Bajtín: géneros discursivos

Universidad Alberto Hurtado Morfosintaxis Ficha de lectura Fecha: 12- 10-2011 Bajtín, M. (2005), El problema de los géneros discursivos. En M. Bajtín, Estética de la creaclón verbal (pp. 248 – 293). Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores. Para M. Bajtín (2005) resulta menesteroso el abordar de manera diversa la lengua, ante los antecedentes abstractos y ajenos a la vida misma (estructuralismo y behaviorismo).

Para ello, ha de constatar como el uso de la lengua se inserta en las esferas de praxis humana, develando en ello una intima relación entre ambos momentos: evidencia ue las formas de uso son tan eterogéneas como Relevante será or6 _ha a un sustrato que dé pues, problematizar unidad, como son los oar ajtín (2005) «reflejan unci a una de las esferas las condiciones espe no sólo por su conte l… sino, ante todo, por su composición o estructuración» (p. 248).

Otra constatación diagnostica que problematiza el asunto es que «cada esfera del uso de la lengua elabora sus propios tipos relativamente estables de enunciados, a los que denominamos géneros discursivos» (p. 248). Así, se logra constituir un objeto al cual abordar. El problema en sí, surge ante la gama heterogénea de realización e los géneros discursivos, que pareciese verterse en algo abstracto. Esta percepción del Swp to page del fenómeno probablemente genero que «el problema general de los géneros discursivos jamás se haya planteado» (p. 49), considerado o no se ha abordado en toda su profundidad y complejidad. Además, no se ha evidenciado que los tipos de enunciados, a pesar de ser distinguibles unos de otros, les subyace una naturaleza lingüística. por lo cual, resulta menesteroso indagar de manera profunda en el tema. Una primera definición necesaria para Bajtín (2005) será la de género discursivo, que comprenden, como ya se mencionó, ipos relativamente estables de enunciados.

Por otra parte, los enunciados son la materialización de la lengua en una esfera de praxis humana, los cuales se componen de tres momentos indisolubles en la realización: «el contenido temático, el estilo y la composición» (p. 248). Por otra parte, resulta necesario distinguir entre géneros discursivos primarios (simples) y secundarios (complejos). Los segundos «surgen en condiciones de la comunicacion cultural más complejas, relativamente más desarrolladas y organizada, principalmente escrita: comunicación artística, científica, sociopolítlca, etc. p. 250). Estos, se articulan a parti de los géneros primarios, «resultantes de la comunicación discursiva inmediata» (p. 250). Géneros primarios y secundarios constan de una diferencia grande y de fondo, siendo que el análisis ayuda a la comprensión de los enunciados. Ambos tipos de géneros, son a su vez traspasados por el proceso de formación histórica. Surge asi la imperiosa necesidad de erigir el estudio de la naturaleza del enunciado y histórica.

Surge así la imperiosa necesidad de erigir el estudio de la naturaleza del enunciado y de los géneros discursivos, generando una unidad real de la comunicación discursiva, [que] permitirá comprender de una manera más correcta la naturaleza de las unidades de la lengua (como sistema), que son la palabra y la oración. » (p. 255). El enfoque propuesto por Bajtín desestima como ficciones los desarrollos antecedentes (y contemporáneos a él) que estiman que la lengua es un fenómeno que requiere preponderantemente del hablante y del objeto de su discurso, dejando en un rol secundario y pasivo al oyente.

Esta visión, en palabras del mismo autor, supone: «un concepto absolutamente distorsionado del proceso omplejo, multilateral y comunicativo de la comunicación discursiva» [donde] «el oyente, al percibir y comprender el significado (lingüístico) del discurso, simultáneamente toma con respecto a éste una activa postura de respuesta [… ] y la postura de respuesta del oyente está en formación a lo largo de todo el proceso de audición y comprensión [… ] toda comprensión esta preñada de respuesta y de una u otra manera la genera: el oyente se convierte en hablante » (p. 57) Además, el hablante, no se supone en un momento primero teorico, pues, al ser parte de una esfera de praxis vital, esta nserto en un tejido (texto) mucho más amplio, en donde le anteceden y preceden una cadena de enunciados, de los cuales el es una parte. Más, surgen otros problemas en el ámbito de las definiciones terminológicas dentro de la comunicación discurs 31_1f6 en el ámbito de las definiciones terminológicas dentro de la comunicación discursiva.

