El pájaro Speed y su banda de corazones maleantes Rafael Chaparro

El Pájaro Speed y su banda de corazones maleantes Rafael Chaparro Madiedo PajaroSpeedMaquetacion. indd 5 6/3/12 Para Ximena La única mujer que enciende mis turbinas y me hace volar a trece mil pies de altura. La única mujer que llena mis mañanas con rosas y pistolas con s PACE 1 oral transparentes como I lu to View nut*ge envuelve en papel de regalo to La única mujer capaz y diamantes sobre los parques. PajaroSpeedMaquetacion. indd 7 6/3/12 11:34:17 PajaroSpeedMaquetacion. indd 8 Una mierdita muy triste u corazon ue con su mirada árboles del mundo. amarillas Siempre miras hacia el cielo y están ahí suspendidos estáticos nmóviles son los globitos rojos y negros que llevan suspendidos a los muertos oor largas cuerdas aue se envuelven cuando caen lo que estalla en el pavimento húmedo es un esqueleto de clavel es un esquelético que se murió de soledad cerca de las nubes en una florecita que no supo comprender el idioma secreto de las aves triste triste triste los globos rojos y negros están por todas partes encima de los parques sobre las avenidas sobre los estadios cerca de las montañas triste triste triste en las mañanas más exactamente cerca de las seis de la mañana cuando la iudad entera se halla sumida en sus malos sueños cuando apenas los árboles de los parques y de las avenidas están comenzando a fabricar su perfume triste triste triste que después PajaroSpeedMaquetacion. ndd 9 se diseminará por toda la ciudad los globitos de los muertos disminuyen su altura y entonces casi que los puedo tocar con las manos llegan casi hasta la copa de los árboles hasta los cables de la luz hasta los techos de las casas y de los edificios y se quedan suspendidos enredados en el absurdo tejido invisible y tedioso de la mañana y apenas son movidos por el airecito triste riste triste que lame la piel confusa de la ciudad a las seis de la mañana y entonces alcanzas a verles las caras a los muertos y lo que ves en sus miradas es agua muerta lo que ves es que tienen la manos llenas de hierba seca de tierra vieja y si aspiras ese aroma verás que huelen a antiguo pero no te puedes acercar mucho porque los gusanos siempre 41 ese aroma verás que huelen a antiguo pero no te puedes acercar mucho porque los gusanos siempre están all( carcomiendo sus jaulitas de carne carcomiendo sus cuerpos tristes tristes tristes más tarde a eso de las once de la mañana os globos rojos y negros toman de nuevo su altura normal y entonces si estés en un parque y miras hacia arriba ves el cielo sembrado de globos rojos y negros con muertos colgados que en sus manitas tienen flores muertas y te entran un down el malparido un down triste triste triste un down de saber que cerca del origen de la lluvia esos muertos te dicen adiós con las manos te dicen mándame una lluvia de whisky para soportar esta soledad tan triste triste triste todos los lunes que es el día más triste triste triste de esta cudad en las prmeras horas de la mañana cuando la luz débil del sol se empieza a instalar n todos los laberintos de las calles son soltados y elevados nuevos globos rojos y negros con personas que han muerto la víspera y entonces si miras hacia el lado del cementerio ves un grupo de globitos subiendo poco a poco mientras rompen la neblina espesa del amanecer triste triste triste ves a los globos instalándose en las alturas cerca de las nubes los ves con sus ramitos nuevos y alcanzas a ver que los claveles vibran con el viento de la mañanita alcanzas a percibir que todavía en los 10 PajaroSpeedMaquetacion. indd 10 6/3/12 1 labios de aquellos percibir que todavía en los pajaroSpeedMaquetacion. ndd 10 labios de aquellos muertos hay dibujada una sonrisita triste triste triste que nunca más se reflejará en las nubes en la lluvia ni tampoco en el vuelo de las aves que todas las mañanas rayan el cielo y llenan las ramas de los árboles con su mierdecita triste triste triste y entonces vuelves a mirar hacia el cielo cierras los ojos y te tocas el corazón y compruebas que en verdad lo que late allí adentro como un perro herido es una mierdecita muy triste triste triste. 11 PajaroSpeedMaquetacion. ndd 1 1 Raquel Welch no pasea por este parque Eran las seis de la mañana. El sol vibraba en el fondo del ielo y las primeras aves del día pasaban y dejaban una estela de florecitas amarillas sobre el perfume oscuro de los árboles del parque. De pronto el sol, todo el sol, se concentró en el rostro de Adriana Mariposa. Era una visión casi religiosa. Sus ojos, sus labios rojos, su pelo envuelto por esa luz dorada. Sus labios rojos en el núcleo incierto de la mañana. Su sonrisita. Su sonrisita reflejada en la lluvia. Era como si de pronto todos los rayos del sol se hubieran puesto de acuerdo para concentrarse al mismo tiempo sobre sus ojos cerrados, sobre sus teticas sobrenaturales.

