Desgaste profesional personalidad y salud percibida

Desgaste profesional (burnout), Personalidad y Salud percibida Bernardo Moreno-Jiménez José Luis González Eva Garrosa Dpto. Ps. Biológica y de la Salud CIAM Publicado en : J. Buendía y F. Ramos ( Eds). Empleo, estrés y salud. Madrid: Pirámide. (2001). pp 59-83 Introducción. El mismo término de implícito la referenci a un proceso disfunci consiste básicamente en 8 p a urnout) lleva sgaste Profesional un proceso de perdida lenta, pero considerable, del compromiso y la implicación personal en la tarea que se realiza.

Esta disminución relevante puede ocurrir en todos los ?mbitos de la acción de la persona, aunque se ha estudiado preferentemente en el campo de las profesiones asistenciales y más recientemente se ha extendido a otros tipos de profesiones. Cuando Freudenberger (1974) utiliza por primera vez el término «burn-out’ se refiere preferentemente a aquellos voluntarios que trabajan en su «Free Clinic» y que al cabo de un Deriodo más o menos largo. ntre uno v tres años en «Maslach Burnout InventorY’ (MBI) como un síndrome caracterizado por el cansancio emocional, la despersonalización y la falta de realización personal y profesional, insistía en los mismos elementos y proporcionaba un nstrumento que permitía evaluar los niveles del problema. El constructo de «burnout» queda así definido como una disfunción personal y profesional en un contexto laboral básicamente de tipo asistencial.

Como tal, el mismo concepto de burnout supone deterioro, desgaste y una problemática interna acusada. Probablemente gran parte del éxito que ha tenido el término procede del hecho de que un número considerable de profesionales, asistenciales y no asistenciales, se reconocían en los términos descritos. El «burnout» se presentaba como la descripción de un problema generalizado en múltiples profesiones, que afectaba a a satisfacción laboral, la implicación profesional, la eficacia y la calidad laboral.

La novedad del concepto consistía en que no era, como tantos otros, el resultado de una exploración de laboratorio, sino la constatación de un problema real experimentado en amplios núcleos de la profesión laboral. No es extraño que en este contexto tuviera una acogida mejor en el mundo profesional que en los programas de investigación de las universidades. El término coloquial de «burnout» (quemado) y el modelo teórico subyacent do en una llaga se experimentada por un gra verdadera proliferación de trabajos, a mayoría exclusivamente descriptivos, en los que se exponían las desventuras que acompañaban al «burnout’.

En la década de los setenta Storlie (1979) lo describía como un colapso espiritual, Seiderman (1978) como una pérdida de energía positiva, de flexibilidad y de acceso a los recursos propios y Bloch (1972) como un tipo de conducta de tipo cínico acerca de sus propias relaciones con los clientes, punto en el que insistía Reidl (1977) al hablar de una deshumanización de los clientes. En la década de los ochenta parece que se produce una ligera inflexión y se insiste preferentemente en las isfunciones laborales que entrañaban el «burnout».

Cronin- Stubbs y Rooks (1985) lo presentaban como una respuesta inadecuada, emocional y conductual, a los estresores ocupacionales, Paine (1982) lo describ[a como una disminución cuantitativa y cualitativa para ejecutar la propia tarea y McDonnell (1982) lo veía como una disminución de la habilidad para enfrentarse al estrés laboral. Las referencias podrían multiplicarse ampliamente. 2. – El síndrome y las consecuencias asociadas Sin embargo las múltiples referencias posibles no han resuelto la ambigüedad de diferenciar lo que es un síntoma de burnout y lo que es una onsecuencia del mismo.

En el fondo del tema subyace el problema de la definición del burnout y de los términos en los que se haga (Schaufeli ). Incluso acogiéndose a la 3 OF se definición más manifestaciones. Por ello, la línea divisoria entre síntomas y consecuencias puede ser resultar borrosa y siempre arbitraria. De hecho, entre las medidas del burnout las hay que incluyen respuestas fisiológicas y organizacionales, mientras que otras se atienen al síndrome definido de una u otra forma (Schaufeli, Enzmann y Girault, 1993).

