EL ARTE DE HABLAR EN CLASE

EL ARTE DE HABLAR EN CLASE gy leidymoraIes2S (‘copan* 14, 2016 4 pagos ENSAYO En el documento «El arte de hablar en clase» Vemos cómo la educación primaria y secundaria se ha encargado de censurar la participación oral de los niños. Si los maestros se encargan de callar las preguntas, así sean las más simples, se mata su interés por debatir, opinar y cuestionar algo.

Y no sólo eso, cuando nos autoanalizamos, encontramos que esa cultura de callar la voz del otro porque pensamos que lo que dice no tiene valor o simplemente es «tonto» lo que plantea, está presente en nosotros, en nuestra interacción cotidiana con las emás personas, y que también nos convertimos de manera inconsciente, en castigadores de la expresión. Con lo anterior, es más que justificable, que la educación universitaria no espere seres que expresen con total libertad lo que sienten y piensan.

A las puertas de las aulas llegarán seres tímidos, y tal vez con grandes ideas y con inmensas capacidades pero ¿Cómo pueden estas ideas salir a flote si los «docentes» avasallaron su espíritu de comunicar, si curiosidad y su oralidad? Y quien sabe cuántos daños más hicieron. El mundo actual no necesita seres temerosos y que sigan in ningun cuestionamiento todo lo que propone la sociedad existente, el mundo contemporáneo necesita seres que piensen y que expresen, se SWipe page seres investigadores, seres que cuestionen, seres que critiquen y que ayuden a hacer un cambio en los problemas sociales vigentes.

Los docentes que se comportan como verdugos de la palabra en el aula, no tienen creo yo, ningún derecho de juzgar la manera en la que se expresan los estudiantes fuera del aula, porque cuando tuvieron la oportunidad (el educando) de hablar, de ser escuchados, e incluso de ser corregidos si se fuera el caso, estos «docentes» prefirieron ahorrarse el «desorden» y callar sin siquiera imaginar el daño que estaban haciendo. El texto también nos señala, que la conversación espontánea es significativa, es más, dice que le da sentido a nuestras acciones cotidianas y a la realidad social y cultural en que vivimos.

Podría deducirse con lo anterior que el lenguaje construye cultura. Así que formulo la pregunta: ¿El maestro debe fomentar el lenguaje en su aula y así crear cultura? Volviendo al texto, nos dice que a conversas se aprende conversando. La práctica espontánea de la oralidad es indispensable. El dialogo entre maestro y estudiante es algo que no pude ver en todos los años de «educación» que recibí, las clases magistrales eran la especialidad de aquellos maestros.

Lo que más consuela esta realidad, es cuando el texto expone, que ya esta situación está desapareciendo, porque vien esta realidad, es cuando el texto expone, que ya esta situación está desapareciendo, porque viene una nueva generación de maestros, con nuevos métodos y otras ideas de cómo se debe guar u orientar a un niño. Lo logran con estilos dldácticos-activos Creo que es una necesidad urgente adoptar o aún mejor, crear estilos y métodos que favorezcan un ambiente participativo en el aula.

Por eso la lectura, nos da algunas ideas de cómo podemos crear un aula comunicativa, y en todas los planteamientos, fomenta que los estudiantes participen activamente de forma oral, que puedan comunicar y expresar, y que puedan utilizar tanto la indispensable conversación espontánea y aquella conversación más formal, y cuando utilizan léxico de la conversacón formal extraen de una manera implícita ciertas cosas, que añaden a sus conversaciones espontáneas, a su otidianidad.

Entonces vemos, cómo podemos lograr un entorno más significativo y enriquecedor, y que aprovecharemos al máximo el potencial de nuestros estudiantes, además, pienso yo, que es una forma de demostrarnos que podemos ser novedosos, de dejar ese miedo a cambiar lo establecido, y este miedo es natural ya que toda la vida los maestros que teníamos al frente eran así, censuradores, verdugos de la palabra; y podríamos convertlrnos como referente de otros docentes para que sigan este cambio y empezar, a dar solución 3Lvf4 convertirnos como referente de otros docentes para que sigan ste cambio y empezar, a dar solución a todos esos vac(os de la educación, o citando una frase de Gandhi » Se el cambio que quieres ver en el mundo» La palabra tiene un poder incalculable, esa es una de las principales ideas que deja el texto, y este poder saldrá a flote si los maestros se encargan de hacer conscientes a los estudiante del poder de su expresión, de lo que comunican y lo que pueden lograr con él.

Los maestros tienen el poder de suprimir las mentes más inquietas o por el contrario, alimentarlas hasta el punto que estén rebosantes de imaginación, ideas y de una necesidad imparable e expresar a plenitud todo lo que piensen. Nosotros como maestros en formación estamos a tiempo de reflexionar sobre los errores que cometieron la anterior generación de docentes, y el impacto tan dañino que dejó este estilo tradicional en muchas sociedades, pero, como ejercicio más importante en esta mirada retrospectiva y reflexiva, es la manera en que nosotros daremos fin a esto haciendo una nueva aula, dinámica, participativa e incluyente. Fijémonos que estamos frente a un mundo que expone muchas herramientas y muchos pesadores y corrientes pedagógicas nuevas para fortaleces nuestro quehacer docente.