America Latina Hacia Un Regionalismo Abierto

América Latina: hacia un regionalismo abierto Alberto van Klaveren En el nuevo contexto internacionai en el cual se inserta América Latina, el autor se plantea interrogantes acerca de las perspectivas de la integración regional. Sin negar la persistencia de rivalidades nacionales, expone que se está dando un nuevo regionalismo latinoamericano, que se ha traducido en una compleja trama bilaterales cuya meta es la liberalizaci integración ha 27 p subregionales y mutuo.

Esta sido complementada, además, por una cooperación polftica creciente. Al mismo tiempo, se ha producido una convergencia entre las iversas iniciativas de carácter hemisférico y los procesos regionales. De esta manera el regionalismo latinoamericano ha asumido un carácter abierto que se manifiesta no sólo en el ámbito económico sino también en materias como derechos humanos, desarme y medio ambiente.

Este concepto de regionalismo abierto, que procede de los mecanismos de cooperación del AsiaPacífico, responde a la necesidad de adaptarse a las características del actual sistema internacional, en el cual no son viables los alineamientos rígidos y excluventes. Tratado de Libre Comercio de América del Norte TIC), la Asociación de Estados del Sudeste Asiático (ASEAN) y la Comunidad de Desarrollo del Africa Austral (SADC) emergen como ejemplos de esa tendencia.

Aunque persiste una gran incertidumbre sobre las implicaciones y la dirección final de estos procesos, el rediseño de [62 ] A. van Kiaveren / America Latina: hacia un regionaiismo las fronteras econ6micas en todo el mundo representa un fen6meno de gran relevancia para los paises latinoamericanos. America Latina fonna un subsistema regional dentro del sistema global y los paises que la integran comparten un sentimiento de identidad egional, que coincide con la apreciaci6n de los observadores extemos. De ahi que no resulte sorprendente que la integraci6n regional este recibiendo tanta atenci6n en la agenda latinoamericana de la decada de 1990. Los multiples acuerdos ya existentes estan siendo revisados y actualizados. Se articulan nuevas agrupaciones y las iniciativas regona les se multiplican. En varios casos, se observa una importante y muy necesaria renovaci6n de las concepciones sobre la integraci6n y la cooperaci6n regional. El resultado final de esta verdadera proliferaci6n de acuerdos e iniciativas es alentador, ya que pennite superar uchas decadas de ret6rica y frus ambito.

Al mismo 27 tiempo, debe de la integraci6n y cooperaci6n regional no s610 es demo strada por la renovaci6n de los antiguos esquemas O el surgimiento de acuerdos de libre comercio. Los paises latinoamericanos tambien estan poniendo en marcha nuevas fonnas de cooperacion en areas tan diversas como el desarrollo de infraestructura, la integraci6n energetic a, la integraci6n fisica, la utilizaci6n de recursos naturales compartidos, el desarrollo tecn016gico, la industria belica y la concertacion de politica exterior.

Con todo, en algunos casos las relaciones entre los paises lati oamericanos consewan su caracter dicot6mico, como 10 demuestra el conflicto limftrofe entre Ecuador y peru, dos miembros plenos del Pacto Andino, entidad que fue considerada en los afios 70 como el esquema de integraci6n mas ambicioso en la regi6n. Tambien se observa una Signi ficativa heterogeneidad y diversidad regional entre las realidades econ6micas, tradiciones y culturas politicas y orientaciones internacio nales de los pafses latinoamericanos.

De ahf que no sea sorprendente que las relaciones regionales continuen combinando elementos de coope raci6n y de conflicto. Aunque es claro que los primeros estan en uge, 1 Para un breve amlisis de la identidad Internacional de America Latina, vease G. pope Atkins, Latin America in the Internation tem, (Boulder: Westview, 1992), pp. 23-50 Y Manfre contexto intemacional que vive America Latina plantea varios interrogantes. l. Cmiles son las perspectivas del regionalismo en America Latina? l.

