Antologia

El sol y la luna se van a casar (CUENTO INFANTIL) Papá ratón llegó contando, que el sol y la luna se van a casar mamá ratona dijo, que ese matrimonio no duraría, porque separado el sol de la luna siempre estaría abuela ratona dijo, que tendrían como hijas las estrellas e hijos los cometas y como padrinos ella quería, fueran los planetas el ratoncito mayor dijo, que todos estaban equivocados, porque el sol se casarla con una «sola» y la luna con un «luna», el sol tendría hijos, pero con tantos, con noche no quedaría lugar alguno PACE 1 or12 endrían más noches grillos, sapos, renacu s, para cantar y por eso raton apá ratón llamó a la puso a llorar pareja para ellos, porque no se conocía ningún otro sol, ni otra luna, quizás en otra galaxia, pero mas de cien mil años esa búsqueda dura y para terminar esta querella, el ratoncito mas pequeñito sueña, con que la luna se enamore de una estrella y el sol de una flor bien bella.

Un sueño sobre ti (CUENTO ROMANTICO) «Siempre he pensado que los sueños son recuerdos de nuestro pasado, recuerdos que nos hacen llorar, temblar y reír… recuerdos que deseamos borrar. Y lo creo por aquella noche, por aquel sueño… » en mi cama. Al despertar de nuevo, me vi a mi misma en mi uniforme de ecundaria, regresando a mi antiguo hogar. Al principio estaba sorprendida, pero después pensé -«es otro sueño extraño – y seguí observando. Llegue al parque, y un extraño chico de ropas grises se me acerco. – ¿Tú eres sofía? Si… este… ¿Tú eres…? – iEliot! Soy un amigo de la chica del hospital que ayudaste hace unas semanas, iquiero regresarte el favor por ayudarla! – iAh ya! ¿La qué estaba en el patio con un gato? pero si no es necesario, tan solo le hable. iSí! pero eso le dio ánimos para seguir adelante! Y por eso quiero regresarte el favor cumpliéndote un deseo. – ¿Un deseo? ?A caso tienes una lámpara mágica? — dije entre risas. – iNo, no! Bueno… es algo dfícil de explicar, pero mi amiga me dijo que lo hiciera por ella. – Entonces… ideseo que tú uses ese deseo para TI! – iClaro! Espera… ¿qué? iNO! Tiene que ser un deseo para ti! Y justo en ese momento nos hicimos grandes amigos. Siempre nos divertíamos mucho juntos y me pasaba de todo con él; risas, lloriqueos, estupideces, consuelos y un montón de cosas más. Y en un pestañeo, me di cuenta que nos habíamos convertido en pareja.

Eliot siempre me insistía en que le dijera mi deseo y hasta me acaba de quicio para que le dijera, tenía una impaciencia muy extraña, asi que un día, en nuestra prmera cita, decidi decirle mi deseo. -Entonces… ¿Cuál es tu deseo? – me pr 2 OF V día, en nuestra primera cita, decidí decirle mi deseo. -Entonces… ¿Cuál es tu deseo? – me pregunto tranquilamente. -«Por favor ámame, ámame por siempre y para siempre»… ese es mi deseo- le dije después de darle un beso en la mejilla. – Realmente me amas- y empezó a llorar. – Perdón, ¿lo dije muy repentinamente? iPerdón! Iré por algo de beber, ¿vale? Cuando regrese, solo encontré una nota que decía «Estuve ontigo muy poco tiempo, pero ese tiempo fue hermoso. Te amo Sofía». El despertador sonó. Mi gato gris se había escapado al parque una vez mas. CUENTO POLICIACO) Las gotas de suero bajaban lentamente por el cordón conectado a la vena de mi brazo derecho. No sabía porqué estaba all(. Tenía conciencia de lo que me rodeaba. Mis ojos entreabiertos me lo decían. No podia moverme, ni pronunciar palabra. En una esquina, sobre un sillón verde oscuro, como el color de mi antiguo uniforme, vi una silueta. Era mi esposa que dormía acurrucada en posición fetal. Se puso muy contenta cuando ace unos años, con el cambio de gobierno, me ascendieron a Mayor de la Policía Nacional. Dejé de patrullar las calles y colgé el uniforme. Trabajaría vestido de civil y detrás de un escritorio. Al menos eso es lo que ella pensó.

Cuán equivocada estaba. Con la caída de Abimael Guzmán y el fin del terrorismo, me sentía más seguro. El peligro ha pasado. Ya hasta había olvidado los dias de la obediencia V terrorismo, me sentía más seguro. El peligro ha pasado. Ya hasta había olvidado los días de la obediencia debida. Cuando tuve que acatar la órden de disparar contra esa gente indefensa que uego supe que solo celebraba una fiesta en el centro de Lima. Pero eso quedó atrás. Ahora sólo me encargaba de proteger al «‘aseso»‘. Era tarea fácil. Siempre andaba bien resguardado en el Pentagonito o en su búnker de la playa. Nadie se atrevería a hacerle daño. Tocaron a la puerta.