Adr’ a dormía en una banca 1 del parque y todos los rui mañana se le estaban banca del parque y todos los ruidos de aquella mañana se le estaban metiendo poco a poco por sus poros, por sus manos. El Lince y yo fumábamos un cigarrillo. El Lince sobaba la cabecita dormida de Adnana y yo le acariciaba sus tobillos destapados y definitivamente no había nada más que hacer sino fumar, hablar, mirar los árboles, dejar escapar el humo azul que se iba por entre las ramas y observar pasar la mañana azul sobre nuestras cabezas. Cuando vi la luz del sol estallando sobre el cabello de Adriana Mariposa metí mi mano en su abellito y me deje arrastrar por ese olor a lluvia antigua que 12 pajaroSpeedMaquetacion. ndd 12 emanaba Adriana Mariposa allí dormida en esa solitaria banca de parque un viernes en la mañana, cuando el whisky se había extinguido, cuando el sol recorría lentamente los techos y los perros salían a mear a los árboles cercanos, cuando no había nada que hacer, cuando al fin y al cabo era viernes y no éramos más que tres livianos delincuentes, tres prófugos del amanecer que teníamos ganas de un café caliente y de que alguien nos sobara la cabeza mientras nos decía al oído que tranquilos, ue nos quería a pesar de ser viernes. Pero estábamos lejos de casa, lejos del olor del café y teníamos cerca ese olor a sangre que tienen los dras cuando uno amanece en un parque rodeado por muchos árboles que te observan en silencio mientras te fumas un cigarrillo y s 1 parque rodeado fumas un cigarrillo y solamente quieres dormir y soñar con venados amarlllos que corren suavemente sobre una pradera verde en una tarde de sol. El Lince me preguntó cómo me llamaba y le dije que era mejor no saber los nombres, que no era necesario. Solamente le dije que estuve a punto de llamarme Jairzinho. El Lince se cagó de la risa.

Entonces miré hacia la larga fila de árboles y me pareció que esos árboles eran como mis hermanos menores, que siempre habían estado allí en la noche, en el día, hermanitos fieles y verdes que nunca me preguntaban el nombre o cosas por el estilo. El año, 1968. Tenía seis años y mis padres no me habían bautizado. Habían ensayado varios nombres, ya saben, Carlos, por el presidente Carlos Lleras, Alberto por el otro presidente del Frente Nacional. Creo que también ensayaron Pablo, por el papa Pablo Sexto, que vino en el 68. Tía solterona dijo ue ten[an que llevarme a ver al Papa y claro papá dijo que si y una mañana de domingo me vistieron todo pipiolo, saquito negro de paño, corbatin y gomina en el pelo. Me tomaron una foto al frente de la iglesia. Hacía sol y la gomina me ardía. 3 PajaroSpeedMaquetacion. indd 13 Fuimos al paso a nivel y papá me montó en sus hombros. Era una mañana de sol. un domingo. Las banderitas. Las chocolatinas. La mañana. La gomina. Mamá me echó la b 6 1 mañana de sol. Un domingo. Las banderitas. Las chocolatinas. La mañana. La gomina. Mamá me echó la bendición, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El Papa pasó cerca de nosotros. Era un señor demasiado triste. Tenia ojeras como si no hubiera dormido en años. Iba regando bendiciones aquí y allá en silencio y yo le dije a papa que no quería llamarme como ese señor porque yo me lo imaginaba como el rey de las papas.

Ya saben, en ese tiempo todo el mundo hablaba de la venida del Papa y yo me lo imaginaba como una gran papa criolla que repartía bendiciones y cuando el Papa pasó cerca de nosotros yo le dije a papá que yo no quería llamarme como ese señor que iba vestido como una señora triste y papá y tía solterona me zamparon severos coscorrones y o me puse a lloriquear y en ese momento deseé estar frente al televisor viendo al hombre mono, a Tarzán salvando a Jane y le grité a tía solterona que Tarzán me parecía más divertido que ese señor que hacía signos extraños con sus manos en el aire de aquella mañana de domingo. Ese domingo pasó el Papa y el papá después se puso a escuchar la homilía por radio que daba el Papa desde el Templete. Yo le pregunté a papá que cuándo íbamos a hacer arcos y flechas en la Nacional y papá me dijo que no le jodiera la vida. En todo caso, hubiera preferido que papá me llevara a la Nacional a hacer arcos y flechas para jugar a la tribu sioux. Pasaron lo papa me llevara a la Pasaron los días y yo seguía sin nombre.

