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educacion_en_igualdad castellano gy Dicssg016 cbenpanR 16, 2016 87 pagos Muévete por una educación en igualdad Ayuda en Acción Telf. + 34 902 402 404 www. ayudaenaccion. org Entreculturas Telf. + 34 902 444 844 www. entreculturas. org InteRed Telf. + 34 915 416 458, ext. 28 wvwv. intered. org Cofinanciado por Muévete por una ed mueveteporlaigualda Muévete por una educación Clon PACE 1 or87 to View nut*ge d La campaña MUÉVETE POR LA IGUALDAD, ES DE JUSTICIA, organizada por Ayuda en Acción, Entreculturas e InteRed y apoyada por la Agencia Española de Cooperación Internacional al

Desarrollo (AECID), ha elaborado este cuaderno con el objetivo de proponer y ayudar a crear alternativas para una educación no sexista, a través de la cual quienes educan puedan ser agentes de transformación para promover desde todos los ámbitos educativos relaciones más igualitarias entre mujeres y hombres. de la campaña y a difundir los objetivos que perseguimos. Recibe información registrándote en www. mueveteporlaigualdad. rg Autora: Coordinación: Raquel Ocaña Carrasco Sofía Duyos y Alicia de Blas Departamento Educación para el Desarrollo de Entreculturas, InteRed y Ayuda en Acción Diseño maquetación: ESTUDIO BOTERO • w•vvw. botero. es Ilustraciones: Tania Mata Parducci Depósito Legal: M-xxxxxxx-2008 Índi ce índice Introducción . Proceso de socialización ¿Quién soy yo? . Acercarse a los demás Aprender a convivir 87 II.

Género V educación or un ae duca ci ón en ig ua I da 6 ivimos en un mundo cada vez más desigual y polarizado, en el que continúan aumentando las brechas de bienestar y disfrute efectivo de derechos que separan a unas personas de otras. En este contexto, la realidad de desigualdad entre mujeres y hombres se sigue reproduciendo, como ha venido sucediendo a lo largo de la historia; muestra de llo serian las diferencias todavía existentes en el acceso a los recursos o la escasa presencia y participación de las mujeres en el ámbito social y politico.

Detrás de las acciones y comportamientos en los que se manifiesta la desigualdad de género -unos más visibles que otros y de mayor dificultad para cambiar- se encuentran los valores socioculturales, formas de pensar y concebir la vida transmitidas a través de los roles que cada cultura atribuye a mujeres y hombres.

La menor valoración que tradicionalmente la sociedad ha ido dando al papel que asigna a las mujeres, ha tenido como consecuencia istintas formas de discriminación contra ellas: feminización de la pobreza, violencia de género, mayor porcentaje de desempleo, discriminación salarial, escasa consideración del trabajo doméstico, poca presencia en puestos de responsabilidad política, social, cultural, económica, etc. La educaclón juega un papel central en la transmisión de estos valores.

Centros educativos, espacios de tiempo libre, animación sociocultural o voluntariado, están inmersos en una sociedad en la que mujeres y hombres se relacionan de acuerdo a unas reglas de comporta definen, en función de su hombres se relacionan de acuerdo a unas reglas de omportamiento que definen, en función de su sexo, lo que se debe hacer y cómo se debe actuar. Estas maneras de actuar, definidas por la sociedad y la cultura dominantes, reciben el nombre de «roles sociales» y limitan el desarrollo pleno de las posibilidades y potencialidades de todas las personas, especialmente de las mujeres. tro du c c ión 7 Sin embargo, la labor de las educadoras y educadores es acompañar a las personas en la construcción de saberes, conocimientos, capacidades y habilidades que les ayuden a desarrollar plena y libremente sus proyectos vitales. El acceso a una educación igualitaria constituye una de las strategias fundamentales para alcanzar el pleno disfrute y ejercicio de la libertad individual y colectiva.

A través del aprendizaje e interiorización de valores como justicia, igualdad y solidaridad, será cada vez más viable alcanzar la igualdad de oportunidades en su sentido más amplio y global, donde la pobreza y el género no constituyan factores de discriminación múltiple. La campaña «Muévete por la igualdad. Es de justicia» quiere con este cuaderno analizar, en primer lugar, cómo desde los distintos ámbitos educativos se realiza este trascendental aprendizaje de valores.

O ENTRECULTURAS Posteriormente, quiere proponer y ayudar a crear alternativas para una educación no sexista, a través de la cual quienes educan puedan ser agentes de tra con capacidad cr[tica ante las es y desigualdades, para discriminaciones y desigualdades, para promover y mantener relaciones más igualitarias entre mujeres y hombres, a través de las cuales todas las personas salgan beneficiadas. Ningún cambio es fácil y en éste influyen muchos factores.

No existen recetas mágicas; pero podemos unirnos a muchas personas que desde distintos ámbitos están desarrollando estrategias y acciones para que esto sea posible. Seamos, pues, muchos y muchas más! lo o cu to toyelcur rí cu El cur ric uloexpl(ci Proceso de socialización Mu év ete p or un ae duca ci ó nen ig ua I da 10 ¿Quién soy yo? Podemos decir que la identidad es un conjunto de rasgos propios que caracterizan al individuo o a un grupo frente a los demás. Las familias, la sociedad a la que se pertenece, la cultura, las características psicológicas, los demás… rán conformando la identidad personal en un proceso muy complejo en el que la adopción de la identidad sexual, hombre o mujer, es un factor clave. Toda persona necesita de ra construirse como s OF al, para identificarse V par orque en el contraste con mundo con la necesidad fundamental de ser queridos/as, aceptados/as y valorados/as. Sin saberlo, van a intentar responder a las expectativas, -diferentes si es niño o niña— que depositan en ellos las personas que les son fundamentales y a las que, por ese motivo, intentarán satisfacer.

