Ensayo de méxico bárbaro » john kenneth turner»

INTRODUCCION En el ensayo sociopolítico de la obra México Bárbaro de John Kenneth, su objetivo primordial es informar al pueblo mismo de los hechos ocurridos en México con la finalidad de impedir la intervención norteamericana contra una revolución cuya injusticia es indiscutible.

El título de este ensayo fue escrito en los años de 1908 por este periodista estadounidense antes mencionado, que se dedico a dar a conocer en los Estados Unidos los acontecimientos que se daban en México en aquella época, describiendo la esclavitud humana desgarradora que se racticaba durante el gobierno de Porfirio Díaz en lugares como Yucatán y Valle Nacio de las la primera edic la luz en forma de lib en 1911 claro que du vanas ediciones de la d en ico momentáneo PACE 1 Je rofundidad, vio de Norteamérica se han hecho Xico como en EE.

IJI_J, cual es considera como una importante contribución a la descripción de las condiciones sociales que existían en el México prerrevolucionario del Porfiriato. En esta obra tan impresionante se describe la manera en que vivían de los indígenas esclavos; mayas y yaquis, entre otros. Pero se hace una mención especial a los yaquis, los cuales ueron perseguidos y casi exterminados, algunos trasladados hasta Yucatán.

De igual manera se narra sobre como los «reyes del henequén», la denominada «Casta divina», esto asignado al termino que llamó el general Salvado Swipe to View nexr page Salvador Alvarado al grupo de hacendados henequeneros indudablemente ellos ejercían el poder económico en Yucatán, hacían endeudar a personas mediante la «tienda de raya» o con otros métodos, usados por los «enganchadores», para que después «saldaran» la deuda trabajando, pero la realidad era que tal deuda nunca desaparecía. Se detalla que estos personajes ometían a sus «obreros». John decide usar el término esclavo.

Todavía se ocultaban sus actos de esclavitud a principios del siglo XX aun cuando se tenía legalmente abolida esa práctica inhumana en México desde 1810. Este reportaje nos marca un amplio detalle sobre la situación poltica y soclal de México durante el ocaso de la larga dictadura de Porfirio Díaz. John Kenneth, durante sus viajes por la República Mexicana, con sus entrevistas, sus investigaciones, y el hacerse pasar de incógnito por un empresario norteamericano y millonario, Turner nos expone el estado esclavista que sometió la mayoría de la población indígena y mestiza del país en pleno siglo XX.

Aquellos «trabajadores-esclavos» debían someterse a los maltratos físicos, las largas jornadas de trabajo sin descanso, a condiciones de vivienda y alimentación inmensamente precarias que generalmente los conducían a la muerte en un corto plazo, a los engaños para ser «contratados-secuestrados» y a los abusos de poder por parte del mismo gobierno para robarles sus tierras de tradición milenaria, todo esto transcurre durante los años de 1908 y poco antes de la Revolución.

MEXICO BARBARO JOHN KENNETH TURNER 2 8 Revolución. MÉXICO BÁRBARO «Los esclavos de Yucatán» Para iniciar de fondo al estudio de esta obra mencionare cada uno de los XVII capítulos, claro cada uno con un matiz extraordinario, el autor nos narra detenidamente los sucesos incontables de la población como la de los gobernantes con sus trucos y engaños. Partiendo del capitulo primero como su propio titulo lo enfatiza, «Los esclavos de Yucatán», se exponía una pregunta directa ¿Qué es México? no solo la descripción de un orden de gobierno, sino como la población adoptaba y vive esa pregunta, o el mismo autor determino en su indagatoria al nvestigar que el México que describían no era un país con una constitución y leyes escritas tan justas y democráticas como las norteamericanas, lo cual redacto que México es un país sin Libertad política, sin palabra, sin prensa libre, sin elecciones libres, sin sistema jurídico, sin garantías individuales, pero nos solo es escribir lo que el autor dlce sino leer entre líneas y descubnr que ciertamente nuestro México es todo ello aun con el paso de los años y generaciones transcurridas se lleva esa misma directriz, cuanto de cierto son estas palabras que México es una tierra sin erechos legitimas. El autor plantea varias premisas: primeramente expone el estado político en el que se encuentra el país durante la dictadura de Díaz; su segunda premisa expone los regímenes esclavistas en las haciendas de henequ 38 dictadura de Díaz; su segunda premisa expone los regímenes esclavistas en las haciendas de henequén tanto en Yucatán como en Quintana Roo, así como las identidades de patrones nacionales y extranjeros y funcionarios públicos que fomentan y se enriquecen de la esclavitud de millones de mexicanos pobres. De igual forma, se exponen diversos casos y testimonios e esclavos que comprueban la cruel realidad que los rodea.

