CONFLICTO ARMADO

CONFLICTO ARMADO gy Sebastian-]aimes Gomez Cleopa,nR 17, 2016 17 pagcs EL SURGIMIENTO DE LA GUERRILLA EN COLOMBIA ASPECTOS PARA ENTENDER EL CONFLICTO ACTUAL Colombia se venía debatiendo desde finales del siglo XIX entre periodos hegemónicos de gobierno conservador o liberal. Las guerras civiles fueron producto de esta forma de concebir el poder y emplear el gobierno como patrimonio de un partido y una elite. La hegemonía conservadora establecida desde 1. 886, llega a su fin debido a una división interna del partido, para dar paso a la hegemon[a liberal en 1. 930.

Los periodos hegemónicos e convirtieron en el medio para «vengad los abusos de uno a otro partido. La violencia partidista crecía notablemente en zonas rurales, mientras el ambiente olítico se radicalizaba cada vez más desde internacional estaba muerte del comunis a Europa en medio d para homogeneizar I PACE 1 ori? to View v de O el panorama la persecución a litarias que tenían todos radicales aban en boga por el continente, teniendo la oportunidad para desplegarse en el gobierno de Laureano Gómez, quien inicia una sistemática persecución y exterminio de sus adversarios pol(ticos, reales o ficticios.

El intento de homogeneización política por vías represivas del gobierno Gómez generó la persecución violenta de campesinos liberales para exterminarlos o para presionar su traspaso a filas consewadoras. E-sta persecución fue empleada además, como mecanismo para concentrar tierras y poder en manos de sim Swlpe to vlew next page simpatizantes del partido de gobierno. Una vez iniciada la persecución oficial a los campesinos liberales, se inicia un proceso de conformación de grupos de resistencia a tal persecución.

Fueron las zonas de tradiclonal lucha por la tierra donde las autodefensas se conformaron como agrupaciones sólidas y rganizadas. El conflicto agrario enriquecido por la frustración que significó para el campesinado la Ley 200 de tierras de 1. 936 y su posterior desmonte con la Ley 100 de 1. 944; dejó el aire un ambiente de continuidad del conflicto, al no dársele una solución de acuerdo con las características del mismo. El campesino de zonas como el Sur del Tolima y el Sumapaz, acostumbrado a organizarse para defender sus derechos de colonizador, esta vez se organiza para defender su vida y en alguna medida su condición política.

Pero estas zonas eran también regiones con cierta influencia comunista desde los años 20, la cual se va fianzando una vez se les van cerrando las posibilidades legales de hacer valer el derecho a la vida y sobre sus tierras. Luego de cinco años de encarnizada violencia en áreas rurales, miles de muertos, expropiados y desplazados a zonas urbanas marginales, la elite nacional decide dar fin a tal situación por temor a que ésta situaclón se trasladara a las ciudades.

Una flgura militar en el gobierno dio la imagen de neutralidad y garantía de cese a la persecución poltica Al iniciar el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, se da comienzo a un proceso de desmembramiento de estas autodefensas ampesinas (nombre que se le dio a los primeros grupos de campesinos liberales que autodefensas campesinas (nombre que se le dio a los primeros grupos de campesinos liberales que huyeron de la persecución oficial – no tienen relación con las llamadas autodefensas o paramilitares de hoy Se promete paz en los campos, devolución de tierras expropiadas y amnistía para loa alzados en armas.

En cierta medida se logró pacificar los campos cuando se retira la «policía política» de Laureano y se cambia el ejército de dicho gobierno; pero el conflicto por la tierra, lejos de solucionarse se agudizó. Las tierras expropiadas ya ten[an uevo dueño con títulos legales, y lo que es peor, las zonas colonizadas por la autodefensa empezaron a ser reclamadas por el gobierno y «propietarios» que surgen intempestivamente. La amnistía se convirtió en el mecanismo para deshacerse de los líderes de las autodefensas, los cuales eran misteriosamente asesinados una vez regresaban a la vida civil.

Esta situación hizo que los campesinos que continuaban en la autodefensa, lejos de pensar en su regreso a la vida civil, pensaran en consolidar los movimientos armados para proteger su vida, sus familias y sus nuevas tierras. Cuando los gobiernos de la Junta Militar y los primeros del Frente nacional ven crecer los grupos de autodefensa campesina y los grupos guerrilleros, empiezan a hablar de «Repúblicas Independientes» para denominar aquellas zonas de ubicación del movimiento armado que ya tenía connotado carácter comunista.

