Desimbolizacion

Quórum Académico ISSN: 1690-7582 quorum_academico@yahoo. com Universidad del Zulia Venezuela Salazar, Robinson La nueva estrategia de control social. Miedo en los medios y terror en los espacios emergentes Quórum Académico, vol. 6, núm. 2, julio-diciembre, 2009, pp. 105-123 Maracaibo, Venezuela Disponible en: http:// 19901 8370007 Cómo citar el artículo Número completo PACE 1 or28 to View nut*ge Más información del artículo Página de la revista en redalyc. org Sistema de Información Científica Red de Revistas Cientificas de América Latina, el Caribe, España y

Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto QUÓRUM ACADÉMICO Vol. 6. NO 2. julio-diciembre 2009. Pp. 105 Universidad del Iulia • 155N 1690-7582 La nueva estrategia de control social. – 123 sutilmente remplazan en gran medida al agente coercitivo y priorizan la represión ideológica (Nueva versión de la Guerra de Baja Intensidad) donde cualquiera puede percibirse amenazado sin ser parte de los problemas que divulgan.

Palabras clave: Globalización, medios de comunicación, alarma, miedo, terror e inseguridad pública. Recibido: Mayo 2009 • Aceptado: Julio 2009 Or_ Robinson Salazar es Sociólogo, investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa/México. Director de wwm. insumisos. com. correoelectrónico:salazar. robins on@gmail. com 106 Robinson Salazar Quórum Académico, Vol. 6, NO 2, julio-diciembre 2009, pp. 05 123 The New Social Control Strategy. Fear in the Media and Terror in Emerging Spaces Abstract In the era of globalization, media have last their nature and leaving their infOlmative function they enter as a part of the power practice, their new role of chaotic axle of the collectives subjectivities pread 2 8 anxietv, fear and tenor, co pular actions product of words: Globalization, media, alarm, fear, terror and public insecurity.

Inseguridad y vulnerabilidad El inicio de siglo abrió las compuertas de un alud de alarmismo, telTor y emisión de miedo provocado por los medios de comunicación, apuntalado en argumentos falaces de pretendidos agoreros del fin del milenio y del mundo y otras veces por el evento crucial ocurrido en tienas norteamericanas como fue el «atentado» contra las Tones Gemelas en septiembre de 2001, trajo en consecuencia un síndrome de iedo, tenor, inseguridad y vulnerabilidad de todo el sistema anterior proveedor de certidumbre individual y social.

Un marco idóneo para comprender pedagógicamente el resurgimiento del nuevo alarmismo, editado en otras ocasiones en los centros de del poder norteamericano para desatar la furia bélica contra otro Estado, antes y después de la guena fría, principalmente para justificar las intervenciones militares en nuestros países latinoamericanos) es la administración de George W. Bush, con raigambre neoconsewadurista al igual terror en los espacios emergentes 107 e Ronald Reagan y todos los consortes que inauguraron el neoliberalismo en Europa y América Latina.

La lucha vesania contra lo ntención anti globalizante 28 opuestos a la expansión d búsqueda incesante sempiterno del mercado. La política de George W. Bush fue más allá, sobre los estropicios del veo esquema socialista proclamo la nueva confrontación infinita, los conflictos bélicos enlazados bajo el modelo del Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte -ASPAN- donde los norteamericanos en la administración Bush mancomunados con los halcones conservadores del Pentágono y la

Central de Inteligencia -CIA-, han definido la guelTa preventiva, cuyos objetivos son el terrorismo, el crimen organizado, el populismo radical y la militarización de la frontera (Salazar K, 2009). La idea, el proyecto y las intenciones estaban articuladas bajo la égida de la acción gubernamental, asimismo los objetivos inmediatos se habían jerarquizado y teledirigido a una parte del mundo donde las riquezas abundaban por el incremento de los precios del petróleo, Irán, Irak y Pakistán.