Mi esposa despertó. Era el neurocirujano. Pude ver por la puerta entreabierta a dos uniformados. ¿Estarían ahi para protegerme? El doctor le explicó a mi mujer: -La bala penetró el cráneo a la altura del lóbulo parietal izquierdo, con orificio de salida a la altura del lóbulo frontal derecho, en sentido diagonal. ¿Se recuperará? preguntó Silvia, mi esposa. – Aún es muy pronto para saberlo-dijo el doctor-. Lo peor ya pasó-agregó-. Pero todavía es cuestión de tiempo. Puede haber secuelas. Pérdida del habla y la memoria. Dificultad en el sistema nervioso y motriz. Su recuperación será lenta y requerirá de muchos cuidados, pero sobrevivirá.

Postrado en la cama del Hospital de Policía y en estado de coma. poco a poco cala en cuenta de ml situación. Trataba de recordar. No podía moverme. No podía darle una señal a Silvia, una señal que aliviara su dolor, el dolor de verme postrado en ésta cama con la cabeza vendada. Se acercó, me besó la 40F dolor de verme postrado en ésta cama con la cabeza vendada. Se acercó, me besó la mejilla y me dijo lo mucho que me amaba. Silvia había estudiado un curso de control mental años atrás y sabía que la música era una buena terapia en casos de pacientes comatosos como yo. -He traído música para que te relajes-_ Me dijo Silvia con cariño.

Colocó un disco compacto en un tocadiscos portátil. Suaves melodias de pajaritos cantando y hojas rebotando entre sí al paso del viento, y finos punteos de guitarra, me transportaron mentalmente a imágenes de bosques con árboles gigantescos travezados por rayos de sol. Acariciándome la mano, Silvia anunció que iría a la cafetería del hospital a buscar algo de comer. No podia ver sufrir así a la mujer que amaba, la que me había apoyado siempre, la que me alentaba cuando me sentía desmoralizado, la madre de mis hijos, mi fiel compañera. Parpadeé los ojos y moví levemente el dedo índice de la mano derecha. Pero no se dió cuenta. Besó mi mano izquierda y salió de la habitación.

Al abrir la puerta noté que los guardias que me custodiaban ya no estaban. Quizás fueron a almorzar, pensé. La siguiente canción tra(a melodías de gaviotas volando al urmullo de las olas del mar, lo cual me transportó a las playas de nuestro litoral. A La punta para ser exacto. Entonces recordé. Los videos habían empezado a aparecer uno tras otro en la televisión. El presidente inició una cacería para encont s OF V habían empezado a aparecer uno tras otro en la televisión. El presidente inició una cacería para encontrar y apresar a su «aceso#’. El mar, la playa, las olas, las gaviotas, el Yatch Club. Yo estaba a cargo de proteger al «Doc».

Con la venia del señor presidente habíamos conseguido el yate Carisma para que el «‘Doc» pudiera escapar. No podía haber testigos. Salvo unos uantos de absoluta confianza, entre los que me encontraba yo. O al menos eso creí hasta que escuché el disparo retumbar en mis oídos detrás de mi cabeza. Maldito traidor. Yo que lo había protegido tantas veces. Hubiera dado hasta la vida por él, y me pagaba de ésta manera. Para mi suerte unos pescadores me encontraron aún con vida. Escuché unos pasos acercarse hasta la puerta. pensé que seria Silvia y me sentí aliviado. La perilla de la puerta se movía lenta, sigilosamente. No podía moverme. No podía gritar. Me asusté. El forastero (CUENTO FAN ASTICO) -¿Estará muerto?

Preguntó en voz alta un suricato curioso que somaba su cabeza por sobre las gramíneas, refiriéndose al inmóvil jaguar que yacía a la orilla del estanque habitado por hipopótamos y cíclidos. -¿Qué es?… fue aún más acertada la pregunta de un babuino que escuchó la primera pregunta. En la explanada de la sabana africana, era dificil ignorar aquella aparición extraña e inusual, tanto para grandes felinos, como para mamíferos e incluso primates. Indiscriminadamente, la 6 OF V tanto para grandes felinos, como para mamíferos e incluso primates. Indiscriminadamente, la curiosidad asaltaba a elefantes, leones y cebras, que miraban en dirección de la insólita presencia, ero sin atreverse a dejar atrás sus manadas por unos Instantes, para satisfacer su propia curiosidad.

Un hipopótamo decidido, cruzó lentamente la laguna desde la orilla contraria, para examinar un poco más de cerca la extraña figura. Cuando se halló cerca, irguió su cabeza para echar el mejor vistazo que alguno de los animales haya echado hasta ese entonces, pero su desconcierto fue aún mayor al mirarlo de cerca, definitivamente observar a la inusual estampa, era una labor inoficiosa, con la que no se conseguiría nada. A excepción de los diminutos insectos que se posaban sobre el exótico jaguar, ingún animal concebía la posibilidad de acercársele. La sabana africana nunca había tenido un huésped tan inusitado, o por lo menos no esta sabana en particular.