Las consecuencias que se ha expuesto del burnout exceden del centenar. Un esquema representativo de las múltiples desventajas asociadas al síndrome podría ser el presentado en la tabla no SíNTOMAS DESCRIPTIVOS DEL BURNOUT EMOCIONALES COGNITIVOS CONDUCTUALES SOCIALES Depresión ndefensión Desesperanza Irritación Apatía Perdida significado Pérdida de valores Desaparición de expectativas Modificación autoconcepto Evitación responsabilidade Absentismo con la expresión «1 feel».

Los síntomas afectivos relacionados con la depresión, la indefensión, el sentimiento de fracaso y la pérdida de autoestima han sido los más referidos. Es habitual dibujar la magen de la persona «quemada» como alguien «amargado», sin ganas ril voluntad para emprender cualquier tarea. En parte como una consecuencia de los efectos descritos, los sentimientos de irritabilidad, disgusto y agresividad han sido también frecuentemente citados. Los síntomas cognitivos tienen una gran importancia en el síndrome del desgaste profesional aunque su estudio siga siendo muy parcial y fragmentado.

Aunque el síndrome se define operacionalmente por un comienzo centrado en el cansancio emocional, la pérdida del contexto cognitivo y justificativo del trabajo y del esfuerzo ue se está realizando es un factor crítico insuficientemente analizado. La pérdida de las expectativas laborales iniciales marca de forma importante el comienzo del proceso. El síndrome se caracteriza por ser una frustración cognitiva, una especie de depresión cognitiva al comprobar que los valores iniciales de referencia aparecen como insolventes, incapaces de solucionar el problema laboral planteado.

En este contexto se producen una serie de consecuencias bien conocidas como correlatos cognitivos del estrés crónico, tales como las dificultades para concentrarse o para tomar decisiones. La revisión del síndrome efectuada en la tercera edición del MBI (Maslach, s OF se Jackson V Leiter, 1996) ha bstituvendo a la los aspectos de autocritica, desvalorización, autosabotaje y desconsideración hacia el propio trabajo que están presentes en el desgaste profesional. De alguna forma, estos aspectos son un desarrollo de la smpl•ficación y estereotipia que se produce en la despersonalización.

La desconsideración en el trato a los clientes se convierte en cinismo sobre el alcance y valor del propio trabajo y de la propia organlzaclon o institución, volviéndose hipercríticos y desconfiados hacia ualquier forma de iniciativa organizacional. El aspecto conductual es otra de las dimensiones insuficientemente consideradas en el estudio del desgaste profesional. Por ejemplo, la despersonalización es una dimensión en la que está implicada de forma muy clara la conducta interpersonal. La despersonalización puede asumir muchas formas y tener niveles muy diferentes y sin embargo tales aspectos han sido muy poco analizados.

Consecuencia del síndrome es la pérdida de la conducta proactiva de la persona, de forma que el sujeto pierde la capacidad para planificar, proyectar y plantearse metas, specialmente laborales. Como manifestaciones conductuales del burnout los aspectos usualmente más citados han sido el aumento del consumo de estimulantes (Quattrochi-Tubin, Jones y Breedlove, 1982) y otros tipos de abuso de substancias (Nowack y Pentkoswski, 1994). Los hábitos de 3 habitual suele Insistir en la imagen de la persona profesionalmente desgastada como alguien que tiende a aislarse y a encerrarse en su sentimiento de fracaso.

El sentimiento de fracaso profesional que en algunas ocasiones puede acompañar a la experiencia de burnout puede conducir a un deseo de no dejarse ver y vitar la interacción social. Entre las formas de manifestación social del burnout están sus consecuencias sobre la organización en la que se prestan los propios servicios. Algunos de tales efectos, como el cinismo, han sido ya expuestos, otros, más de índole conductual, son las repercusiones sobre el absentismo, la rotación empresarial y las Intenciones de abandonar la organización (Firth y Britton, 1989).

Los resultados encontrados indican que la influencia del burnout sobre el absentismo no está clara. Algunos autores han encontrado que influencia los retrasos, la multiplicación de descansos y el absentismo Maslach y Jackson,1981 aunque la varianza explicada raramente ha Sido considerable (Lazaro,Shinn, y Robinson, 1985). Algunos trabajos ni siquiera han encontrado relaciones significativas entre ambas variables (Quattrochi-Tubin, y col, 1982). Lazaro y col. (1985) encontraron que cuando se controlaba el efecto de la edad y el género el burnout no predecía el absentismo.