Indudablemente a pesar de que México es un país con leyes escritas y una Constitución, es un pars en donde la ilegalidad domina por excelencia partiendo desde el propio Gobierno: es un pais sin libertad política, sin libertad de palabra, sin prensa libre, sin elecciones libres, sin sistema judicial, sin partidos políticos, sin ninguna garantía individual, sin libertad de consegulr la felicidad. Durante el gobierno de Porfirio Díaz el pais no ha tenido una contienda electoral y por tanto el Poder Ejecutivo lo gobierna odo por medio de un ejército permanente, donde los puestos pol[ticos se venden a precio fijo y las tierras de la nación y de muchos indígenas, también. La gente es pobre porque no tiene derechos, el peonaje se traduce en esclavitud. A principios de 1908, el autor cruzó el Río Bravo, acompañado por un universitario revoluclonario -L.

Gutiérrez de Lara-y haciéndose pasar por inversionista norteamericano que deseaba invertir en las tierras del henequén en Yucatán, venia a verificar si en realidad existía la esclavitud en México. Existen 50 reyes del enequén que viven en ricos palacios en Mérida y muchos de ellos tienen casas en el ext 4 38 ellos tienen casas en el extranjero. Viajan mucho, hablan varios idiomas y con sus familias constituyen una clase social muy cultivada. En todo Yucatán depende de estos reyes del henequén, pues dominan la politica del Estado y poseen miles de esclavos: 8 mil indios yaquis, importados de Sonora, 3 mil chinos (coreanos) y entre 100 a 125 mil indígenas mayas, que antes poseían las tierras que ahora dominan los amos. El precio corriente de cada hombre era de $400, aunque los hacendados pagan solamente $65.

Don Enrique Cámara Zavala, presidente de la Cámara Agrícola de Yucatán, explicó que a su sistema no lo llaman esclavitud, lo llama servicio forzoso por deudas; todo lo que se necesita es lograr que algún obrero libre se endeude a través de prestamistas o negreros y con el pretexto del pago de deudas, el obrero es esclavizado de por vida, al igual que su familia. La esclavitud es el peonaje llevado a su último extremo a pesar de que la Constitución se opone a ello. Los «obreros» nunca reciben dinero, se encuentran medio muertos de hambre -a base de una sola comida diaria con tortilla, rijoles, pescado podrido y una bola de maíz para mascar durante la jornada laboral-, son azotados, trabajan desde las 3:45 de la mañana hasta que se vuelve a poner el sol; son encerrados en una casa que parece prisión; a las mujeres las obligan a casarse con hombres de la misma finca.

No había escuelas para los niños; si se enferman tienen que seguir trabajando y si la enfermedad les impide trabajar, rara vez cuentan con a s 8 enferman tienen que seguir trabajando y si la enfermedad les impide trabajar, rara vez cuentan con algún servicio médico; la labor principal de las haciendas consiste en cortar las hojas de enequén y limpiar el terreno de las malas hierbas que crecen entre las plantas. A cada esclavo se le señala como tarea un alto número de hojas o plantas que tiene que limpiar, y como éste no se da abasto, su mujer y sus hijos también deben trabajar. En fin, toda la vida de esta gente está sujeta al capricho de un amo. «El exterminio de los yaquis» En el segundo Capítulo «El exterminio de los yaquis».