Después vino la llegada del hombre a la luna. Mierda. Yo no me imaginaba llamarme Neil Armstrong. Papá compró un telescopio para ver la luna. Esa noche, 20 de julio de 1969, le pregunté a papá si Tarzán estaba en la luna y papá me contestó que me callara, que los gringos eran unos verracos, que era un momento histórico y yo segur pensando en que era mejor jugar a la tribu 14 PajaroSpeedMaquetacion. indd 14 sioux en los prados de la Nacional, que era más divertido comer hocolatinas mientras lanzaba una flecha hacia el cielo azul que olía a chocolatina. Y llegó 1970. Los Beatles estaban que se separaban. Papá me llevó una tarde de sábado a ver Let it be.

Me acuerdo de Get back cantada en una terraza, me acuerdo del pelo de los Beatles desordenado por el viento frío de Londres, de ese olor triste que se apoderó del teatro cuando Lennon dijo the game is over y aparecieron los créditos the game is over y salimos a esas calles de Sears y eran las cinco de la tarde the game is over y me dieron ganas de una chocolatina, ganas de ser una bicicleta ara no sentir esas puticas ganas de llorar the game is over y después papa y yo seguimos gastando aquella tarde de sábado por las calles y a nuestro lado pasaban los carabineros en sus caballos canadienses y la calle caballos canadienses y la calle olía a triste, olía a mierda de caballo, olía a azúcar rosada y yo le dije a papá que me comprara una manzana almidonada the game is over the game is overy esa tarde de sábado se llenó de azúcar, pero seguía sintiendo un vacío en la boca del estómago como si una mano invisible hubiera metido sus dedos por mi garganta y hubiera sacado os ácidos estomacales y los hubiera regado en las nubes, en el cielo, en los árboles the game is over is over over over. Creo que ese día descubrí que la tarde de los sábados olía a rebote en el estómago. Abril de 1970. Un domingo. Sol. Papá se vistió. Tarzán había matado a un cocodrllo y papá me dijo que lo acompañara a votar por Misael. Por todas partes había afiches de Misael.

Tía solterona dijo que Misael era un nombre raro y que seguro iba a ser el próximo presidente, que Rojas Pinilla había traído la televisión, que gracias a él yo podía ver Animalandia y repetir omo los loritos a mi gelada o nada, a ver otra vez, a mí Gelada o nada y también ver a Tarzán pero que Rojas y la Nena eran 15 pajaroSpeedMaquetacion. indd 15 bastante jodidos y mejor que no resultara presidente y papá agregó que ni por el putas un hijo suyo iba a llevar de nombre el de un político conservador, aunque iba a votar por el porque era el candidato del Frente. Tardes grises politico conservador, aunque iba a votar por él porque era el candidato del Frente. Tardes grises. Tardes grises.

Dolor en la boca del estómago. Papá votó por Misael y ese día mamá preparó arroz con pollo. Tarde gns. Arroz con pollo. En la tarde, ANAPO iba ganado y papá encendió un cigarrillo y llamó a un amigo y dijo que la vaina estaba jodida y yo pensé que aquello era un trabajo para Tarzán, que yo podría salir al parque y llamar a Tarzán y él lo resolvería degollando al sujeto con su cuchillo. Cállese chino cagón, dijo papá, la vaina está jodida. Salimos con papá a las calles. Por todos lados pe- emes. Pe-emes. Pe-emes. Tarde gris. Me dieron ganas de una chocolatina y también ganas de jugar al totogol. Los pe-emes pasaban a nuestro lado en cámara lenta.

En verdad todo ese día pasó en cámara lenta. Los carabineros iban y venían y los pe-emes caminaban con sus fusiles y requisaban. A las seis de la tarde estábamos en casa y la radio se silenció y después apareció el viejito, Carlos Lleras, y se puso a hablar al reloj y me pareció como un lorito antiguo que repet[a allá en la pantalla del televisor a mí Gelada o nada, a mi gelada o nada, a mi gelada o nada, a mi cagada o nada, a mi cagada o nada. Después papá me mandó dormir. Al otro día Misael era presidente y las calles estaban llenas de pe-emes y yo tenia ganas de jugar a la tribu sioux. 1970. Tarde gris. Dolor de estómago. Desde ese