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Breton_Proulx La Explosión De La Comunicación Sy marinamedina1234 $espanFl 14, 2016 388 pases LA EXPLOSION DE LA COMUNICACION Philippe Breton Serge Proulx LA EXPLOSIONDE LA COMUNICACION Phileppe Breton y Serge Proulx Título original: L’explosion de la com 1 ra. Edición París 199 2da. Edición • Ediciones Abya-Yala en español or388 la C munication) Av. 12 de octubre 14-30 y Wilson Telfs. : 2552-633/2506-267 Fax: 2506-255/2506-267 Casilla: 17-12-719 E-mail: editorial@abyayala. rg Quito-Ecuador ISBN: 9978-22-194-8 Autoedición: Ediciones Abya-Yala Ouito•Ecuador personas que aceptaron leer y criticar algunas partes del anuscrito: en particular a MarieBIanche Tahon, de la Universidad de Ottawa, por su amistad a toda prueba y su inmenso apoyo, como también a sus colegas y amigos Daniel Dayan, Louis Quéré, Pierre Lévy, Michel Pichette, Josiane Jouêt y Antoine Hennion. Agradece igualmente a todos los estudiantes de comunicación de la Universidad de Québec en Montreal, que al cabo de los años le ayudaron a precisar su pensamiento.

La escritura nos aleja siempre de aquellos que, sin embargo, quisiéramos estar más cerca. Si este libro puede ser una excusa para una separacón temporal, se habré cumplido buena parte de sus objetivos. Philippe Breton agradece, asimismo por su comprensión cotidiana y su apoyo fraterno a Jean Kraft, René Kahn, Jean-Christian Spenle, Daniel Lemoine, Nicole Bart y Hervé Mantz, como también a Charles Davis, de Ottawa, y a Wolkard Knigge, de Oldenburg; además vaya un agradecimiento a los estudiantes de comunicaclón que han tenido que conocer los avatares de este libro.

Alicia y Marcel Bousquet nos brindaron su continuo impulso en el proyecto. Annie Bousquet, Emmanuelle y Maud Ebstein, Mann Breton, han sido de alguna forma la razón de ser de esta obra. Finalmente, los autores quieren agradecer a François Géze, irector de Éditions La Découverte, por su comedido apoyo y su gran paciencia como por su eficaz y meticuloso trabajo de edición. PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIÓN Desde la publicación de e ro de 1989, el mundo ha sufrido algunos cambios.

L uro de Berlín, la Guerra antigua Yugoslavia, han alterado el paisaje político. La agudización de la crisis, el aumento desenfrenado del desempleo y el recrudecimiento de las intolerancias han modificado el espectro social. El discurso triunfante de una sociedad que cree todavía en el consumo y en el crecimiento continuo y generalizado del bienestar por la técnica e ve hoy interpelado cada día.

Hoy, más que nunca nuestra sociedad se cierra en torno a los medios y al ideal, en parte utópico, de una comunicación armoniosa entre los hombres. El trabajo que emprendimos en 1989, y que se proponía ofrecer algunas claves para comprender la complejidad del mundo de la comunicación y «descodificad’ la nueva ideología que se incorpora sobre este tema ancestral, aparece al cabo de los años como una respuesta a una necesidad.

Este contexto de profundos cambios, el éxito del libro y la confianza de aquellos que no han dudado en recomendarlo a un público cada día más rande, nos motlvaron para proponer a François Géze, con ocasión de otra reimpresión, una segunda edición, no solo «corregida y aumentada» como se acostumbra en casos semejantes, sino también parcialmente «refundida». Las dos primeras partes, dedicadas a la historia y cartografía de los territorios de la comunicación, no requirieron mayores cambios.

Al contrario, las dos partes restantes han sido enriquecidas de tal manera que incorporan en esta edición la actualidad y las crítlcas que atentamente nos han hecho llegar algunos colegas, sobre todo durante el coloquio realizado en Cerisy-la-Salle el mes de junio de 992 sobre el tema «Ética y comunicación», que ambos hemos dirigid ión del trabajo cooperativo iniciado dirigido como extensión del trabajo cooperativo iniciado con este libro. Vaya aquí a ellos nuestro agradecimiento por habernos dado la ocasión de ir más lejos.

El lector encontrará, además, un capítulo nuevo dedicado a la comunicación política, la propaganda y la desinformación, que tanto se echa de menos en la primera edición. Se presentan y analizan también trabajos recientes sobre el espacio público y la recepción. Al lector que compare las dos ediciones le llamará la atención el constatar ue ha desaparecido de los últimos capítulos ese optimismo del que se daba fe en 8 Philippe Breton y Serge Proulx 1989.

