El duelo en la niñez

El duelo en la niñez gy car07482 ACKa6pR 03, 2010 | 2 pagcs El duelo es una reacción normal frente a una pérdida: puede ser tanto el fallecimiento de una persona, una mudanza, un ideal, un sueño, el paso del tiempo, etc. En este caso me referiré al duelo en los niños frente al fallecimiento de un familiar. En la niñez el proceso de duelo genera efectos variados, éstos van a depender del momento evolutivo que esté atravesando el niño y el nivel de concepción respecto de la muerte que ha logrado alcanzar.

Concepción de la muerte según las etapas evolutivas View nut*ge 0-2 años: La muerte percibe como una pé 2-6 años: La muerte vivida como un casti que hace que se crea ida reve Ida o abandono. Se ora ia_ Muchas veces es pensamiento mágico hacerse realidad. 6-11 años: De a poco van comprendiendo la irreversibilidad y universalidad de la muerte por lo que pueden aparecer temores frente a la propia muerte o la pérdida de familiares cercanos.

Reacciones frente a la pérdida en los niños Se pueden reconocer actitudes o comportamientos variados que el niño/niña no tenía previamente a la perdida. Los maestros lano ven distraído/a, aparecen miedos (a perder a otros familiares, a quedarse solo, etc. ), pesadillas por las noches, angustia, ansiedad, agresividad, sentimientos de culpa, desobediencia, falta de interés en las actividades escolares, insensibilidad, aislamien aislamiento social, entre otros.

Las manifestaciones y el tiempo de duración del proceso son singulares en cada pequeño/a. Es importante entender que por más que no cuente sus temores no quiere decir que no los tengan. ¿Cómo acompañarlos en el camino? • Con comprensión y paciencia: es esperable que tengan eacciones variadas y muestren cambios en su vida; sin dejar de marcar los límites, hay que ser más flexible. • Escucha y esclarecimiento: Aparecen un sinfín de interrogantes y fantasías frente a la muerte, a la pérdida, a la enfermedad, etc.

Teniendo en cuenta el momento evolutivo y su capacidad de entendimiento, siempre es fundamental decir la verdad respondiendo a las dudas que tiene el/la niño/niña con un vocabulario que pueda adaptarse a la edad. • Acompañar las lágrimas, los miedos, la ira, la falta, entendiendo que atravesar por el camino es un proceso arduo, ero que permite aceptar la pérdida en forma saludable y madurar emocionalmente.

Es necesario entender que el duelo es un proceso por el que es necesario pasar, y que en el caso de los niños es fundamental la contención afectiva. Muchas veces las familias se encuentran desvastadas frente a la pérdida, y se hace complicado acompañar y sostener al niño en este proceso; también, otras veces el duelo normal puede extenderse y tornarse patológico. En estos casos es recomendable acudir a un profesional que pueda orientarlos y acompañarlos en el camino.