El Capital Tomo II Karl Marx Friderich Engels

Librodot El Capital, tomo II El Capital tomo II Karl Marx Digitalizado por 089 p http://www. librodot. com NDICE GENERAL Tomo Segundo Prólogos LIBRO SEGUNDO EL PROCESO DE CIRCULACION DEL CAPITAL Sección Primera LA METAMORFOSIS DEL CAPITAL Y SU CICLO I. EL CICLO DEL CAPITAL-DINERO II. Primera Fase: D-M III. Segunda Fase: Función del capital productivo IV. tercera fase: M’ — D V. El ciclo. visto en su coniunto VI. EL TIEMPO DE CIRCULACION VII. CÓMO INFLUYE EL TIEMPO DE ROTACIÓN DE LA MAGNITUD DEL CAPITAL DESEMBOLSADO. VIII. Periodo de trabajo igual a periodo de circulación IX.

Período de trabajo mayor que el período de circulación X. Período de trabajo menor que el período de circulación XI. Resultados XII. Cómo influyen los cambios de precios LA ROTACION DEL CAPITAL VARIABLE II. La cuota anual de plusvalía III. La rotación de un solo capital variable IV. La rotación del capital variable, socialmente considerada. LA CIRCULACIÓN DE LA PLUSVALÍA II. Reproducción simple III. Acumulación y reproducción ampliada Sección Tercera LA REPRODUCCION Y CIRCULACION DEL CAPITAL SOCIAL EN CONJUN O XVIII.

El capital constante en ambos sectores XIX. Ojeada retrospectiva a Adam Smith, Storch y Ramsay XX. Capital y renta: capital variable y salarios XXI. Reposición del capital fijo XXII. Reposición de la parte del valor de desgaste en forma de dinero XXIII. Reposición del capital fijo en especie XXIV. Resultados XXV. La reproducción del capital-dinero XXVI. La teoría de la reproducción de Destutt de Tracy XXVII. LA ACUMULACION Y LA REPRODUCCION EN ESCALA AMPLIADA XXVIII. La acumulación en el sector XXIX. Atesoramiento XXX.

El capital constante adicional XXXI. El capital variable adicional XXXII. La acumulación en el sector II XXXIII. Exposición esquemática de la acumulación XXXIV. Primer ejemplo XXXV. Segundo ejemplo XXXVI. Cambio de 11c con acumulación XXXVII. Notas complementarias APENDICES Siete articulos de Federico Engels sobre el tomo primero de «El Capital» V. I. Lenin. La Teoría de la Renta V. I. Lenin. Sobre la caracterización del romanticismo económico V. I. Lenin. La crisis V. I. Lenin. Observación sobre el problema de la teoría de los mercados 3 OBg V.

I. Lenin. Insistiendo sob de la teoría de la apareciese como una obra coherente y lo más acabada posible y, de otra, como obra exclusiva del autor y no del encargado de editarla. El gran úmero de versiones manuscritas existentes, fragmentarías la mayoría de ellas, acumulaba nuevas dificultades. Solamente una, a lo sumo (el manuscrito IV), ofrecía, hasta donde alcanzaba, una redacción lista para ser entregada a la imprenta; pero la mayor parte de ella había quedado anticuada, en cambio, por refundiciones de una época posterior.

La gran masa de los materiales, aun cuando elaborada y acabada en cuanto al fondo, no lo estaba con respecto a la forma; aparecía redactada en ese lenguaje en que Marx solía componer sus notas: en un estilo descuidado, familiar, salpicado de expresiones y giros de crudo umorismo, de términos técnicos ingleses y franceses, y a ratos con frases y hasta con páginas enteras en inglés: eran las ideas del autor estampadas sobre el papel, en la forma en que se iban desarrollando en su cabeza.

Junto a partes expuestas en todo detalle, otras, no menos importantes, apenas esbozadas: el material de hechos que había de documentar las afirmaciones, reunido, pero apenas ordenado, y mucho menos elaborado; muchas veces, al final de un cap[tulo, en la impaciencia por pasar al siguiente, un par de frases nada más, simplemente esbozadas, como jalón del desarrollo truncado del ensamiento; por último, la consabida letra, que a veces ni el propio autor era capaz de descifrar.

