DIDÁCTICA UNIVERSITARIA

DIDÁCTICA UNIVERSITARIA Miguel Zabalza La lectura se centra en una discusión sobre la didáctica universitaria, situándola particularmente en el campo de la enseñanza y teniendo en cuenta las dinámicas del proceso de convergencia al espacio común europeo (EEES) y los nuevos retos surgidos a partir de la revaloración de la docencia.

Hablar de didáctica entonces, es hablar de docencia y docentes (es decir de su práctica), pues todos los profesores hacemos didáctica porque enseñamos. Su reflexión se centra en la actuación didáctica del profesorado. Reflexiones que se centran en: el sentido de la docencia niversitaria y sus rel OF9 en ese contexto y su nt! _ io Swipe View next pase docente y, el silencio mo c aprendizaje. tica universitaria iento de la práctica ara mejorar el Bien para reflexionar sobre estos aspectos, es necesario indagar acerca de la docencia universitaria y dónde se encuentra situada. Esto puede verse de acuerdo a una situación dada y una de esas miradas está ligada a lo que evidencia la misma dinámica institucional, donde las prioridades se establecen de acuerdo a incentivos, construcción de la identidad, en fin, el papel del docente aquí sigue quedando en la marginalidad.

Así mismo, el funcionamiento mismo de la educación como sistema, no sitúa al docente de manera relevante para la institución, esto ha ocurrido durante años, sin embargo, ha existido una mejora gradual, un cambio no solo por infraestructura y recursos, sino por la concepción sobre el sentido de la formación y el papel del docente en la misma, la cual considera el desarrollo personal y profesional de los estudiantes.

Esto considera entonces lo que Zabalza nombra unas certezas o convicciones que se resumen en: la importancia del docente en la formación de los estudiantes, lo que se refleja en la calidad e los centros universitarios; el qué hacer docente, que requiere una actuación distinta a simplemente gestionar, o a investigar, asesorar, etc. el partir de que los docentes no se hacen en la práctica, sino que constituyen un conjunto de saberes que se basan en conocimientos teóricos, disciplinares y pedagógicos así como en su propia práctica, y; la docencia como espacio propio de competencias profesionales constituidas por conocimientos, habilidades específicas y actitudes propias de los formadores.

Todo este conjunto de nuevas reflexiones y discusiones, es producto de las ideas y debates que alrededor de la docencia e han dado, lo cual viene rompiendo con viejos estereotipo y destaca algunas ideas que ahora se encuentran en crisis como el concebir que a enseñar se aprende enseñando, que ser buen profesor es igual a ser un buen investigador, que el problema de aprender es un asunto que compete únicamente a los alumnos y, que la calidad universitaria se mide -sobre todo- por los recursos que disponga una Institución por encima de las clases que se imparten en ella.

De eso modo y en me De eso modo y en medio de muchas discusiones surge la didáctica universitaria, es producto de la esperanza de lograr una ransformación para mejorar la calidad educativa. Ahora bien, observar la didáctica como un espacio disciplinar, que desde hace algunas décadas ha despertado el interés de la comunicad educativa, manan nuevas discusiones, las cuales se acrecientan al no ser precisos en su definición. No obstante, hay un acuerdo general, en que la didáctica es sustantivo y adjetivo a la vez, esto en lo referido a las actividades relacionadas con la enseñanza y la formación en general.

Esto se encuentra ligado a la misma etimología griega que la concibió siempre en relación a los actos de enseñanza, donde su propósito central es el proceso e aprendizaje, en el marco de la didáctica en sí y para sí. Partir de la didáctica como disciplina, considera unos pasos, parafraseando a Comenio, la didáctica se centra en los procesos de enseñanza – aprendizaje, sin ser superficiales, desagradables, además dichos conocimientos deben ser verídicos.

Estos propósitos se mantienen históricamente, pese al cambio de enfoque que se ha tenido acerca de la didáctica. De ahí que al partir de la didáctica como disciplina, la pretensión sea que ayude a conocer mejor los procesos en la relación enseñanza- aprendizaje y, con ello a generar un conjuntos de estrategias ue favorezcan la práctica docente y optimice en últimas el En ese sentido, el docen 3 estrategias que favorezcan la práctica docente y optimice en ultimas el aprendizaje.