Algunos autores han encontrado una disminución de la productividad (Golenbiewski y Muzenrin hy Britton (1989) han 7 se realizado un estudio en periodo de dos años. La ambigüedad de rol predecía la frecuencia de las ausencias cortas en los doce meses ubsecuentes, y la percepción de falta de apoyo por los supervisores predec[a las ausencias de más de cuatro dias, mientras que el cansancio emocional predecía las ausencias de más de siete días en los doce siguientes meses.

Las manifestaciones fricas asociadas al burnout cubren un panorama muy amplio. Cox ha expuesto cómo su línea de trabajo sobre el estrés derivó en los años ochenta a la elaboración del concepto de «suboptimum health», especie de área gris existente entre el bienestar y la salud satisfactoria y la presencia indudable de la enfermedad con sus secuelas de todo tipo (Cox,1988).

En este ontexto se desarrolló una serie de escalas que trataban de medir aspectos conductuales, cognitivos, emocionales y fisiológicos que no eran clínicamente significativos en ellos mismos. La factorialización de este tipo de instrumentos dio lugar a dos factores «worn-out» (gastado) que incluía los elementos relativos al cansancio, labilidad emocional y la confusión cognitiva y «up-tight» (enervado) que recogía los síntomas relativos a la preocupación, tensión y ansiedad.

El «General Well-Being Questionaire» provendría de esta línea de estudios (Cox, Kuk y Leiter, 1993). Los autores proponen que los sujetos iferir(an en ambos tipos de respuestas en función de variables individuales y laborales. El concepto de «burnout» ( de «worn-out» (gastado) 8 OF se serían conceptos muy general. Como ha expuesto Warr (1990) el primero es relativo al trabajo, el segundo no lo es. Entre las manifestaciones físicas citadas estarían las cefaleas, los dolores musculares y especialmente los dorsales (Belcastro,1982).

Los problemas de perdida de apetito, disfunciones sexuales, problemas de sueño serían frecuentes en las personas afectadas por el síndrome (Kahill, 1988). Shiron (1989) considera que la manifestación ás habitual sería la fatiga crónica. Entre los trastornos psicofisiológicos estarían los trastornos alérgicos, gastrointestinales, úlceras, trastornos cardiovasculares, recurrencia de infecciones y de trastornos respiratorios.

Sin embargo en todos estos estudios la variable salud siempre ha sido un criterio autoinformado y apenas si se pueden encontrar estudios con síntomas objetivamente evaluados tales como el efectuado por Melamed, Kushnir y Shirom, (1992) para los riesgos cardiovasculares. Igualmente, apenas es dificil encontrar algún estudio de tipo longitudinal, como el desarrollado por Wolpin (1986), que mostró que después de un año los profesores afectados por el burnout mostraban mayores quejas psicosomáticas.

Hay igualmente evidencias de que el burnout afecta a la calidad de vida de los trabajadores. Schwab, Jackson, y Schuler (1986) encontraron que los tres componentes clásicos de la definición disminuían la calidad de vida de un grupo de profesores aunque, incluso combinados los tres componentes, sólo llegaban a explicar un 12% de la varianza. Entre los oficia [a se ha encontrado que (Jackson y Maslach, 1982). Se ha encontrado igualmente que quienes refieren niveles altos de urnout suelen informar de menores niveles de satisfacción en las relaciones de pareja (Burke y Greenglass,1 989). onoJIHMTem,H0 Cnpa8Ka 06paTHaF ID napTHêp SecnnaTHaF . rwueHNlR (TOTISKO HeK0MMepgecKoe «cnonsgoaawe) – a3peUJV4TS ynpaaneHl,qe 801 697 765 01 7015 leKOHTponnpyeMS117 nocTyn 3anycKaTs TeamViewer np’•1 3arpy3Ke W… npMBR3Ka yap017cTBa K npeaocTaBMTs _nerKl. •ll. 7 aoc-ryn 3x0ARL_uee coeA»Hewe… YnpaBJIRTb KOM ID napTHépa ynpaanel* nepeaaga nonKJ11-OHMTbC. mayor intensidad del cansancio emocional mayor nivel de consecuenclas. Probablemente el modelo ello sea el propuesto por 0 DF 58 Golembiewski V