Aprendizaje_Servicio_en_Latinoamerica

Aprendizaje_Servicio en Latinoamerica gyGERAL2 13, 2016 22 pagcs APRENDIZAJ SERVICIO EN EDUCACIÓN SUPERIOR. LA EXPERIENCIA LA INOAMERICANA Presentación «Seminario Internacional Responsabilidad Social Universitaria: Aprendizaje Servicio» – Caracas Abril 2006. LIC. Néstor Horaco Cecchi. Área Capacitación Universitaria. Centro Latinoamericano Aprendizaje Servicio Solidario. www. clayss. org 1 . INTRODUCCIÓN. LA SOLIDARIDAD EN EL SISTEMA EDUCATIVO: TRADICION E INNOVACION.

Existe una larga tradición solidaria en el sistema educativo latinoamericano: estudiantes acompañados por sus educadores y uchas veces con un fuerte a o o institucional, han emprendido con PACE 1 to View nut*ge entusiasmo tareas d «campañas» para recolectar alime necesitadas, «padrina yo escolar, ra comunidades n escuelas rurales o carenciadas. Aún hoy, frente a contingencias naturales, vemos frecuencia respuestas conmovedoras por parte de los estudiantes En el mismo sentido muchas universidades del continente desarrollan desde hace décadas programas de acción social protagonizados por los estudiantes en forma voluntaria u obligatoria.

Basadas en esta tradición de servicio, durante la década del chenta y especialmente como respuesta a la profunda crisis que atravesaron gran parte de los países de la región durante los años noventa, un número creciente de Instituciones educativas latinoamericanas expresión prácticamente desconocida en el vocabulario pedagógico latinoamericano.

Aún hoy, si se les pregunta a educadores o estudlantes de cualquier nivel, especialmente de las universidades, si está haciendo un proyecto de aprendizajeservicio, la respuesta será probablemente «no» o «no sé». Pero si preguntáramos «¿está realizando algún «proyecto solidario»? as respuestas serian seguramente positivas en miles de casos. De hecho, la práctica del aprendizajesemcio está más difundida de lo que podría parecer a primera vista.

Entre los miles de ejemplos de prácticas de aprendizajeservicio que han surgido de la Universidades de la región, podrían citarse, la de estudiantes de Agronomía que desarrollan sus prácticas profesionales capacitando a familias sin recursos en el desarrollo de huertas familiares, futuros médicos y odontólogos que realizan sus residencias hospitalarias prácticas en centros comunitarios o en áreas ltamente vulnerables, jóvenes universitarios que llevan adelante tareas de apoyo escolar en el marco de programas sistemáticos, contribuyendo así minimizar los efectos de la vulnerabilidad educativa de los más pequeños y la lista podría ndo una amplia gama de 2 OF temáticas y experiencias aprendizajeservicio, Wade Brynelson, entonces Subsecretario de Educación del Estado de California (MINISTERIO DE EDUCACIÓN, 2000). Tradición e innovaclón se dan de la mano en el movimiento de educación solidaria que se está desarrollando en los últimos años América Latina. A lo largo de estas páginas comenzaremos por analizar algunos conceptos fundantes de la pedagog[a del aprendizajeservicio, desarrollaremos estrategias metodológicas para la implementación de proyectos, reflexionaremos sobre las razones por las cuales promovemos el aprendizajeservicio como política educativa, para finalmente presentar sintéticamente el estado de la cuestión en la educación superior de América Latina y el Caribe. 2. ALGUNOS CONCEPTOS BÁSICOS 2. Solidaridad, altruismo y prosocialidad Sabemos que la palabra solidaridad puede ser usada en contextos muy iferentes: se puede hacer «un llamado a la solidaridad» para pedir donantes de sangre o voluntarios sociales, hablar de solidaridad entre los trabajadores de un sindicato, o solicitar la solidaridad latinoamericana para confrontar a la deuda externa. En nuestro continente, tanto políticos «progresistas» como conspicuos dictadores han utilizado la expresión como parte preciada de su vocabulario. De hecho, muchos líderes de la sociedad civil están preocupados por una cierta «moda solidaria» a estarse difundiendo a nivel acciones «solidarias» difieren muy poco de las antiguas «beneficencias», y algunas arecen no tener ningún otro propósito que aligerar la conciencia del donante, o formar parte de estrategias de marketing de empresas que, simultáneamente, evaden impuestos o contaminan el medio ambiente.