En ese sentido, el docente universitario sale de la visión tradicional donde debe dominar contenidos y conocimientos, pues debe también considerar la didáctica, es decir la metodología, la forma de presentar los contenidos y organizarlos, como también cuestiones como los valores, el punto de vista, la organizaciones de prioridades, la misma forma de ver la vida.

Todo ello hace parte del qué hacer del docente universitario, ue de acuerdo al proceso de convergencia al espacio común europeo, debe centrarse en el aprendizaje y en el trabajo del alumno, buscando formas de trabajo autónomo, el cual a su vez debe organizarse en torno alrededor de competencias. Para ello hay que buscar diversas formas de alcanzar estos propósitos, lo cual sería el quid de la didáctica universitaria.

Por otro lado, la dicotomía de la didáctica como ciencia o arte, no es un asunto d época monta, pues de acuerdo a como se conciba se define la actuación, es decir, si la didáctica es rigurosa, estable y previsible desde el punto de vista de la ciencia, o si parte de las ituaciones, del contexto y estilo personal, desde el punto de vista del arte.

Lo cierto aquí, es que lo más acertado es ver la didáctica como una relación dialéctica entre ciencia y arte, porque si se vuelca la balanza hacia algún sentido, poco tendría que aportar a la didáctica como disciplina por un lado y, poco consideraría las formas, metodologías y particularidades para el apr y, poco consideraría las formas, metodologías y particularidades para el aprendizaje, por el otro. Esta dicotom[a entre ciencia y arte, conlleva a dos consecuencias.

Por un lado, volcar la balanza hacia la didáctica como arte, de onde surgen un sin número de iniciativas, que ponen como escudo la libertad de cátedra, para obviar reglas o acuerdos que pueden establecerse en un proceso, dando asf demasiada relevancia al espontaneismo, donde la superficialidad y poca cientificidad en la enseñanza se imponen. De allí surge un acomodamiento al qué hacer «libre», no doctrinal. Por otro lado, se destaca la forma de construcción del conocimiento, el cual a no existir principios generales (excepto lo ético), parte de la práctica misma, pero esta, revisada y contrastada con la teoría.

Así las cosas, el proceso de la didáctica cumpliría un papel cíclico, donde a práctica mejoraría tras su revisión y nueva puesta en escena, sobre grados más altos de desarrollo. Todo ello lleva a formas de acción, para reajustar y revisar propuestas existentes, lo que requiere de la practica acumulada efectivamente, es decir con la debida y adecuada documentación, lo cual se convierte en una competencia SI se quiere fundamental del docente universitario.

La didáctica como espacio disciplinar que tiene el propósito de mejorar los procesos de enseñanza, contempla unos contenidos y dinámicas propias, donde confluyan la teoría y la práctica y se onfigure un espacio abiertos, accesible y comprensible para todo profesor, en aras de conocer su mism 5 configure un espacio abiertos, accesible y comprensible para todo profesor, en aras de conocer su misma practica y emprender acciones para mejorarla.

En ese sentido, se consideran unos ejes básicos del campo didáctico, que son: profesores, alumnos y contenidos, todos ellos en constante relación dentro de un contexto de producción de la enseñanza- aprendizaje.

Así mismo, la enseñanza universitaria se configura en un estructura también de tres campos, que se relacionan de orma superpuesto y condicionante entre si; uno de ellos es el espacio externo y extrauniversitario que delimita y si se quiere orienta las condiciones en que se lleva a cabo la docencia; un espacio institucional que define el contexto inmediato y un espacio didáctico en el que se produce el proceso de enseñanza- Esas relaciones entre los tres campos dentro de la enseñanza universitaria, en no pocas ocasiones, disuaden las transformaciones, pues cada uno influye en el otro con su propia lógica, pero a su vez, cada uno se resiste a la ‘nfluencia y rigidez del otro por lo cual se afectan esas posibles y ecesarias transformaciones en la enseñanza universitaria. Sin embargo, aunque existan dichas influencias, lo determinante entre los elementos estructurales, es decir profesor, alumno, conocimiento, de un lado; y, de otro los elementos relacionales, entre los elementos estructurales. Analizar estos elementos de manera separada o en su propia interacción, es de por sí la identidad de la didáctica universitaria.