Alvaro Gómez fiel seguidor de las medidas extremas de su padre, propone bombardear dichas zonas como medio de solución al problema que significaba el movimiento armado. bombardear dichas zonas como medio de solución al problema que significaba el movimiento armado. Esta propuesta tuvo acogida en el contexto de la Guerra Fría y la erradicación del omunismo en América por cualquier medio. El ataque militar continuo durante 1. 964 y 1. 65 de zonas como Marquetalia, Villarica, Riochiquito, El pato y Guayabero sellaron la conformación de la guerrilla comunista. El 25 de mayo de 1966, en la Segunda Conferencia del Bloque Guerrillero del Sur de Colombia, se conforman oficialmente las FARC, con composición campesina en su mayoría y con unos estatutos militares que afirmaban el inicio de una guerra por la toma del poder. El movimiento armado comunista surge a comienzos de los años 1. 60 producto de varios problemas que actuaron conjugados: el mbiente internacional anticomunista que creía ver comunismo en cualquier manifestación social de inconformidad y que influenció notablemente a la elite nacional; la intolerancia política de los partidos tradicionales que cerraron las posibilidades de expresión a terceros partidos en nuestro país, además de generar una guerra entre partidos como mecanismo para hacerse al poder de manera excluyente; la configuración de autodefensa campesina y la estructuración directa de núcleos guerrllleros, como manifestación de la defensa de la vida y los bienes del campesinado en medio de la persecución oficial; la influencia omunista sobre dicho campesinado en zonas de tradicional lucha y organización campesina por la tierra y como proyecto del PCC, el cual consideraba que se estaba desarrollando el «momento histórico» para pres «momento histórico» para presionar el final del sistema capitalista en Colombia. La guerrilla aparece en regiones rurales, urbanas e industriales donde el Estado no goza de capacidad de control del territorio. Es la debilidad del Estado la que permite la aparición de un contrapoder con posibilidades de acumulación territorial y de poder social, que genera la oportunidad de establecimiento de una opción substituidora del Estado.

En Colombia la guerrilla no ha alcanzado ese esquema, ya que se ha quedado en una guerra periférica que se desarrolla mediante una serie de guerras locales con mínima posibilidad de afectar al poder central. El conflicto armado que no solo involucra guerrilla sino ejército y paramilitares, se agudiza con el paso de los días. Frente a la guerrilla, si bien goza de tal poder es p udente afirmar que éste es producto de una estrategia militar más no poltica. En la última década, la guerrilla se ha caracterizado por subordinar lo político a lo militar; pareciera que carece de un discurso político sólido on poder de convencimiento frente a la masa por la que dice luchar, y por ello recurre a su capacidad militar para convencer mediante la fuerza lo que no logra mediante las ideas.

Tal vez por que considera que todas las condiciones sociales y políticas están dadas para dar fin al poder central y por ello no se ocupan de lo político; o tal vez por que en un proceso de regresión, la guerrilla ha tendido a recurrir a lo militar como medio para lograr resonancia pública ante la falta de legitimidad política recurrir a lo militar como medio para lograr resonancia pública ante la falta de legitimidad politica y social. La guerrilla hoy no goza de legitimidad ni política ni social. Primero porque, o no cuenta con un proyecto politico definido o si lo tiene no lo ha dado a conocer; y segundo por que su base social la debe a la coerción o al aprovechamiento de situaciones como el desempleo y la imposibilidad de trabajo agrario como producto del conflicto armado.

Hoy la guerrilla asedia cada vez más a las ciudades, tal vez proyectándose dentro de la guerra popular prolongada donde su acción pasa del campo a la ciudad en busca de la toma del poder; libra una guerra continua contra la Infraestructura económca y e servicios; y se lanza a un proceso de paz donde es ella quien coloca las condiciones para la negociación con el poder central y el resto del país. La guerrilla hace gala de su poder militar y puede ser mediante él un poder desestabilizador, pero no se perfila como una opción substituidora del Estado, dado que no disfruta de legitimidad política ni social para el ciudadano común que se encuentra en medio del conflicto. SOBRE EL SURGIMIENTO, DESARROLLO Y PROBLEMÁTICA DE LO PARAINSTITUCIONAL EN COLOMBIA El uso de la fuerza como parte del ejercicio del poder es responsabilidad del Estado y éste debe utilizarla en forma racional legal.

Cuando se trata de una organización distinta al Estado el que hace uso de la fuerza so pretexto de servirle a él o a los intereses de la sociedad, o bien para confrontar al mismo en aras de instaurar un nuevo modelo de sociedad y Estado, se demuestr confrontar al mismo en aras de instaurar un nuevo modelo de sociedad y Estado, se demuestra la incapacidad de este para controlar el crecimiento de un conflicto y erigirse como poder central. El Estado moderno se define a partir de un medio específico: la coacción como medio de control social. Es el medio específico más no único o normal. Si existe una entidad paralela al Estado en esta función, surge por apoyo o debilidad de este último. El Estado expresa una relación de dominio social por medio de la coacción y para que subsista es necesario que los hombres se sometan a esa autoridad.

Lo legítimo subyace en el reconocimiento de la legalidad como la confianza en la validez de un Estado y su competencia objetiva fundada en las reglas racionalmente creadas y socialmente aceptadas. La legitimidad del ejercicio de la coacción descansa sobre la base de un conjunto de acuerdos sociales y políticos que reconocen al Estado el uso xclusivo de la fuerza en razón de la búsqueda del bien y la seguridad colectivos. Ante la incapacidad del Estado colombiano para asumir el uso exclusivo de la fuerza y el papel de ente controlador y mediador en los conflictos, surgen dos tipos de violencia en nuestro país: la contraestatal y la parainstitucional.