Nos menciona sobre como fue el exterminio de los yaquis, como empezó con la guerra y el fin de ellos se está cumpliendo con la deportación y la esclavitud. Este pueblo yaqui no ha sido unca salvajes, siempre fueron un pueblo agrícola; descubrieron y explotaron minas; construyeron sistemas de regadío; edificaron ciudades de adobe; sostenían escuelas públicas, un gobierno organizado y una fábrica de moneda. Son los mejores trabajadores de Sonora, honesto, trabajador y pacifico; un trabajador yaqui vale por dos norteamericanos y tres mexicanos, pues el yaqui tiene un admirable desarrollo físico, con hombros anchos, pecho hondo, piernas nervudas y cara curtida. El yaqui típico es casi un gigante y su raza es de atletas.

Los españoles no pudieron subyugarlos completamente y después de 250 años de onflicto, llegaron a concertar la paz y les cedieron una parte del territorio con títulos de propiedad, los cuales fueron respetados por 150 años por los gobernantes y jefes de México 6 8 propiedad, los cuales fueron respetados por 150 años por los gobernantes y jefes de México hasta llegar Díaz. Los yaquis tomaron las armas por vez primera contra el Gobierno de Díaz porque defendían su patrimonio al verse obligados a abandonar sus tierras y las montañas. La cabeza del Gobierno de Sonora deseaba sus tierras y vieron la oportunidad de lucro cuando el Estado mandó un cuerpo militar. Enviaron supuestos agrimensores al valle del Yaqui para poner mojones en la tierra y decir que el Gobierno había decidido regalársela a los extranjeros.

Confiscaron 80 mil pesos que el jefe Cajeme tenía depositados en un banco; finalmente enviaron hombres armados a arrestar a Cajedme y como no lo encontraron, prendieron fuego a su casa y la de los vecinos. Desde entonces los yaquls se vieron obligados a pelear y desde aquel día, el Gobierno ha mantenido en el territorio un ejército entre 2 mil y 6 mil hombres. Finalmente en 1894, de modo repentino, les arrebataron las tierras por decreto ederal y las traspasaron al general Lorenzo Torres, quien fue jefe militar en Sonora. Al Gobierno se le señala como culpable de las más horribles atrocidades como masacres masivas y apreciables recompensas a todo aquel que matara un yaqui. La guerra terminó empatada y a los guerreros yaquis se les cazaba, y millares de ellos optaron por rendirse.

Sus jefes fueron ejecutados y a los que se habían rendido se les cedió un territorio más al norte, pero resultó ser un desierto y uno de los lugares más inhóspitos de toda América. Algunos yaquis se trasladaron a otros lugares del Estado nhóspitos de toda América. Algunos yaquis se trasladaron a otros lugares del Estado para trabajar como obreros de minas norteamericanas, otros encontraron empleo en los ferrocarriles y el resto como peones agrícolas. Parte de la tribu yaqui perdió su identidad y se mezcló con los pueblos cercanos; y a estos yaquis pacíficos los capturan y los deportan a Yucatán para trabajar como esclavos en las haciendas de henequén.

Unos cuantos yaquis, entre cuatro o cinco mil, continuaron luchando por sus tierras y se establecieron en las montañas, pero nunca perdieron en el camino la amenaza de ser sesinados injustamente por militares del Gobierno. La deportación de yaquis a Yucatán y a otras partes de México bajo el régimen esclavista empezó a tomar grandes proporciones cerca de 1905. Los yaquis mueren en tierra extraña, lejos de sus familias, puesto que todas las familias yaquis enviadas a Yucatán son desintegradas en el camino: los maridos son separados de las mujeres y los niños arrancados de los pechos de las madres. «En la ruta del exilio» En el tercer capitulo se habla como bien los dice el titulo sobre la ruta del exllio.