Yo me he limitado a reproducir lo más textualmente posible los manuscritos, variando el estilo tan sólo textualmente posible los manuscritos, variando el estilo tan sólo en aquellos casos en que estaba seguro de que el propio Marx lo habría hecho, e interpolando frases explicativas de nexo y de transición exclusivamente en los casos en que ello era de todo punto necesario y en que, además. l sentido estaba perfectamente claro. Las frases cuya interpretación sólo ofrecía una duda muy remota, he referido reproducirlas al pie de la letra. Las refundiciones e interpolaciones introducidas por mí no llegarán, en total, a más de diez páginas impresas, y tienen siempre un carácter puramente formal.

La mera enumeración de los materiales manuscritos legados por Marx para el libro II demuestra con qué tremendo rigor con que severa actitud crítica para consigo mismo se esforzaba aquel hombre en ahondar hasta la última perfección sus grandes descubrimientos económicos, antes de darlos a la publicidad; esta actitud crítica para conslgo mlsmo rara vez le permitía adaptar la exposición, por su contenido y su orma, a su horizonte visual, que los nuevos estudios iban ampliando constantemente.

Veamos ahora cuáles son estos materiales: En primer lugar, un manuscrito titulado «Contribución a la crítica de la economía política», 1,472 cuartillas en cuarto en 23 cuadernos, escrito de agosto de 1861 a junio de 1863. Es la continuación del primer cuaderno del mismo título publicado en Berlin en 1859. Trata hasta agotarlos, en las cuartillas 1-220 (cuadernos 1-V) y luego en las páginas s OF 1,159-1 ,472 (cuadernos X as de la conversión del 1,159-1 ,472 (cuadernos XIX-XXIII); los temas de la conversión del inero en capital que se investigan en el libro I de la obra y es la primera versión con que contamos acerca de estos temas.

Las páginas 973-1 ,1 58 (cuadernos XVI-XVIII) se ocupan del capital y la ganancia, de la cuota de ganancia, del capital comercial y del capital—dinero; es decir, de temas que luego habrán de desarrollarse en el manuscrito del libro III. En cambio, los temas tratados en el libro II. al igual que muchos de los que se tratarán más tarde en el libro III, no aparecen todavía agrupados de un modo especial. Estos temas son tratados de pasada, sobre todo en la sección que forma el cuerpo principal el manuscrito: páginas 220-972 (cuadernos VI-XV): » eor[as sobre la plusvalía. En esta sección se contiene una historia crítica detallada de lo que constituye el punto cardinal de la economía política: la teoría de la plusvalía, y junto a ella desarrolla el autor, polemizando con sus antecesores, la mayoría de los puntos que más tarde habrán de investigarse, de un modo especial y en su concatenación lógica. en los manuscritos de los libros II y III. Es mi propósito editar como libro IV de El Capital la parte critica de este manuscrito, después de eliminar de él los numerosos pasaies inclui os II y III E manuscrito del libro III, escrito, por lo menos en su mayor parte, en 1864 y 1865.

Hasta que no hubo terminado, en lo esencial, este manuscrito, Marx no acometió la redacción del libro l. del volumen primero de la obra, publicado en 1867. Este manuscrito del libro III es el que me ocupo en la actualidad de preparar para la imprenta. Del periodo siguiente -el posterior a la publicación del libro 1-, tenemos, para el libro II, una colección de cuatro manuscritos en folio, señalados por el propio Marx con los números 1 al IV. El manuscrito 1 (150 páginas), que data probablemente de 1865 ó 67, es a primera redacción independiente, aunque más o menos fragmentaria, del libro II, en su orden actual.

Tampoco de este manuscrito era posible utilizar nada. El manuscrito III está formado, en parte por un conjunto de citas y referencias a los cuadernos de extractos de Marx -la mayoría de ellas relativas a la primera sección del libro 11— y en parte por el estudio de algunos puntos concretos y principalmente por la critica de las tesis de A Smith sobre el capital fijo y el capital circulante y sobre la fuente de la ganancia; figura en él, además, un estudio de la relación entre la cuota de plusvalía y la uota de ganancia, que pertenece al libro III.