La violencia contraestatal es aquella ejercida al margen de lo institucional con el fin de despojar del ejercicio del poder al Estado y producir transformaciones estructurales en la sociedad, generando nuevas formas de organización social, poltica y de producción y distribución de riquezas. Mediante las armas se pretende derrocar política y militarmente a producción y distribución de riquezas. Mediante las armas se pretende derrocar política y militarmente al Estado y su legitimidad. El carácter contraestatal consiste en la confrontación radical al orden existente y el empleo de la violencla armada para cumplir el objetivo planteado inicialmente.

La violencia parainstitucional tiene como objetivo garantizar, complementar y suplir el adecuado funcionamiento del Estado, cuando este último no está en capacidad de hacerlo. Es afín a los objetivos del ordenamiento existente, brindándole apoyo: lo egundo deriva de lo primero. Los organismos parainstitucionales ilegales pero reconocidos por el Estado están conformados por: paramilltares, autodefensas, narcoparamilitarismo, sicariato, justicia privada y parapolicía. En Colombia lo parainstitucional ha contribuido a agudizar el conflicto armado y el proceso de deslegitimación del Estado. La violencia es expresión de una crisis social, económica y poltica, cuya manifestación máxima es la crisis de gobernabilidad y legitimidad del Estado.

Este fenómeno se refleja en: crisis ideológica de los partidos políticos incluyendo la izquierda; rácticas gamonales y clientelistas para sostener la maquinaria política; ineptitud del poder legis ativo para producir transformaciones estructurales que modernicen el aparato de Estado de acuerdo a las necesidades de la nación; falta de resolución de conflictos económicos, agrario y decrecimiento de la calidad de vida de la sociedad; incapacidad del Estado para concebir y dar solución a las luchas sociales desde una perspectiva deferente a la de un problema dar solución a las luchas sociales desde una perspectiva deferente a la de un problema de orden público; y por último, la eliminación del carácter social del Estado.

Todas estas situaciones hacen cada vez más complejas las relaciones entre Estado y sociedad civil y permiten que maduren formas de conflicto social que crece hasta desbordar los controles estatales. En la medida en que el Estado no colma las expectativas sociales, la violencia toma el lugar del Estado, perdiendo éste el monopolio de la misma. Una de las funciones del Estado es crear los instrumentos y garantizar los espacios para que el conflicto soclal se desarrolle dentro del marco legal y no se desborde debido a la estrechez del mismo. Recuperar el monopolio de la fuerza por parte del Estado s reconocer el conflicto como necesario para el desarrollo social y crear los mecanismos para que estos sirvan a los procesos de transformación y mejoramiento de las relaciones entre el estado y la sociedad civil. a incapacidad mediadora del Estado colombiano y su concepción tradicional frente a la protesta social o los intentos de organización de la sociedad civil lo precipitan a buscar una solucion radical y violenta que lejos de ser la solución a un conflicto, sólo da lugar a una nueva forma de violencia y por lo tanto a un nuevo conflicto. El paramilitarismo surge en aquellas regiones donde el cuidado el orden público descansa en las Fuerzas Armadas. En estas regiones se buscó apoyo privado para la eliminación de la subversión. Luego, el interés del Estado se fusionó con el de la industria del narcotráfico, quien empieza a industria del narcotráfico, quien empieza a ayudarlo con armas y dinero.

Hoy el paramilitarismo se ha convertido en un problema tanto para el Estado como para la sociedad civil (a quienes supuestamente buscaba ayudar y proteger de la guerrilla). El paramilitarismo surge de la alianza entre terratenientes, ganaderos, comerciantes, bananeros, políticos regionales y uerzas militares, con el fin de combatir la guerrilla comunista y detener el crecimiento del movimiento social de protesta. El narcotráfico empieza a financiarlo en los años 80, invirtiendo en el crecimiento de las economías rurales regionales, en actividades agrícolas y ganaderas, vinculando capitales ilegales a la economía formal y contribuyendo a la pacificación violenta de las regiones de conflicto tradicional.

La colonización narco – paramilitar en estas regiones llevó a la configuración de ejércitos permanentes para la protección de la industria del narcotráfico, los cuales se ustentaban en la guerra anticomunista. Lo parainstitucional se apodera de poblaciones mediante el terror cobrando el impuesto de guerra, tomando puestos políticos locales, incluso espacio en el congreso, con el ánimo de legitimar sus formas económicas y de justicia privada. Los organismos de seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas apoyaron al paramilitarismo hasta que éste se convirtió en un obstáculo para la institución debido a las continuas denuncias realizadas por los organismos nacionales e internacionales acerca de la relación entre paramilitarismo – ejército