Los yaquis que se dirigen a Yucatán, al llegar l puerto de Guaymas, Sonora, abordan un barco de guerra del Gobierno hasta el Puerto de San Blas. Viajan amontonados en la bodega sucia de popa. Muchos mueren en el camino por hambre o enfermedad y tienen que recorrer largas distancias a pie. Los yaquis desterrados son enviados a las fincas henequeras como esclavos, exactamente en las mismas condiciones que los cien mil mayas que se encontraban henequeras como esclavos, exactamente en las mismas condiciones que los cien mil mayas que se encontraban en las plantaciones. Se les trata como muebles; son comprados y endidos, no reciben jornales; pero los alimentan con frijoles, tortillas y pescado podrido. A veces son azotados hasta morir.

A los hombres los encierran durante la noche y a las mujeres las obligan a casarse con chinos o con mayas. Se les caza cuando se escapan y son devueltos por la policía cuando llegan a sitios habitados. A las familias desintegradas no se les permite que vuelvan a reunirse. Una vez que pasan a manos del amo, el Gobierno no se preocupa por ellos ni los toma ya en cuenta; el Gobierno recibe su dinero y la suerte de los yaquis queda en manos del henequero. Si los yaquis logran sobrevivir el primer ño de trabajo forzado, generalmente se adaptan bien y son buenos trabajadores, pero por lo menos dos tercios de ellos mueren en los primeros doce meses. Los esclavos contratados de Valle Nacional Valle Nacional» En un cuarto captulo, se trata de los esclavos contratados de Valle Nacional Valle Nacional que fue el peor centro de esclavitud en todo México, pues allí todos los esclavos, con excepción de acaso un 5%, sobreviven hasta los ocho meses de haber llegado. Al sexto o séptimo mes empiezan a monrse como las moscas durante la primera helada invernal y después no vale a pena conservarlos, resulta más barato dejarlos morir. No hay supervivientes de Valle Nacional, sólo los dejan ir cuando ya son inservibles, cuando son cadáveres vivientes que tan sólo avanzan un corto trec son inservibles, cuando son cadáveres vivientes que tan sólo avanzan un corto trecho y caen.

Las causas de las extremosas condiciones de Valle Nacional es geográfica: es una honda cañada de tres a diez kilómetros de anchura, enclavada entre montañas casi inaccesibles, en el más extremo rincón al noroeste de Oaxaca. El Hule es la estación ferroviaria más próxima y no hay ninguna otra ruta para entrar i para salir, pues las montañas tropicales que lo rodean están cubiertas por una impenetrable flora y fauna salvaje. El río Papaloapan se encuentra cerca, pero se necesita ser un gran nadador para cruzarlo. En la entrada al valle hay cuatro pueblos: Tuxtepec, Chiltepec, Jacatepec y Valle Nacional, todos situados a orillas del río y todos ellos provistos de policías para cazar a los esclavos, quienes reciben a cambio un premio de diez pesos si los devuelven a sus amos.

Valle Nacional es una región tabaquera y la producción se obtiene en unas 30 grandes haciendas, casi todas propiedades de spañoles. Los esclavos de Valle Nacional no son indios, son mestizos mexicanos y algunos de ellos son hábiles artesanos y artistas. En conjunto, aparte de sus andrajos, sus heridas, su miseria y su desesperación constituyen un grupo representativo del pueblo mexicano. No hay más del diez por ciento a quienes se haya acusado de algún delito. El resto son ciudadanos pacíficos y respetuosos de la ley. Sin embargo, ninguno de ellos llegó a Valle por su propia voluntad, ni hay uno solo que esté dispuesto a dejarlo al instante si pudiera salir. Valle Nacional ha llegado a ser sinónimo d