No obstante ello, es importante destacar que el concepto de solidaridad tiene raíces profundas en la cultura latinoamericana: en los valores comunales de las culturas originarias, en el mensaje cristiano traído por los misioneros que defendieron los derechos indígenas frente a conquistadores, en la fraternité de la Revolución Francesa que inspiró os movimientos independentistas, y en las ideas y organizaciones cooperativas aportadas por los inmigrantes europeos a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. En su significado más generalizado y más profundo, en todas partes de Latinoamérica «solidaridad» significa trabajar juntos por una causa común, ayudar a otros en forma organizada y efectiva, resistir como grupo o nación para defender los propios derechos, enfrentar desastres naturales o crisis económicas, y hacerlo de la mano con los otros. solidaridad es uno de los valores que nuestras culturas más aloran, y es una bandera común de nuevas y viejas organizaciones en nuestras emergentes sociedades ci todos los hombres como hermanos en la común dignidad de la condición humana (LUBICH, 2002).

Como señala la Profesora María Nieves Tapia: «Creemos que la solidaridad bien entendida no reproduce modelos sociales disimétricos ni encubre situaciones de injusticia e inequidad » En este sentido, consideramos relevante el aporte que desde la psicolog(a se ha hecho en los últimos años en cuanto a diferenciar conductas prosociales de intencionalidades altruistas. El «altruismo» hace referencia a la intencionalidad del actor, el «dador» que se propone beneficiar a uno o más «receptores». El énfasis está puesto en la virtud de la persona altruista más que en la relación establecida con la persona «beneficiada», y en las motivaciones y en la actitud del actor, más que en el servicio efectivamente prestado.

Mientras que el altruismo se define básicamente en el terreno de subjetividad del actor «donante», la prosocialidad, por el contrario, define objetivamente por la satisfacción efectiva del receptor, así or la reciprocidad o solidaridad generada entre ambos actores (STAUB, 1979; ROCHE, 1998). Los estudios sobre prosocialidad vienen cobrando mayor peso en las últimas décadas, y creemo ser un aporte s OF significativo para Puede haber un efecto sinérgico combinando el aprendizajeservicio con la prosocialidad. » (EBERLYROCHE OLIVAR, 2002). 2. 2 El concepto de » aprendizajeservicio» La propuesta pedagógica del aprendizajeservicio parte de una premisa: la solidaridad puede ser no sólo un contenido de enseñanza, sino que las actividades solidarias desarrolladas por los estudiantes ueden ser en sí mismas una fuente de aprendizaje, si se planifican adecuadamente.

La pedagogía del aprendizajeserviclo podría definirse, en primera instancia, como: «una metodología de enseñanza y aprendizaje mediante la cual los jóvenes desarrollan sus conocimientos y competencias a través de una práctica de servicio a la comunidad» (TAPIA, 2000). Se trata, por lo tanto, de sostener simultáneamente dos intencionalidades. la intención pedagogica de mejorar la calidad de los aprendizajes, y la intención solidaria de ofrecer una respuesta participativa a una necesidad social. Un buen programa de aprendizaje semicio les permite a los jóvenes aprender contenidos académicos, y a la vez realizar tareas importantes y de responsabilidad en su comunidad.

