Cuadro de medidores

Cuadro de medidores gy isbclimargucdcz llOR5pR 15, 2011 5 pagcs PRINCIPIOS Y VALORES DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Con el ánimo de responder de una forma concreta a los problemas derivados de la cuestión social surgió la doctrina social de la iglesia, que pretende actualizar y dar vigencia en el siglo XIX a los valores evangélicos celosamente guardados desde los primeros siglos de la Iglesia.

Para ello, la doctrina social de la Iglesia se inspira de nuevo en los valores y los principios que se desprenden del Evangelio de Jesús y sistematiza sus puntos de artida resaltando la importancia de ciertos criterios doctrinales que fundan una visión cristiana sobre el ser humano y la sociedad. Estos principios son los siguientes: *La dignidad de la persona. Se asienta sobre el hecho de que ha sido creada de a imagen y semejanza de Dios y elevada a un fin sobrenatural que trasciende esta vida.

La persona, sujeto de derechos y deberes, social de la iglesia ors que parte de un acue o _ lo ienes de la Tierra Sv. ipe to deben ordenarse al s huma a de todos ellos. na y de su valor Del reconocimiento fundamental se deriv que ordenan la vida la actividad de todos los ciudadanos: la libertad, la justicia, la igualdad, el pluralismo, la solidaridad, la paz y el bien de todos sin discriminación alguna.

Mientras que la cultura grecorromana no tuvo sensibilidad para reconocer la dignidad de la persona, la llega Swipe to View nexr page llegada del cristianismo supuso una novedad importante en su reconocimiento y en las consecuencias que de ella se desprenden: la igualdad y la fraternidad de todas las personas predicada por Jesús y recoglda por los padres de la Iglesia. La dimensión social de la dignidad de la persona se pone de anifiesto en el reconocimiento de los derechos fundamentales que, a su vez, implican unos deberes.

Los derechos humanos pertenecen a toda persona por el mero hecho de serlo, sin diferencias religiosas, sociales, culturales o políticas. &It;<Los derechos humanos son una exigencia del reconocimiento de la dignidad y el valor de la persona, por eso, lejos de nacer de una concepción de la sociedad politica y de los poderes públicos, han de ser protegidos y garantizados por XXII , Pacem in terris, 9-34). En definitiva, para la doctrina social de la Iglesia la persona es el rimer principio, el corazón y el alma de su enseñanza. *La comunidad humana.

La persona, causa y fin de todas las instituciones sociales, es un ser social por naturaleza. La vida social en comunidad permite a la persona consolidar y desarrollar sus cualidades, garantizar sus derechos, realizar la solidaridad humana y favorecer sus actividades materiales y espirituales. La convivencia humana obliga a todos a partlcipar en los esfuerzos comunes de la vida social. Esta participación debe tender a formar una comunidad que favorezca la convivencia de odos sus miembros y en la que la amplia forma de funciones y obligaciones pueda cumplirse en RI_IFS obligaciones pueda cumplirse en paz.

La participación de la persona en la comunidad humana comienza en la famllia en cuyo seno se aprende a convivir en libertad y a buscar el bien, para pasar a formar parte de la gran familia humana de la que todos somos miembros, participando de forma activa en distintas instituciones sociales: en la cultura, la economía, la política, etc. *El bien común. Trasciende los intereses particulares y privados, afecta a los organismos y a las asociaciones privadas creando na de la convivencia entre las personas, que es absolutamente necesaria para satisfacer los derechos y las obllgaciones de la vida soclal.

El bien común limita el poder de cualquier función pública en la medida que recuerda su obligación de servir a la comunidad defendiendo y respetando los derechos humanos y promoviendo el cumplimiento de los respectivos deberes. Cualquier institución y organización social ha de considerar a la persona como el criterio clave de toda organizacion nacional e internacional, ya que sólo cuando se da primacia a las personas, se busca el bien omún para la comunidad. justicia.

Entendida como parte del destino que le toca a cada persona, expresa dos aspiraciones de la humanidad: que las leyes se constituyan desde la igualdad de todos los seres humanos y que se apliquen con equidad y sin privilegios discriminatorios. Desde el punto de vista de la doctrina social de la Iglesia, la justicia cumple tres funciones f 31_1fS el punto de vista de la doctrina social de la Iglesia, la justicia cumple tres funciones fundamentales: -La justicia es un ideal utópico de igualdad.

La moral social tiene entido en la medida en que contribuye a buscar la igualdad y a hacerla efectiva. -La justicia como anterior al orden establecido. Cuando la justicia sime al orden establecido, se convierte en justificación de él y en apoyo de estructuras injustas. Es necesario tomar la noción de justicia como <<cuestionamiento<< moral anterior a todo sistema legal porque la justicia trasciende con su capacidad crítica el orden establecido, corrige y rectifica las situaciones sociales que envuelven una injustlcia previa. La justicia como categoría dinamizadora del cambio. Se convierte en motor de la historia en la medida que promueve todos aquellos cambios que nos hacen avanzar hacia la realización histórica del reino de Dios. *La caridad. Engloba todo el compromiso social cristianismo. La justicia y el bien común son medios para alcanzar la caridad, exigencia máxima de compromiso evangélico, puesto que en ella se resume toda la Ley.

La caridad impide que la actitud relgiosa desemboque en una piedad cultural, sin compromiso alguno en el mundo, y hace también que la actitud moral no degenere en moralismo legalista y autosuficiente. La responsabilidad de todos por el bien común 1 66 Las exigencias del bien común derivan de las conclusiones sociales de cada época y están estrechamente vinculadas al respecto y a la promoción 406 S conclusiones sociales de cada época y están estrechamente vinculadas al respecto y a la promoción integral de la persona y de sus derechos fundamentales. 49 Tales exigencias atañen, ante todo, al compromlso por la paz, a la correcta organización de los poderes del Estado, a un sólido ordenamiento jurídico, a la salvaguardia del ambiente, a la prestación de los servicios senciales para las personas, algunos de los cuales son, al mismo tiempo, derechos del hombre: alimentación, habitación, trabajo, educación y acceso a la cultura, transporte, salud, libre circulación de las informaciones y tutela de la libertad religiosa. 50 Sin olvidar la contribución que cada Nación tiene el deber de dar para establecer una verdadera cooperación internacional, en vistas del bien común de la humanidad entera, teniendo en mente también las futuras generaciones. 351 167 El bien común es un deber de todos los miembros de la ociedad: ninguno está exento de colaborar, según las propias capacidades, en su consecución y desarrollo. S2 El bien común exige ser servido plenamente, no según visiones reductivas subordinadas a las ventajas que cada uno puede obtener, sino en base a una lógica que asume en toda su amplitud la correlativa responsabilidad. El bien común corresponde a las inclinaciones más elevadas del hombre,353 pero es un bien arduo de alcanzar, porque exige la capacidad y la búsqueda constante del bien de los demás como si fuese el bien propio SÜFS