DISCURSO IDENTIDAD ESMERALDEÑA

«La cultura nace en el corazón y en el espíritu de los que vivimos en los palenques territoriales, porque es encargo de los mayores, pero solo crece y se mantiene en la tierra, en el monte, que es donde están las fuerzas que la sostienen, donde vive la sangre de los ancestros. » Directivos del Plantel. La identidad cultura es el conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elemento cohesionador dentro de un grupo social y que actúan como sustrato para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia.

La dentidad no es un concepto fijo, sino que se recrea individual y colectivamente y se alimenta de forma continua de la influencia exterior. De acuerdo con estudios antro oló icos y sociológicos, la identidad surge po OF5 al otro. Aunque el co p’: pa (como en el caso del emi se encuentra con fre Los diferentes grupo reafirmación frente cienda las fronteras de este concepto rritorio.

Afroecuatorianas que actualmente vivimos en el Ecuador, tanto en las comunidades de la costa como de la sierra, somos lo descendientes directos de los hombres y mujeres, que Contra su voluntad, fueron traídos el continente africano, para aportar con su fuerza de trabajo y saberes ancestrales en la construcción económico, Socio-política y cultural de del Ecuador. Pero también descendemos de otras migraciones, anteriores y posteriores, a la triste institución de la esclavitud.

Los aportes de los pueblos de origen africano para la construcción de la Cultura nacional, están a la visto, pero sin duda requieren ser cuantificados en su real dimensión. Echar una mirada positiva a las contribuciones que este pueblo aporto para la configuración de la cultura nacional resulta de vital Importancia en este omento en que desde distintos actores incluyendo el Estado, se propone iniciar los diálogos interculturales entre los distintos actores, pues en Ecuador todavía hay colectivos que tienen cultura y otros, que solo tienen folclor.

El origen de la comunidad afro-esmeraldeña y su cultura, no tienen que buscarse de manera exclusiva en los procesos esclavistas, pero la comprensión de este triste capítulo de la historia del Ecuador, es importante para entender nuestra presencia en esa región y en el territorio nacional. Así mismo, resulta de vital importancia entender que los procesos de onstrucción y reconstrucción de la cultura de origen africano en el Ecuador y de manera particular en Esmeraldas, es el producto de los procesos de resistencia.

La tradición oral nos cuenta, que durante el tiempo que nuestros mayores estuvieron sujetos a la triste condición de esclavizados, fueron sometidos por el Estado y por las instituciones de la sociedad dominante, a un sistemático y constante proceso de aculturación que duro un poco más de quinientos años y perdura en los proce constante proceso de aculturación que duro un poco más de quinientos años y perdura en los procesos escolares que se impone en las comunidades.

Durante este tiempo, se intentó borrar de la memoria colectiva todo lo que era de origen africano, y se trató por todos los medios de imponer en su lugar las formas y tradiciones culturales de la sociedad dominante. «Las tradiciones culturales de nuestros antepasados eran consideradas por el Estado expresiones de seres salvajes a los que se debía educar y sobre todo cristianizar, para su propio bien, espiritual y material. » Como respuesta, a esta violenta imposición cultural y exclusión social que tuvieron que vivir; nuestros ancestros demostraron tener un extraordinario poder de resistencia.

Y fue así, como ograron mantener hasta nuestros días gran parte de sus herencias culturales. Los espacios libres que los Cimarrones construyeron en el Ecuador, y de manera particular en la costa de las esmeraldas, se les llamo «palenques de negros. » Los palenques, más que refugios de cimarrones/as, tienen que ser vistos y entendidos como espacios vitales para la resistencia, espacios para crecer como comunidad y sobre todo espacios para crear y re-crear la cultura.

Hoy sabemos que muchas de las tradiciones culturales de origen africano, que definen a los Afro-esmeraldeños, se mantuvieron en estos territorios autónomos, donde las politicas del Estado y as instituciones de la sociedad dominante no podían entrar. Los palenques además eran espacios donde el poder politico, soci 3 sociedad dominante no podían entrar. Los palenques además eran espacios donde el poder político, social y económico, estaba en manos de los excluidos.

Los más grandes «palenques de cimarrones» en el Ecuador, estuvieron en las tierras de los esmeraldas, lugares como Coaque, Portete, Daule, Viche, Dobe, tienen historias muy importantes que contarnos. Y tienen que ser vistos como un territorio-nación, un espacio autónomo, donde indios y negros, podian vivir en libertad y enían la posibilidad de re-construir sus identidades destruidas por los procesos de aculturación. La figura de los palenques sin duda es la propuesta política y cultural más importante que nuestros antepasados nos dejaron. or eso no duele tanto ver como los grandes proyectos se roban poco a poco los espacios para la recreación cultural, sobre todo ahora que se buscan alternativas para la gobernabilidad desde las particularidades culturales de los pueblos y nacionalidades. DE LA RESISTENCIA A LA PROPUESTA Las múltiples tradiciones y herencias culturales, hoy entendidas como filosofías y doctrinas para la vida y para la muerte, son las ue ahora definen nuestra identidad cultural, orientan nuestro ser en lo cotidiano y nos animan, para definirnos como una «Nación Cultural de Origen Africano en el Norte del Ecuador y de Esmeraldas.

La reunificación de los troncos familiares y de los grupos de origen, facilitó la formación de nuevas comunidades afro- esmeraldeñas. Es en estas nuevas comunidades -muchas de ellas antiguos palenques- donde los afro-esmeraldeñas. Es en estas nuevas comunidades -muchas de ellas antiguos palenques- donde los mandatos ancestrales, recuperaran los sentidos de pertenencia a los orígenes comunes, e re-afirman antiguos códigos culturales que estaban guardados en la memoria colectiva, y se retoman las antiguas formas de organización social, que hasta entonces -estuvieron prohibidas por el Estado y la sociedad dominante.

Es así como el pueblo Afro-esmeraldeño, convertido en amo y señor de sus mundos -el tangible y el intangible- pone en práctica una infinidad de conocimientos, saberes y secretos ancestrales, que por cientos de años fueron guardados en la memoria colectiva de las comunidades y trasmitidos de generación en generación por los guardianes de la tradición. Los miles de cuentos, que narran las aventuras de animales y eres extraordinarios que simbolizan el poder y la fuerza, nos tienen que servir como enseñanzas para ordenar los diálogos con el poder.

Los recursos y la astucia de nuestros escritores es sin duda una propuesta para desmontar el poder. Los arrullos, los chigualos, las rondas, la marimba con sus mil vertientes, declarada recientemente patrimonio intangible por la UNESCO, todos los cantos rituales que se entonan en las comunidades, tienen un gran valor en este camino de encontrarnos con lo que es propio, con «lo que obedecemos sin preguntar, porque viene de las herencias ancestrales, de la cultura de nuestro pueblo. » 5