Ensayo 1 El Profetismo En Israel

Para entender el profetismo en Israel, primero debemos definir que es un profeta. El término para designar al profeta es nabí, que significa «el que ha sido llamado por Dios». El profeta es también, y sobre todo, el «hombre de la palabra». Podríamos decir que la palabra es la herramienta más característica del oficio profético. Los profetas supusieron una renovación y fortalecimiento de la fe del pueblo israelita y la universalidad de la fe en el Dios verdadero.

Su actuación profética se produce en el contexto social, económico y religioso que vive el pueblo de Israel en las diferentes situaciones históricas en el Antiguo Testamento. Los profetas son caracterizados por su experiencia con Dios que les convierte en portavoces de sus planes de salvación para su pueblo y comparten con los demás la situación por la que pasa el pueblo, así como su necesidad de liberación.

Al unir estos dos p renovación y de rofetas dejan claro que los planes de Dios no coinciden con los del hombre ya que son unos que pueden traer destrucción como también pueden traer consuelo. El profeta es consciente de su pequeñez, limitación e impureza (Isaias 66), pero al mismo tiempo siente que su vocación y misión les viene de Dios. Un profeta intercede constantemente por el pueblo y ora para que las situaciones sean más a favor de la justicia y el derecho. En el ‘cara a cara’ con Dios, los profetas extraen luz y fuerza para u misión» según el pastor Jesús Sastre. La oración no es una huida del mundo infiel, sino una escucha de la palabra de Dios. Es a veces un debate o una queja y siempre una intercesión que espera la intervención del Dios salvador. El profetismo en Israel puede ser dividido en tres etapas: el pre- exilio, el exilio y el post-exilio. Los profetas que componen la etapa del pre-exilio son: Amos, Oseas, Miqueas, Proto-lsaias (primer autor), Sofonias, Nahum, Habacuc y Jeremias. SLIDEI 1

Ensayo 1 El Profetismo En Israel

Para entender el profetismo en Israel, primero debemos definir que es un profeta. El término para designar al profeta es nabí, que significa «el que ha sido llamado por Dios». El profeta es también, y sobre todo, el «hombre de la palabra». Podríamos decir que la palabra es la herramienta más característica del oficio profético. Los profetas supusieron una renovación y fortalecimiento de la fe del pueblo israelita y la universalidad de la fe en el Dios verdadero.

Su actuación profética se produce en el contexto social, económico y religioso que vive el pueblo de Israel en las diferentes situaciones históricas en el Antiguo Testamento. Los profetas son caracterizados por su experiencia con Dios que les convierte en portavoces de sus planes de salvación para su pueblo y comparten con los demás la situación por la que pasa el pueblo, así como su necesidad de liberación.

Al unir estos dos p renovación y de rofetas dejan claro que los planes de Dios no coinciden con los del hombre ya que son unos que pueden traer destrucción como también pueden traer consuelo. El profeta es consciente de su pequeñez, limitación e impureza (Isaias 66), pero al mismo tiempo siente que su vocación y misión les viene de Dios. Un profeta intercede constantemente por el pueblo y ora para que las situaciones sean más a favor de la justicia y el derecho. En el ‘cara a cara’ con Dios, los profetas extraen luz y fuerza para u misión» según el pastor Jesús Sastre. La oración no es una huida del mundo infiel, sino una escucha de la palabra de Dios. Es a veces un debate o una queja y siempre una intercesión que espera la intervención del Dios salvador. El profetismo en Israel puede ser dividido en tres etapas: el pre- exilio, el exilio y el post-exilio. Los profetas que componen la etapa del pre-exilio son: Amos, Oseas, Miqueas, Proto-lsaias (primer autor), Sofonias, Nahum, Habacuc y Jeremias. SLIDEI 1