De los tres elementos estru De los tres elementos estructurales, se destacan características propias que influyen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, entre los cuales se encuentran: los profesores, que junto on los alumnos son la pieza fundamental de la didáctica. Aquí se consideran todas sus condiciones, de tipo laboral, cognitivo, personal, de procedencia y motivacional; los alumnos universitarios, donde se consideran aspectos en el desarrollo de la enseñanza, como la formación previa, condiciones socio demográficas, las expectativas y condiciones motivacionales; los contenidos, que se constituyen en aspecto fundamental, porque condiciona y determinan la organización del proceso de enseñanza-aprendizaje, por la especificidad de los mismos, o por la imposición de un currículo determinado.

Estos tres componentes generan a su vez componentes dinámicos, que consideran las relaciones por ejemplo entre profesores, entre estudiantes, entre contenidos. A la vez entre profesores y contenidos, profesores y alumnos y alumnos y contenidos. En la relación entre profesores, es el individualismo docente, una talanquera para la transformación de la enseñanza universitaria, donde cada uno defiende su disciplina y hace lo que mejor le parezca. Una visión didáctica de esta relación está en la necesidad de emprender proyectos que requieren indudablemente del trabajo en equipo y la combinación de saberes. En cuanto a la relación entre alumnos, tiene que ver con la relaciones de de saberes.

En cuanto a la relación entre alumnos, tiene que ver con la relaciones de competitividad o colaboración que se establezca entre ellos, donde la colaboración de acuerdo al modelo de convergencia, hace que incluso el trabajo complejo se favorezca, mejorando a la vez los procesos de enseñanza y aprendizaje. Y la relación entre los contendidos, debe ser también concebida de manera integral, si se quiere transversal, donde se note su relación para favorecer el aprendizaje, donde se promueva el aprendizaje basado en problemas y la planificación onjunta de las materias, y no la atomización y aislamiento de cada disciplina. Ahora bien, en un segundo ámbito, se consideran las dinámicas entre: el profesor y los contenidos, donde la diferencia está en si se reproducen conocimientos o se es capaz de crear conocimiento, gracias a la investigación, el dominio de un ámbito científico, etc.

Aquí el papel del docente juega un importante papel en la transformación del proceso de enseñanza- aprendizaje, pues de su relación con los contenidos depende la forma, el método en que hará que sus estudiantes no solo aprendan contenidos, Sino que sepan utilizarlos en u cotidianidad. De allí se parte entonces a la relación entre profesores y alumnos, la cual considera al alumno ya no como una masa, sino como sujeto individual, tomando centro el aprendizaje, lo que considera una actuación bien distinta que debe tener en cuenta todas las dinámicas mencionadas. Finalmente, la relación entre alumno y contenidos, que ha sido poco 8 las dinámicas mencionadas.

Finalmente, la relación entre alumno y contenidos, que ha sido poco considerada, pero que marca en últimas la configuración del aprendizaje, es decir si la apropiación de los contenidos es mecánica o por el contrario significativa, o cual de por si, marca una transformación hacia el modelo de convergencla. A manera de conclusión puede decirse que no es tan cierto que la práctica hace al maestro, se requiere de preparación para ser docente, para no convertir esta práctica en algo rutinario y repetitivo, debe estudiarse de forma sistemática el conocimiento de la docencia universitaria y esta es una tarea de la didáctica universitaria en aras de la transformación.

Igualmente uno de los retos de la didáctica universitaria es la visibilidad, de la práctica docente, posibilitando así la interacción de prácticas. Y, finalmente, la didáctica universitaria debe ayudar a mejorar la formación de los docentes universitarios, quienes juegan un papel determinante en el modelo de convergencia, pero son definitivamente marginados al considerar poco relevante esos procesos de formación. Como se puede ver, la didáctica y en particular la universitaria tiene inmensos retos, todos encaminados a favorecer, transformar y mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Y no es para menos, en últimas el signo de identidad de la didáctica es la práctica. Resumen elaborado por: Karen Isabel Molina Herrera g