Las referencias han suministrado pocos hallazgos nuevos, y las versiones, tanto las del libro II como las del III, habían quedado ya superadas por redacciones posteriores, razón por la cual hubieron de dejarse a un lado, en su mayoría. El manuscrito IV es una elab ra ser entregada a la imprenta, de la secci El manuscrito IV es una elaboración, lista para ser entregada a la imprenta, de la sección primera y de los primeros capítulos de la sección segunda del libro II, y lo hemos utilizado también cuando le ha llegado el turno.

Aunque se comprobó que había sido redactado antes que el manuscrito II, se le podía utilizar con ventaja para la parte correspondiente de dicho libro, por ser más acabado de forma; bastaba con incorporarle algunas adiciones del manuscrito II. Este último manuscrito es la única versión más o menos acabada del libro II y data del 1870. Las notas para la redacción final, a que enseguida nos referimos, dicen expresamente: «Debe tomarse como base la segunda versión. Después de 1870, sobrevino una nueva pausa, debida principalmente a enfermedades. Como de costumbre, Marx ocupó este tiempo en studios: agronomía, el régimen rural norteamericano y principalmente ruso, el mercado de dinero y el sistema bancario, y por último las ciencias naturales, la geología y la fisiología, y sobre todo ciertos trabajos matemáticos emprendidos por cuenta propia, forman el contenido de los numerosos cuadernos de extractos de esta época.

A comienzos de 1877, Marx sintióse ya lo 8 OF suficientemente repuesto r de nuevo su trabalo datan de fines de marzo de 1877. Este manuscrito contiene los primeros cuatro capítulos y aparece todavía poco desarrollado; algunos puntos esenciales se tratan en notas l pie del texto; la materia está reunida más bien que ordenada, pero es la última exposición completa de esta parte, la más importante de la sección primera.

Un primer intento de sacar de aquí una redacción apta para ser entregada a la imprenta lo tenemos en el manuscrito VI (posterior a octubre de 1877 y anterior a julio del 78); solamente 17 páginas en cuarto, que abarcan la mayor parte del primer capitulo, y un segundo ensayo -el ultimo— en el manuscrito VII, «2 de julio de 1878», 7 páginas en folio solamente. Por aquel entonces, Marx parec[a haberse dado ya cuenta de que no alcanzaría a laborar de un modo capaz de satisfacerle plenamente los libros II y III, si no se operaba un cambio completo en su estado de salud.

En efecto, los manuscritos V a VII presentan con harta frecuencia las huellas de una lucha violenta contra las enfermedades que le atenazaban. El fragmento más difícil de la sección primera aparece redactado de nuevo en el manuscrito V; el resto de la sección primera y toda la sección segunda (con excepción del capitulo XVII) no presentaban grandes dificultades teóricas: en cambio, el autor consideraba la sección tercera, la reproducción y circulación del capital social, premiantemente necesitada de una nueva elaboración.

En efecto, en el manuscrito II se estudiaba la reproducción, primero sin tener en cuenta la circulación en dinero que de vehículo V luego toma reproducción, primero sin tener en cuenta la circulación en dinero que le sirve de vehículo y luego tomando ésta en consideración. Era necesario eliminar esto y, en general, reelaborar toda la sección de modo que se ajustase al horizonte visual ampliado del autor.

De este modo, surgió el manuscrito VIII, un cuaderno de 70 páginas en cuarto solamente; pero basta confrontar la sección III, en el texto mpreso, después de dejar a un lado los fragmentos interpolados del manuscrito II, para darse cuenta de todo lo que Marx fue capaz de condensar en tan poco espacio. Tampoco este manuscrito es más que un estudio previo del tema, con la finalidad primordial de fijar y desarrollar los nuevos puntos de vista logrados en relación con el manuscrito II y omitiendo los puntos acerca de los cuales no había nada nuevo que decir.

También aquí se incorpora y amplía un fragmento esencial correspondiente al capítulo XVII de la sección segunda y que, en cierto modo, entra ya en la ección tercera. La ilación lógica se interrumpe con frecuencia y la exposición aparece a ratos llena de lagunas y es, sobre todo al final, absolutamente fragmentaria. pero lo que Marx se propuso decir aparece dicho, de un modo o de otro.

Tales son los materiales con que contamos para la composición del libro II y de los cuales, según una frase de Marx a su hija Eleanor poco antes de morir, yo debía «sacar algo». He asumido este encargo dentro de los limites más estrictos; siempre que ello me ha sido posible, he limitado simplemente a elegir 0 DF 1089 entre las diversas