Con seguridad no ha sido el estado de ánimo de los autores el que ha cambiado, sino la situación analizada. Al contrario, la sección dedicada a las ciencias de la comunicación se muestra más positiva, pues refleja la esperanza que esta área, salida de las brumas de la ideología, contribuirá más ampliamente que en el pasado, a proporcionar elementos nuevos y útiles para la comprensión de nuestras sociedades. Philippe Breton, Estrasburgo, julio 1 993 INTRODUCCION El punto de partida de est preguntas: ¿por qué hoy de nuevos medios de información.

Al pasar revista a las obras que se hallan publicadas actualmente sobre el tema de la comunicación, tanto en América del Norte como en Europa, nos convencemos efectivamente de esta omnipresencia de las técnicas. por otro lado, la abundancia de libros, discursos, informes gubernamentales, memorias, recomendaciones de comités, contrasta especialmente con el hecho de que la mayor parte de estos documentos está dedicado casi exclusivamente a la descripción de técnicas de comunicación y a sus «efectos» en nuestra sociedad. r lo tanto, la pregunta que nos planteamos, aunque no siempre ha encontrado una respuesta satisfactoria, si se ha enriquecido con una dimensión complementaria: ¿por qué se habla ahora tanto de la comunicación y de sus técnicas? Se hizo evidente que, para avanzar en nuestra investigación, era preciso echar una mirada retrospectiva al conjunto de esta documentación descriptiva. Hemos tratado entonces de averiguar desde cuándo se ha empezado a hablar de comunicación en nuestra sociedad.

Esta pista de investigación, que implicaba un trabajo histórico, se nos presentó rápidamente como a más prometedora, porque nos prometía establecer inmediatamente una distinción simple pero esencial: si bien las técnicas de comunicación han existido y han sido utilizadas desde siempre, el discurso que hacía de la comunicacion un valor central al que es preciso recurrir sistemáticamente para resolver todo tipo de problemas soclales y económicos es, de suyo, una aparicion histórica reciente.

Es así como varios elementos de nuestra investigación preliminar nos han llevado a formular la hipótesis de lo que llama- 388 llevado a formular la hipótesis de lo que llama- 10 os «ideología de la comunicación» apareció en occidente entre 1940 y 1950. La coincidencia entre este nacimiento que comenzamos a discernir y los juegos históricos formidables y dramáticos que han caracterizado este período nos llamaban empero a ser muy prudentes, tanto más cuanto que el objetivo de nuestro libro no era, desde el inicio, ser una obra de historia, sino simplemente compartir con el lector una nueva mirada a la comunicacion.

Decidimos entonces definir primero nuestro campo de investigación, para luego llevar más lejos la investigación histórica, y ver si efectivamente sta ruptura contemporánea que creemos revelar era pertinente. El campo de la comunicación, considerado incluso a través de sus técnicas, podía parecer en efecto muy vasto. Era preciso restringirnos a la «comunicación social» y descartar por un lado las comunicaciones interpersonales, es decir, todo el dominio de la comunicación directa entre las personas, y de otro, las comunicaciones en el sentido de los medios de transporte fisico de individuos.

Esta separación, por simple que parezca, no es arbitraria. A menudo los acontecimientos están íntimamente ligados, sin duda ás de lo que nos permiten creer las categorías abstractas de la observación. Realizada esta separación, a de los inconvenientes grupo. Las Investigaciones emprendidas, entonces, nos convencieron de antigüedad de las técnicas de comunicación social, siendo la escritura y la retórica las dos prmeras históricamente identificadas.

Una lectura atenta de los autores que abordaron este asunto -por lo general de manera indirectanos permite recalcar un punto esencial para la continuación del trabajo: la importancia del contexto social y cultural para la aparición y el uso de las técnicas de comunicación. En efecto, hemos quedado impactados por el «determinismo técnico» que caracteriza a la mayor parte de los trabajos actuales sobre la comunicación.

Sin embargo, si pasamos revista a las condiciones en que las técnicas de comunicación se han implantado en nuestra sociedad, desde la antigüedad hasta nuestros días, queda claro en qué medida hemos subestimado hasta la fecha la importancia, en el caso de la escritura o de la imprenta, o incluso de las primeras técnicas electrónicas, el contexto social, que a La explosión de la comunicación menudo cumplía un papel de impulso decisivo en la innovación y n las condiciones ulteriores de su uso.