Con el transcurrir de los minutos, la curiosidad se convertía en desconcierto, y en un instante dado, el desconcierto se convirtió en asombro, cuando un buitre atrevido se posó inesperadamente sobre la peculiar figu a, que ya se habla convertido en el centro de atención de toda la planicie, sin que el personaje central se inmutara con la presencia del ave sobre SÍ; lo que convenció a todos los curiosos de que se trataba de una entidad inerte, perdiendo así el in ue convenció a todos los curiosos de que se trataba de una entidad inerte, perdiendo asi el interés por la criatura. Los oriundos se acostumbraron a la anómala presencia que los acompaña desde aquél día, pero nunca pudieron descifrar de donde provino aquel flamante coche deportivo. Gotitas de sol (micro cuento) Amanecía en la isla. La niña despertó viendo desde la pequeña ventana cómo el sol jugaba entre los árboles. El suelo se llenaba con lunares de luces. Ella salió a buscarlos creyendo que eran pedacitos de sol para prenderlos en su almohada. Intentó atraparlos sin lograrlo… l_a gotas de sol más lejos ormaron la palabra Utopía. El murciélago de colores Una vez existió un hermoso murciélago.

Era la criatura más bella de la creación, ya que en su afán por parecerse al resto de las aves, subió al cielo y solicitó al creador poseer plumas. Éste le contestó que tenia su permiso para solicitar a otras aves sus mejores plumas. Y así lo hizo. Se dedicó a pedir las plumas de aquellos especímenes más vistosos y coloridos. Tras un tiempo de recolección, el murciélago lucía, ufano, su nuevo y espectacular aspecto. Revoloteaba por toda la tierra recreándose en su imagen. Incluso, en una ocasión, con el eco e su vuelo provocó un maravilloso arco iris. Todos los animales lo observaban fascinados por su deslumbrante imagen. No obstante, los halagos comenzaron a hacer mella en él. fascinados por su deslumbrante imagen. No obstante, los halagos comenzaron a hacer mella en él.

La soberbia se apoderó de su raciocinio. Miraba con desprecio al resto delas aves, a las que consideraba inferiores a él por su belleza. Percibía que ningún otro animal estaba a su altura. Hasta reprochó al colibrí que no eran tan agraciado como él. Consideraba que no existía otra cualidad más importante que no fuera el aspecto físico. El resto de aves se sentían humilladas ante el vuelo del murciélago. Su continuo pavoneo se hizo insoportable para todo el reino animal, y sus ofensas llegaron a oídos del creador. Éste decidió intervenir. Leyenda Azteca sobre la creación del maíz. Los huicholes estaban cansados de comer cosas que no les gustaban.

Querían alguna cosa que pudieran comer todos los días, pero de maneras diferentes. Un joven huichol oyó hablar del maíz y de sus famosos mets, unas tortillas, los chilaquiles y la sopa de tortilla que se preparaba con este cereal. pero el maíz se encontraba muy lejos, al otro costado de la montaña. Eso no lo desalentó y se puso en marcha. Al cabo de poco tiempo vio una hilera de hormigas y como él sabía que ciertas de ellas eran las guardianas del maíz, las siguió. Pero cuando el joven se durmió, las hormigas, sin ningún problema, se devoraron todas sus vestimentas, dejándolo sólo con su arco y sus flechas. Sin ropas y hambriento el huichol se puso a lamentar dejándolo sólo con su arco y sus flechas.

Sin ropas y hambriento el huichol se puso a lamentar. Fue entonces que un pájaro se posó sobre un árbol próximo. El joven apuntó su arco sobre él, pero el pájaro le regañó y le dijo que ella ra la Madre del maíz. Lo invitó a seguirla hasta la Casa del Maíz donde ella lo autorizaría a tomar todo lo que él buscaba. En la Casa de Maíz se encontraban cinco bellas doncellas, las hijas de la Madre del Maíz: Mazorca Blanca, Mazorca Azul, Mazorca Amarilla, Mazorca Roja y Mazorca Negra. Mazorca Azul lo encantó con su belleza y su dulzura. Se casaron y volvieron a la villa Huichol. Como él no tenia aún casa, durmieron un tiempo en un lugar dedicado a los dioses.

Después, como por encantamiento, la casa de los recién casados se llenaba cada día de espigas que la decoraban como flores. Las gentes venían de todas partes porque Mazorca Azul les ofrecía espigas a manos llenas. La bella esposa enseñó a su marido a sembrar el maíz y a cuidar los cultivos. Enterándose qué delicias ofrec(a este nuevo alimento, los animales intentaron robarle. Mazorca Azul enseñó a las gentes a colocar fuego alrededor de los cultivos para espantar a las bestias en busca de espigas tiernas. El forastero y la niña En ese día el forastero ya dormido a la media noche escucha la puerta : pod pod pod. Él se despertó y se pregunto quien toca a estas horas, al abrir la puerta se encuentra con una n 2