TRABAJOS DE CAMPO/ SOLIDARIAS PASANTIAS 6 OF APRENDIZAJESERVICIO Por el otro lado, como mencionábamos, en muchas Universidades de nuestra América Latina se desarrollan actividades solidarias, ya sean campañas solidarias con la propia comunidad o otras comunidades, iniciativas de alfabetización, forestación, escolar y tantas otras. Hablamos de aprendizajeservicio cuando se da la intersección de stos dos tipos de actividad, es decir cuando en el desarrollo de un proyecto están presentes simultáneamente la intencionalidad pedagógica y intencionalidad solidaria. Experiencias educativas solidarias y aprendizajeservicio No siempre es sencillo diferenciar las prácticas de aprendizajeserwcio en sentido estricto de otras prácticas de intervención comunitaria desarrolladas en ámbitos educativos. Diversas herramientas han sido propuestas para este fin por diferentes autores (TAPIA, 2000, pp. 6 Entre ellas, consideramos que puede ser de utilidad presentar los Cuadrantes del aprendizaje y el servicio» desarrollados por la Universidad de Stanford, con algunas adaptaciones propias (SERVICE LEARNING 2000 CENTER. Servicel_earning Quadrants. Stanford University, california, 1996. TAPIA, 2000). III. SERVICIO mencionado concepto de prosocialidad); con impactos mensurables en la calidad de vida de la comunidad, con la posibilidad de alcanzar objetivos de cambio social a mediano y largo plazo, y no sólo de satisfacer necesidades urgentes por única vez, y con la constitución de redes interinstitucionales eficaces con organizaciones de la comunidad, ONGs e instituciones gubernamentales para garantizar la sustentabilidad de las propuestas.

En el caso del eje horizontal, se refiere a la mayor o menor integración de los aprendizajes académicos formales con la actividad de servicio desarrollada: en este sentido, las actividades de servicio pueden parte de los contenidos de aprendizaje requeridos por una asignatura (como en el caso de las pasantías universitarias orientadas al semicio de una comunidad determinada), pueden tener una vinculación explícita con las actividades desarrolladas en el aula o los contenidos urriculares de una o más áreas o disciplinas, o puede haber escasa o ninguna conexión entre lo estudiado y la actividad de servicio. (TAPIA, 2000) En función de estos ejes quedan delimitados cuatro cuadrantes, 8 OF permiten diferenciar cuat eriencias educativas: eJerClC10 profesional. Este tipo de actividades involucran el conocimiento de la realidad, pero no se proponen necesariamente transformarla, ni prestar un sem•icio a la comunidad implicada. El énfasis está puesto en la adquisición de los aprendizajes curriculares, y el contacto con la realidad comunitaria es puramente instrumental. II. Iniciativas solidarias asistematicas: se definen por su intencionalidad solidaria, pero desarrollan poca o ninguna integración con el formal.

Son actividades ocasionales, que tienden a atender una necesidad puntual. En general surgen espontáneamente, no son planificadas académicamente, y no suelen exceder lo puramente asistencial. Algunas de las más típicas iniciativas solidarias asistemáticas incluyen las «campañas de recolección», los festivales y otras actividades «a beneficio», y ciertos «padrinazgos» de escuelas rurales asumidos ocaslonalmente o en forma desarticulada con los aprendlzajes. Es frecuente, en la Educación Superior, que sean los Centros de Estudiantes o las Secretarías de Extensión quienes promuevan este tipo de iniciativas, sin ninguna articulación con lo académico.

Podrían también incluirse en esta categoría algunos proyectos un poco más complejos y con mayor articulación con los contenidos curriculares, 6 pero que no son planeados institucionalmente, sino que surgen y desaparecen en función d untad o el liderazgo personal de este tipo de iniciativas es necesario señalar que suele primar en ellas una mirada asimétrica con relación a los «necesitados’ . El concepto de «ayuda» suele prevalecer sobre la reflexión acerca de las estructuras socioeconómicas o las problemáticas ambientales que están en la raíz de la demanda atendida, y dificilmente se enfatiza la relación entre solidaridad y justicia social. La calidad del servicio de este tipo de iniciativa se considera baja porque una acción asistemática tiene escasas posibilidades de generar soluciones duraderas a un problema social, y porque a menudo involucran un compromiso personal de los estudiantes en la solución de los problemas.

Por otra parte, la calidad del aprendizaje se considera obre porque, aunque los alumnos adquieran una cierta conciencia sobre problemáticas como la pobreza, o el impacto de las catástrofes naturales sobre la vida cotidiana, este tipo de acciones no se articulan con los aprendizajes disciplinares. III. Servicio comunitario institucional Este tipo de experiencias se caracteriza por una decisión institucional, y no sólo ocaslonal, de promover el valor de la solidaridad y desarrollar en los estudiantes actitudes de servicio, de compromiso social y participación ciudadana. Ya sea que las actividades de servicio propuestas sean voluntari as, son asumidas formalmente