Los empresarios y el gobierno sumaron esfuerzos, alentaron al mundo a consentir una guerra y construyeron en el m agina rio social yen la opinión pública la firnle idea de la existencia de un enemigo deshumanizado, impío y rufián carente de consenso, dictatorial, expoliadory peligroso para todo el mundo en general, Saddam Hussein personificaba el mal y la guerra de los aliados capitaneada por Estados Unidos representaba el bien. Así se fue construido con retazos de ideas, «atentados», clisis pre fabricadas, enemigos inexistentes y peligros inminentes el nuevo enemigo a confrontar, (Salazar R. 2006) cuyo objetivo fue instaurar la dictadura del mercado, desmembrar las redes comunitarias, fragmentar 4 28 ociedad y desterrar a los espacios públicos, desterrar a los pobres de los espacios públicos, criminalizar las protestas y despojar a los ciudadanos de sus derechos políticos, todo en aras de ejercer un control contra un enemigo que no conocemos, omite el lugar donde reside y lo magnifican para ejercitar impunemente el poder de las armas. 108 Quórum Académico, Vol. 6, NO 2, julio-diciembre 2009, Pp. 05 – El dispositivo de poder agregado al engrancúe de la nueva guerra fueron los medios de comunicación, quienes asumieron la tarea de desnaturalizar su esencia como fuente de información y ivulgación, asociados de manera descomedida con los agentes del mercado, principalmente con empresarios y gobernantes proclives a administrar para el mercado y descuidar los asuntos públicos de atención a la cudadanía que lo eligió, y erigieron un emporio productor de alarmas, miedo y tenor dirigido a desmentalizar al auditorio.

La sociedad mediática, telépolis, lajaula digital, la sociedad red, el mundo virtual, el poder de la imagen, el fin del discurso desideologizó a la sociedad, le impuso nuevos códigos, vendió el mapa prefabricado de la sociedad contemporánea donde la incertidumbre, la volatilidad e todo lo material nos colocaba en la plataforma del riesgo permanente.

No ocupariamos a partir de estos momentos un lugar seguro, absolutamente s 8 todo aquello que nos rode ido por un ambiente de virus liesgosos para la infornlación almacenada en un computador personal, hasta la contingencia del chantaje y/o secuestro a través de la telefonía celular; estar celoso en las relaciones sexuales ante el acoso del Slda, y/o perder el trabajo debido a quiebra intempestiva de la empresa o fábrica en donde prestas tus servicios; no sobran los temores infundidos las noticias de los desastres naturales, los saltos derivados por la inseguridad pública, la devaluación de la moneda o una medida que admite suspensión de las garant[as Constitucionales por amenaza de tenorismo; todo es una extensa alfombra de suelo movedizo de angustia invisible o estado endémico similar a latente esquizofrenia dilatada, capaz de convertimos en sujetos plenamente vulnerables, sin sentido del tiempo, porque el mañana no existe y está sujeto a factores incontrolables derivado de la incertidumbre. El territorio fértil incubadora de la inseguridad fue los Estados Unidos, en su afán de constituirse en la hegemon[a del Siglo XXI, ontar con el caudal económico, suficiente manejo de la gobernabilidad y consenso interno y externo, pugnó por el ejercicio de la violencia hasta anibar a una decodificación de la guena, en donde las causas que legitimaban el uso de los recursos bélicos fue desechada y desimbolizó el acto 109 de guerra, convirtiéndola en un procedimiento más de la 6 8 pública y el de gobierno. n las calles, desterrar asentamientos humanos de precaristas, perseguir forajidos yl o controlar alguna situación de inseguridad pública, contener a fuerzas opositoras, incluso con el objetivo de ersuadlr a gobiernos a dialogar o dejar de ayudar a otra nación. Designificó el sentido de la gu enay a diario se lee y escucha el vocablo en discursos orientados a contener ylo combatir la inflación, cualquier epidemia y desplazamientos humanos migrantes. Absolutamente todos estamos bajo una circunstancia de guena. El discurso, la persuasión, el consenso, los argumentos y las cooperaciones internacionales dejaron paso a las nuevas guenas. No obstante el uso y contenido del concepto tiene distintas dimensiones de aplicabilidad, los efectos de enemistad y muerte están vigente.

La fuente de la inseguridad inextinguible está en el libre mercado quien exige, a través de sus agentes económicos, llámese consorcio de las 200 familias más poderosas del mundo que controlan el 90% de la producción de alimentos, comercialización y banca pri vada, exigen la vigencia desreguladora estatal y la política privatizadora como eje dinámico de la globalización y la libre empresa. Al relegar al Estado de su responsabilidad social y vulnerarle su naturaleza soberana, el hombre quedó a la suerte y sin referente, diluida la confianza, la solidaridad refugiada en núcleos reducidos e seres humanos desconectados de la mayona y grandes segmentos sociales vacilantes al sentirse impotente ante el destino porque nadie detiene la guena, por el contrario, la iglesia y el Estado, entes posibilitados de hacerlo, la incentivan.

