Anástasis, en unión del pueblo, incluidos los laicos, tanto las mujeres como los hombres.

Si quieren, se quedan allí hasta la salida del sol; si no lo desean, se vuelven a sus casas y se retiran a dormir. capítulo MV Oficios matutinos 1. – A la amanecida, puesto que estamos en domingo, se acude a la iglesia mayor, la que mandó hacer Constantino,10 y está en el Gólgota detrás de la Cruz, y se realiza en ella, segun la costumbre, todo cuanto se hace en un día de domingo. Se suele hacer así: de 8 OF SS ntre todos los presbítero n la sede, salen a predicar entre todos los presbíteros que están en la sede, salen a predicar los que lo desean y, después de ellos, hace el sermón el obispo. 1 Estas predicaciones se hacen 9 Ya dijimos anteriormente en la nota n0. 82 que eran una especie de monjes. Es la iglesia principal. 11 El obispo solía predicar sentado en su cátedra. Muchas veces lo suplían los presbíteros o diáconos, pues no sólo se predicaba los domingos y fiestas, sino frecuentemente todos los días. Los oyentes estaban generalmente de pie y manifestaban a veces con aplausos su aprobación. 10 -7- specialmente los domingos, para que el pueblo se instruya en las Escrituras y en el amor de Dios. Mientras se predica, se produce mucho retraso, por lo que la misa no puede decirse antes de la hora cuarta o de la quinta. . – Acabada la misa, tienen costumbre en la iglesia, como ocurre en otros sitios, de que los monazontes, cantando himnos, acompañan al obispo desde la iglesia hasta la Anástasis. Cuando comienza la marcha del obispo con los himnos, se abren todas las puertas de la basílica de la Anástasis, y entra todo el pueblo, sólo los fieles, los catecúmenos, no. SS diácono eleva su voz rogando a todos que inclinen a cabeza, según están, de pie, y así el obispo, también de pie, imparte su bendición desde el cancel interior y luego sale. 4. A la salida del obispo, todos se acercan a besar su mano y de este modo se alarga la misa casi hasta la hora quinta o sexta. Lo mismo ocurre con las vísperas, según costumbre. Este uso se respeta cada día y durante todo el año, excepto los días solemnes, de los que ya hablaremos más adelante. 5. – Lo más importante de todo lo que se hace es que los salmos y las antífonas son siempre los apropiados. Tanto los rezos de la noche, como los matutinos, como los del [a, o sea, los de sexta y nona, y los de vísperas, son siempre tan aptos y apropiados, como lo pide el tema del día de que se trate. . – Durante todo el año, se va el domingo a la iglesia mayor, esto es, la que está en el Gólgota detrás de la Cruz, que hizo Constantino, excepto un domingo al año, el de quincuagésima por Pentecostés, en el que marchan a Sion, como veréis después, para llegar, antes de la hora de tercia, después de dicha la misa en la iglesia mayor… (Falta un folio) La fiesta de Epifanía y su octava. 12 El Occidente recibió del Or’ de la Epifanía, con que se 0 DF 55 cierra el ciclo de Navidad.