Para ello, es necesario, se afirma como fundamento que: «el discurso puede existir en la realidad tan sólo como enunciados concretos pertenecientes a los hablantes o sujetos del discurso [donde] el enunciado no es una unidad convencional ino real, delimitada por el cambio de los sujetos discursivos, y que termina con el hecho de ceder la palabra al otro, una especie de dixi silencioso que se percibe por los oyentes, como señal, de que el hablante haya concluido» (p. 60) Hasta esta revisión, el autor se plantea la problemática de la oración como unidad de la lengua en contraposición al enunciado como unidad de la comunicación discursiva: los limites de la oración no se determinan por el cambio de sujetos discursivos y siendo que fuese así, existiría una identificación entre la oración con un enunciad completo, aunque esto no siempre es asf (de echo, un enunciado puede componerse de varias oraciones para alcanzar su plenitud); por otra parte, el contexto de la oración no es inmediatamente el contexto extraverbal, siendo mediante el discurso de un sujeto; además, no existe relación directa con otros enunciados, siendo que no es capaz de generar respuesta en el otro per se.

La oración «tiene una naturaleza gramatical, límites gramaticales, conclusividad y unidad gramaticales» (p. 264). El enunciado, como unidad de la comunicación discursiva contiene una serie de rasgos constitutivos, entre los cuales el autor menciona: – «El cambio de los sujetos discursi asgos constitutivos, entre los cuales el autor menciona: «El cambio de los sujetos discursivos que enmarca a los enunciados» (p. 265) – La conclusividad, que permite el cambio de sujeto, y la cual habilita la capacidad de ser contestado y manifiesta la totalidad de sentido. – La actitud del enunciado hacia el hablante/autor y hacia otros, donde el enunciado es un eslabón de la cadena de enunciados, es un momento expresivo. Y su orientación hacia alguien (determinado o indeterminado) Estos rasgos constltutivos vienen determinar al enunciado, y este a su vez, inserto en un género discursivo, determina las oraciones las palabras. pero a su vez, al ser parte de una cadena, también es determinante, mínimamente, por medio de las palabras y oraciones que ser sirve el enunciado, de los géneros discursivos primarios y secundarios. Así: «Cuando se analiza una oración aislada de su contexto, las huellas del carácter destinado y de la influencia de la respuesta prefigurada, los ecos dialógicos producidos por los enunciados ajenos anteriores, el rastro debilitado del cambio de los sujetos discursivos que habían marcado por dentro el enunciado, todo ello se borra, se pierde, porque es ajeno a la oración como unidad e la lengua.

Todos estos fenómenos están relacionados con la totalidad del enunciado, y donde esta totalidad sale de la visión del analista, allí mismo dejan de existir para éste» (p. 290). Aportes de los planteamientos de M. Bajtín en el problema de los géneros discursivos: El texto de M. Bajtín puede circunscribi Bajtín en el problema de los géneros discursivos: El texto de M. Bajtín puede circunscribirse dentro de la conformaclón de la disciplina lingüistlca como una ciencia con objeto de estudio delimitado. Ahora bien, y en contraposición con nociones estructuralistas (F. Saussure) o behavioristas (o psicólogos conductuales), la propuesta del autor incorpora elementos novedosos desde el punto de vista ontológico (pues concibe una realidad de la lengua que difiere), epistémico y metodológico.

Esgrima la abstracción efectuada al lenguaje, siendo que para el autor, esta actitud, desliga de tal manera al fenómeno de su uso, que termina por no considerar aspectos fundamentales que quedan suprimidos: como la consideración de las esferas de la vida (que en otros ámbitos también fue defendido como un volver al mundo de la vida en la reflexión), los sujetos discursivos su inserción y, la consideración histórica de formación. Tales consideraciones complejizan el fenómeno a tal punto que pareció visto como tan heterogéneo que resulto imposible de ser delimitado. A ello, Bajtín logro determinar algunos elementos subyacentes en la unidad que logro delimitar: el enunciado. Las consideraclones mencionadas logran así, dar cuenta de manera mucho más adecuada de los fenómenos lingüísticos, de las determinantes en el uso de unidades de la lengua como la oración y la palabra, que, realizadas en el enunciado, son comprendidas desde un enfoque amplio a la hora de las variables atendidas.