Art_Duwamg_Brújula

La exactitud del calendario Gregoriano D uwamg Alexis Prada Mar’ In 17 de mayo de 2014 Resumen El papa Gregorio XIII (1502 — 1585) not’ o la inexactitud del calendario definido por Julio Cesar y decidi ‘ o modificar el calendario, debido a que si se hubiese seguido con el a» no Juliano, tal vez cel la semana santa en OF4 p De los calendarios y la Iglesia Respecto a los calendarios existen grandes curiosidades matem aticas, curiosidades que pueden pasar desapercibidas por nosotros, por ejemplo que dentro de dieciocho a- nos, es decir en el a- no 2032, suceder’ algo poco visto, tendremos un mes de Febrero con cinco domingos.

En la • epoca de Julio Cesar el calendario Juliano, med• la el tiempo bas ‘ andose en el movimiento del sol. Este calendario fue implantado desde el a- no 46 a. C. y se mantuvo aproximadamente hasta el a- cierta ‘epoca del a- no, cambiar ‘ lan de fecha de manera abismal. La reforma hecha por el papa Greogorio se fundamentaba en calcular el tiempo que realmente tardaba la tierra en girar al rededor del sol. Para algunos de nosotros es com un recordar que dicho tiempo es 365, 25 d’ las, es decir 365 d’ las oras, y es por esto, que cada cuatro a- nos se adhiere un d’ la m as al a- no com’ denominando a este a- no modificado, a- no bisiesto.

El t’ ermino bisiesto ya exist la desde Julio Cesar. Para esos tiempos, el primer d’ la de cada mes era llamado calendas, el s’ eptimo d’ la era llamado nonas y u Itimo d • la del mes de Febrero era llamado primun dies ante calendas martias. Julio Cesar decidi’o incluir un d’ la entre el sexto y quinto d’ la antes de calendas cada cuatro nos, para completar el tiempo faltante en cada giro de la tierra alrededor del * Docente e Ciencias B asicas UPB-Bucaramanga. E-mail: duwamg. prada@upb. edu. co Retornemos al c • alculo exacto del tiempo que tarda la tierra en girar al rededor del sol.

Un a- no solar tiene con una mejor aproximaci ‘ on 365, 242188 d’ las, por tanto la aproximaci on dada a 365, 25 d ‘ las no es muy sensata. SI realizamos la aproximaci on con dos cifras significativas tendremos que el a- no solar dura 365, 24 d’ las. De suceder esto, con la cifra 365, 25, cada 25 a- nos bisiestos tendr’ lamos un d’ la extra. Dicho d’ la fue eliminado bajo el arreglo del papa Gregorio, dejando s • l, que el mes de Febrero del u ‘Itimo a- no de cada siglo, (es decir, el divisible por 100) s • olo tendr 28 d’ las.

Con el arreglo anterior, notaron adem as que segu ‘ la la inexactitud, y por tal motivo el mes de Febrero de cada cuarto a- no bisiesto tendr la 29 d • las. De nuevo segu la present ‘ andose una molestia para el calendario, pues si se trataba de ser exactos, o por lo menos lo bastante cercanos al tiempo real de giro del a- no solar, un exist’ la una inexactitud de 26 segundos por a- no, y realizando unas cuentas matem ‘ aticas r’ apidas, obtendremos que cada 3322 a- os tendr’ lamos un d’ la extra.

Aunque el margen de error ya era poco, no se sab ‘ la desde que momento se hab la iniciado con 3 extra. momento se hab ‘ la iniciado con tal error. Fue as ‘l, de lo anterior, que el papa Gregorio propuso una soluci on a tal problema en 1582. El papa decidi’o simplemente borrar diez d’ las del calendarlo, es decir que el d la siguiente al jueves 4 de Octubre de 1582 fuera el viernes 15 de Octubre del mismo a- no. Dicha correcci’ on no fue aplicada de inmediato por todos los pa Ises, y por ejemplo Inglaterra la acept o solamente hasta el a- o 1752, lo cu al implic’ o borrar 11 d’ las del calendario. ue el u nico pa’ls que present- o tal situaci on, Rusia mantuvo el calendario Juliano nglaterra no hasta despu ‘ es de su revoluci’ on, pero para tal fecha tuvieron que eliminar 13 d • las. La inexactitud a un sigue, de hecho, tomando la duraci on del a- no solar de 365, 242188 d ‘ las, tendremos un d’ la extra cada 86400 a- nos, sin embargo no creo que lleguemos a contemplar tal suceso, por tanto amigo lector, podr la usted continuar calculando cada cuantos a- nos tendremos un d’ la ext 4DF’ mejor aproximaci ‘ on a la