Introducción

Introducción gy SyhawaItk-MoIero 16, 2016 | 4 pagos Introducción. La cisticercosis es una parasitosis de humanos y cerdos causada por el metacestodo de Taenia solium, el cual presenta el escólex del parásito adulto invaginado en una vesícula. La infección se adquiere al ingerir huevos o proglótidos grávidos del cestodo, eliminados con las heces fecales del humano infectado con Taenia solium, el hospedero definitivo y principal factor de riesgo.

Las oncosferas se liberan en intestino delgado, invaden la pared intestinal y migran a músculo estriado, SNC, jos, tejido graso subcutáneo y corazón, y otros tejidos, en donde se desarrollan los cisticercos, produciendo diversas patolog[as. La invasión a sistema nervioso central (SNC) da lugar a la neurocisticercosis (NC un roblema de salud pública en países en desarrollo, causan regiones endémicas En México, esta para consultas neurológic primera causa de de Let SIS S dad y mortalidad en ora si África. n el 11% de las (as y se considera dultos (Chavarría A, Fleury A, García E, Márquez C, Fragoso G, SCiutto E. 005; Nash et al. , 2013). El fenómeno de la migración humana ha contribuido a que la cisticercosis se considere ahora como una parasitosis reemergente en paises no endémicos, como EEUU, Canadá, Australia, Japón, países de Europa e incluso países musul SWipe page musulmanes. (Del grutto & García. 2012; Bobes et ala, 2014; Fleury et al. , 2015). Cabe considerar a Taenia asiatlca, especie que da lugar a cisticercosis, y que hasta ahora, se ha dispersado en países asiaticos. Sin embargo, como lo menciona un grupo de investigadores, el parásito no es inmune a la globalización. Galan Fuentes. 2014). Otras especies zoonóticas de Taenia han sido descritas como causa de cisticercosis humana en sujetos inmunocomprometidos, pero existen también reportes de cisticercosis debidas a Taenia crassiceps y Taenia martis, identificadas por métodos moleculares, de pacientes inmunocompetentes. (Tappe et al. , 2015). La cisticercosis humana es una enfermedad con un importante componente médico-social y con impacto económico en algunas áreas del mundo, especialmente cuando su localización es el sistema nervioso central como ocurre en América Latina (1).

Es causada por el estadío larvario del parásito Taenia solium en la mayor(a de los casos y en muy pocos ha sido atribuible a T. saginata. Los huevos del parásito adulto aenia solium, alojados en el intestino delgado del hombre, se dispersan por el medio ambiente cuando las condiciones sanitarias no son adecuadas, y tanto el hombre como el cerdo, en este caso actuando como hospedadores intermediarios, pueden ingerirlos.

Los huevos contienen al embrión hexacanto, el cual puede penetrar la pared intestlnal en las primeras porciones del duodeno p exacanto, el cual puede penetrar la pared intestinal en las primeras porciones del duodeno para viajar hasta los tejidos del globo ocular y el sistema nervioso central, lo cual es definido como neurocisticercosis. De igual forma, el embrión hexacanto puede llegar al tejido celular subcutáneo y al músculo.

Aunque en casi todos los estudios epidemiológicos, el número de personas con Taenia soliumes muy bajo en comparación con las personas con cisticercosis, no hay duda de que los portadores del adulto de Taenia solium en su intestino, y quienes los rodean, orren mayor riesgo de desarrollar cisticercosis por el mecanismo de auto y heteroinfección, respectivamente. El diagnóstico de la cisticercosis debe ser abordado integralmente en sus tres componentes epidemiológico, clínico y de laboratorio, en cada uno de los cuales existen limitaciones.

La cisticercosis se origina cuando los huevecillos de la solitariallegan al ser humano por malos hábitos higiénicos, se alojan en el intestino delgado e invaden al organismo a través del torrente sanguíneo, pudiendo afectar al cerebro y provocar la muerte de su anfitrión. Comúnmente conocida como «solitaria», la taenia solium es un gusano plano que se aloja en el intestino grueso de algunos hombres y llega a medir entre 2 y 7 metros de largo. Está formada por múltiples segmentos, y en su parte final se acumulan cientos de miles de huevecillos que se desalojan a través de las heces.

Lo anterior no repres 3Lvf4 cientos de miles de huevecillos que se desalojan a través de las heces. Lo anterior no representaría un problema si todos los criaderos de cerdos cumplieran con medidas sanitarias pertinentes, pero or no ser así los animales tienen la posibilidad de entrar en contacto con excreciones fecales humanas al aire libre. Si el porcino las come cuando están infestadas de huevecillos de taenia, las aloja en su organismo donde crecen hasta alcanzar el tamaño de una larva, momento en que recibe el nombre de cisticerco.

Por otra parte, en ciertas regiones de México las tierras de cultivo son regadas con aguas tratadas (no para consumo humano) que contienen excreciones de los porcinos de la misma zona. Es más frecuente en la región del Bajío, donde la fresa que es uno e los principales sustentos para los agricultores es altamente susceptible de infectarse con huevecillos de taenia y alojarlos hasta que es una fruta madura, lista para la venta y el consumo humano.

El peligro empieza cuando el hombre come carne del animal o fresas contaminadas, pues el microorganismo ingresa al cuerpo humano y ya dentro de él termina su desarrollo -al cabo de cuatro meses-, siendo capaz de producir dos enfermedades: teniasls, caracterizada por falta o exceso de apetito, náuseas, dolor abdominal o diarrea, y cisticercosis, padecimiento que puede tener consecuencias en verdad graves.