La debilidad estatal manifestada en la vulnerabilidad fronteriza, lasitud en el ejercicio de la lasitud en el ejercicio de la soberanía, aceptación de los poderes de facto de organismos internacionales en su jurisdicción, incapacldad para controlar la información y movilidad de recursos financieros deterioró su imagen y acotó los espacios de actuación, esprotegió a la población, pero dio pie para el surgimiento de actuaciones de resistencia locales contra muchos aspectos provocados por la inmovilidad del Estado, dentro de ellos podemos mencionar las confrontaciones contra flujos de migrantes, xenofobia, localismos y regonalismos, resistencias comunitarias a 110 pollticas gubernamentales, ejerciclos de prácticas religiosas opositoras a las reglas institucionalizadas por la sociedad, entre muchas otras.

Existe una desestatización del ente público, donde el anterior eje Estado-nación ordenado bajo el eje de la política quedó desconfigurado apareció otro ente Técnico Administrativo bajo la férula del consumo, esa nueva forma estatal anoja un esquema de Estado/ Consumidor que desecha el anterior Estado/Ciudadanía. De esta forma, el pueblo, el sujeto colectivo, el trabajador, fue desimbolizado e incluso aniquilado, remplazado por la gente, el individuo y el empleado, conceptos más apegados n del mercado y no de la poltica. con la vida diaria de los ciudadanos, resuelve diferencias con la oposición mediante la dlatriba yno ataja los grandes problemas del país y esgrime permanentemente la guena como mecanismo de gobernabilidad.

Subyace un estado de cosas que escenifica el deterioro de los mecanismos de representación y participación social, parlamentos descentrados, politica espectacularizada, políticos que actúan como animadores de eventos pasmosos, partidos políticos sin credibilidad, instituciones insuficientes para garantizar el ejercicio de la ciudadanía, espacios públicos criminalizados y ausencia de autondad. La ausencia de un ente rector égida de la sociedad dejó una gran oquedad, la cual no permaneció por mucho tiempo vacía, sino que fue pronto ocupada por los medios de comunicación y los grandes mpresarios, quienes emergieron como el nuevo vértice de apertura» el futuro de la sociedad, indudablemente era un oficio que no le conespondía y cuyas consecuencias las vivimos hoy con la violencia, la guena, las banalidades y comportamientos fútiles en las diversas esferas de la sociedad.

Propaganda del miedo Los medios de comunicación son los nuevos forjadores de opinión pública, entendida como el conocimiento colectivo resultante de la acción combinada de los diversos medios de comunicación efectivamente utilizados en cada época y lugar; el clima forjado está vestido de pacidad, le imprimen colores imprevisibles y contingentes dificil La nueva estrategia de co ledo en los medios y la realidad, la define y redefine desde la exterioridad, lo cual nos Indica la mayona de las veces que la opinión pública es un invento, es la desconfiguración y la ignorancia de la evidencia prmera o realidad social. La opinión pública desata el clima de opinión ambienta a la sociedad contemporánea y mediática caracterizada por su perfil enrevesado, fútil, impreciso y fortuito, pero pretensioso por insistir en explicar lo que acontece en el mundo exterior (Gil Calvo, 2003). Sin embargo, el debate público tiene por naturaleza ser plural, controveltido, contradictorio o deliberativo pero razonado y previsible, alimentado de las redes de interacción, no necesariamente de los medios de comunicaclón, sino de organizaciones, convivencia cotidiana, interpenetración con la realidad, lazo social y conocimiento emplnco.

Por la descomplejidad como los medios de comunicación emiten la noticia, la banalidad de sus discursos, la espectacularidad de sus noticiarios, la simpleza de las palabras que en la mayoría de las veces reduce el vocabulario a no más de 400 palabras comunes, dibuja una ealidad irrelevante donde amerita cambiarse o hay conflictividad que amenaza los intereses de los grandes empresarios, pero en situaciones nimias magnifica el hecho o situación descrita, evocan copiosamente la violencia y al centuplicarse los relatos, teatralizan los acontecimientos y dramatiza en el subconsciente colectivo, dibujando un mapa de telTory miedo en el auditorio. El melodrama que utilizan los medios de comunicación en su programación habitual, afirma Carlos Monsiváis, es el molde sobre el que se imprime la conciencia de América latina en ellos se observa la aceptación de la pobreza «estructur