En consecuencia -como veremos más adelante en el apartado dedicado a la familia- las funciones que los progenitores desrrollan dentro del hogar son básicas en la construcción de la identidad, pues son los primeros modelos a los que querrá parecerse y los que comienzan, incluso antes del acimiento, el proceso de socialización diferencial de su hijo/a. a ció n Proceso deso ci aliz 11 Entendemos por identidad de género el modo en el que en determinada sociedad está prescrito ser hombre o mujer.

Entre los factores que influyen para su desarrollo podemos mencionar las actividades que en el medo se consideren propias de una mujer y de un hombre; los objetos, espacios, tareas que se clasifiquen como femeninos y masculinos; las creencias que tengan sus modelos familiares, amistades o su comunidad, sobre lo que se considere propio de una mujer y de un hombre; las reglas de conducta y actitudes con que se desenvuelvan uienes cuiden de la persona, incluso antes de que nazca; lo rígido o flexible que sea el ambiente ante la trasgresión de los comportamientos esperados (Antolín, L. 003). En este sentido, el concepto de género —como categoría de análisis que diferencia lo que hay de biológico de lo cultural en la desigualdad desvelar determinadas 6 7 discriminac de biológico de lo cultural en la desigualdad- nos permite desvelar determinadas discriminaciones y desigualdades entre hombres y mujeres.

Como educadores y educadoras resulta especialmente relevante conocer los procesos a través de los cuales la ersona llega a ser quién es, así como las limitaciones con las que se aprende a ser hombre o mujer según lo que una determinada sociedad, en cada momento histórico, espera de unos y de otras. Mediante nuestra práctica educativa se puede contribuir a la transformación de las discriminaciones a las que este proceso pueda dar lugar. De esta forma estaremos haciendo posible que cada persona desarrolle plena y libremente sus valores, potencialidades, preferencias y expectativas vitales.

M u év ete p or un 12 Como hemos mencionado y explicamos en el cuaderno anterior Una visión de Género… s de justicia, la sociedad tiene una serie de expectativas sobre la «conducta apropiada» de los hombres y las mujeres porque tradicionalmente ha ido definiendo lo que significa «masculino» y «femenino»; ha ido asignando por oposición a hombres y mujeres una serie de comportamientos, funciones, características, virtudes y defectos, supuestamente «propios» de uno u otro sexo.

Veamos algunos ejemplos: Femenino: cuidado de las ntenimiento del espacio espacio público, participación política, privación de afectos, autoridad, independencia, racionalidad, Las expectativas sobre las mujeres han funcionado radicionalmente como mandatos -sobre todo en la infancia pero también en muchos casos en la edad adulta- haciendo que la autoestima de las mujeres haya sido dependiente de la estima de los demás. Esta dependencia vital que produce tener que cumplir con las expectativas para ser valoradas, hace de las mujeres «seres-para-otros».

Para romper con esta construcción de la identidad dependiente es fundamental, en el ámbito educativo, apoyar la creación de una autoestima propia, directa, en la que cada niña y cada mujer sea estimulada en su autovaloración, en su vivencia de los límites personales y sea apoyada en la sunción de responsabilidades y la toma de decisiones propias (Lagarde, M. 2001). Proceso deso cia liz 13 Además, en las expectativas que tenemos sobre nosotros/as mismos/as y sobre los/as demás, influyen los estereotipos que manejamos, incluso de manera inconsciente. ?stos son conceptos muy arraigados, muchas veces despectivos, creados socialmente y basados en generalizaciones. Los utilizamos para clasificar la realidad y simplificarla, y por eso influyen en nuestras expectativas: • Sesgan el procesamiento de la información • Son difíciles de reconocer y cambiar • Actúan de forma inconsciente en nuestra percepción Los estereotipos determin ctas, comportamientos y actitudes deben tener las unción del actitudes deben tener las personas en función del grupo al que pertenecen. P. e. ?Como casi no he visto chicas en que estudien mecánica, creo que las mujeres no son buenas para eso». Además, como suelen estar muy arraigados, por mucho que vaya viendo que chicas o chicos tengan habilidades que no encajan con los estereotipos, me es difícil cambiar y seguiré pensando que los casos que veo son una excepcion. ae duca ci ó n en ig ua I da sa 14 bí sq Cuando una persona está enfadada o cansada es cuando exhibimos más estereotipos. arece que cuando nos sentimos mal vemos de manera particularmente negativa a los «otros».

Esses, Haddock y Zanna, 1993, 1994. con peor prestigio social que los masculinos (p. e. racionalidad). Cuando nos relacionamos con los demás en función de los julcios y valoraclones que realizamos basándonos en estos estereotipos, estamos utilizando un prejuicio. Como consecuencia, podemos definir prejuicio como una formulación de ación 15 un juicio o valoración que se basa únicamente en el uso de estereotipos y no en hechos reales o comprobados. p. e. «Busco a alguien que me arregle el ordenador.

No confío ucho en las mujeres que arreglan ordenadores porque creo que no son buenas en tecnolog[a y, en base a ese prejuicio, escojo en la guia telefónica a una hombre para que me arregle el m[o». En base a prejuicios tomamos decisiones y, como al prejuzgar no tenemos en cuenta el comportamiento indlvidual de la persona, muchas veces nos equvocamos. persona: Cuando conoces a una que te formas de ¿Influye en la opinión nozcas, si es homella el sitio donde la co ncia, la forma de bre o mujer, su procede , etc.? vestirse, de expresarse ae esta opinión en tu rel ¿Cómo crees que influy ción con esa persona? ar algo similar en las rel