Esta presencia marcada del contexto social nos devuelve precisamente a la pregunta inicial. Nos proponíamos explicar el porqué, en los años cuarenta, las técnicas de comunicaclón hablan experimentado un formidable impulso, al punto que se podía hablar, a partir de ese momento, de una verdadera «explosión de la comunicación».

Una investigación profunda sobre el medio ingenieros de la comunicación, tanto desd identificar un hecho esencial: la «ideología de la comunicación», este discurso explícito y coherente que gira en torno al tema de la comunicación, surgió mediados de siglo como una respuesta positiva a una situación trágica; bajo nuestra mirada, esta ideología se constituyó en una verdadera alternativa a las ideologías políticas, consideradas entonces en estos medios incapaces de asegurar la gestión de los asuntos humanos.

Concebida como «alternativa a la barbarie» en un contexto donde el humanismo clásico se había desmenuzado sin dejar lugar más que a las filosofías del absurdo, la ideología de la comunicación aparecía como una ideología «sin enemigo», instaurando gracias a las técnicas- una especie de norma consensual en las relaciones sociales. Una ideología sin enemigo, pero no sin lucha ni sombra, porque desde entonces el mal estaña personificado por la «entropía», el «desorden», la «desorganización», el «ruido» (en el sentido de la teoría de la Informaclón).

Las «terapias exterminadoras» que caracterizaron a las ideologías pollticas del siglo veinte se vieron así reemplazadas por el proyecto utópico de una «sociedad de comunicación» donde los hombres y las máquinas trabajaran en armonía y, ¿ por qué no? , en base a la igualdad, gracias a las nuevas «inteligencias artificiales». Era preciso que constatásemos que esta operación no fue posible ás que a través de una redefinición «antropológica» de la persona humana y, sobre todo, de la máquina, desde ahora situada al mismo nivel del ser humano.

Esta nueva ideología, al no considerar enemigo a ningún hombre en particular, ¿no destinaba a todos a una reforma po ‘tnicamente hablando? Esta investigación, apasio todos a una reforma poco aceptable, étnicamente hablando? Esta investigación, apasionante porque nos sumergía de una sola vez en el crisol de donde habían saldo los discursos actuales sobre la comunicación, nos permite mirar con otros ojos las técnicas de comunicación y los roblemas actuales que plantea su utilización.

Luego de cierto tiempo varias preguntas sobre este tema han sido abordadas por los especialistas, como por ejemplo, el poder efectivo -o su- 12 puesto- de los medios sobre los individuos, o incluso las capacidades de manipulación de la comunicación publicitaria. Numerosas interrogantes subsistían igualmente con respecto a la convergencia de las técnicas de comunicación y su integración, sobre todo, por el recurso a la electrónica.

Nuestra preocupación de compartlr con el lector no sólo una investigación de las condiciones de emergencia del tema de la comunlcaclon, smo ambién un conocimiento profundo de los debates en torno al uso de las técnicas, nos ha llevado a proponer una revisión lo más completa posible de la forma en que los mejores expertos han analizado la cuestión de los medios en su relación con el poder.

Para facilitar el trabajo y sistematizar un tanto el enfoque, la obra debía proponer una cartografía de diferentes ‘territorios de la comunicación», no sólo a nivel de las técnicas, sino también a nivel de los hombre y las «culturas s se vinculan. de vista económico. El lugar y el papel de las técnicas de comunicación en los países del Tercer Mundo revelan uy bien, desde esta perspectiva, la situación general.

La importancia de la ideología en cuanto recurso a las técnicas de comunicación constituye tal vez un elemento nuevo de la discusión, ya de suyo muy copiosa, sobre la cuestión de la «desregulación». Hablar de una «explosión de la comunicación» promueve, además, una reflexion sobre el movimiento actual de descomposición y recomposición de las técnicas y su utilización. Sin embargo, toda la novedad que nos acompaña ahora no debería hacer olvidar que este dominio esté atravesado por una brecha muy antigua cuya trayectoria seguimos a lo largo de los capítulos e este libro.

Esta división separa, en el mundo de la comunicación, y en general, en el mundo de la expresión y la creatividad humanas, la «cultura de la argumentación» y la «cultura de la evidencia». Donde la prmera privilegia al hombre en su palabra y su vida social, la otra resalta la verdad, la demostración y una relación con el mundo, liberada de constreñimientos naturales. A lo largo de las páginas de este libro circula la sola idea de un equilibrio, dentro de la comunicación y gracias a ella, entre estas dos culturas. LAS TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN A LO LARGO DE LA HISTORIA 388 LOS PRIMEROS PASOS DE