Hay una tensi6n entre el regionalismo econ6mico latinoamericano y la integraci6n a la economia mundial? .:,Fortalecenl America Latina sus propias instituciones regionales 0 se pleganl a regionalismo hemisferico? [Esta surgiendo una nueva identidad no americana? El nuevo regionalismo latinoamericano. La cooperaci6n y la integraci6n regional estan floreciendo nuevamente en America Latina. Durante los ultimas aiios se ha avanzado mas en la integraci6n real de laseconomias latinoamericanas que durante las tres decadas anteriores. na densatrama de acuerdos regionales, subregio nales y bilaterales esta logrando la liberalizaci6n gradual del comercio mutuo y una cooperaci6n econ6mica y politica creciente. Mas alia de las importantes variaciones que se observan en los acuerdos que van desde la cooperaci6n sectorial hasta la uni6n aduanera, desde la cooperaci6n olitica hasta ellibre comercio de bienes y servicios virtualmente todos conciben ahora a la integraci6n como un proceso que debe contribuir a 4 27 mejorar la inserci6n de los gi6n en la economia de servicios, estan ocupando un lugar central en los esquemas que se adoptan.

Si en el pasado la integraci6n fue concebida como un instrumento de defensa colectiva contra las adversidades origi nadas en el sector externo, hoy tiende a ser concebida como un elemento mas bien ofensivo y flexible -ue contribuye a mejorar la inserci6n intemacional de America Latina .

Si antes se ponia enfasis en la protec i6n de los mercados, en la regulaci6n y reparto de sectores para fomentar las industrias nacientes de los pafses miembros y en el comercio admi nistrado, hoy se trata de mejorar la competitividad intemacional y Rosenthal, Un infonne critico a 30 ailos de integraci6n en America Latina, NIJfllQ Sociedad, NO 1 13, mayo-junio 1991 . pags, 60-66, 2 Gert [64 ] A van Klaveren / America Latina: hacia un regionaiismo . romover la liberalizaci6n conjunta. Si antes la integraci6n era el coro lario 1 6gico del modelo de desarrollo basado en la sustituci6n de Impor taciones y en economias cerradas, hoy procura adaptarse a las uevas concepciones’econ6micas que se estin imponiendo en la regi6n. De ahi que la integraci6n se desar a paralela con la s 7 liberalizaci6n generando una nueva realidad de interdependencia que, gradualmente, va dejando obsoletas las viejas obsesiones geopolitieas latinoamericanas.

Por cierto, se trata de un fen6meno gradual y no exento de contradiecione— y que no ha traseendido con misma fuerza a] ambito de la opini6n publica y de l- cultura naeional, que en muehos cas os siguen apegadas a concepciones tradicionales de rivalidad y de desconfianz;a mutua. Pero la integraei6n economica y fisica avanza y, ademas, a Sido complementada por la cooperacion polftica.

El Grupo de Rio, integrado por casi todos los paises de raiz iberica de Sudamerica, Panama, Mexico y representantes de dos subregiones Centroamerica y la Comunidad del Caribe ang16fono (CARICOM), esta asumiendo un papel potencial mente muy valioso en la eoordinaci6n de las politicas exteriores noamericanas, la defensa y promoci6n de la democracia en la regi6n, el apoyo a los procesos de integraci6n, y la representacion de America Latina en los dialogos con otras regiones 0 potencias.

En America Central, Ja coneertaci6n subregional logr6 contener un conflicto ue lleg6 a asumir dimensiones muy peJigrosas para la estabilidad del area. La nueva ola de actividad regional de America Latina ha sido moti vada por varios factores. En primer lugar, hay una renovada conclenela sobre el debilitamiento his articipacion 6 27 latinoamerieana en los megabloques, divulgada entre otros POT auto res como Lester Thurow4 represente una simplifieaei6n de una realidad 3 Roberto Pizarro, Renovaci6n y dinamismo de la integraci6n latinoamericana en los alios noventa, Estudios InternacionaJes, N»IIO, abril-junio 1995, p. 99. 4 Lester C. Thurow, Head 10 Head: The Coming Economic Bailie mongJapan, Europe, and America, (New York: Morrow, 1992). [65 ] ESTUDIOS INTERNACIONALES mucho mas fluida y diversificada. se trata de una creencia bastante popular en America Latina y el resto delmundo. En este contexto, algunos sectores existe la preocupaci6n de quedar fuera del nuevo mapa de la economia mundiaL En segundo lugar; el argumento tradicional de que los mercados nacionales, de los pafses latinoamericanos son de masiado reducidos parece todavia mas valido en un contexto de creciente internacionalizaci6n econ6mica.

La fragmentaci6n de los mercados es 7 27 especialmente negativa pa ustrial que requiere de premisa fue mas bien implícita, pero en los ultimos anos se han establecido clausulas democraticas con este prop6sito, como 10 demuestra el casu del Mercado Comun del Sur (Mercosur). Hist6ricamente, la integraci6n latinoamericana ha incluido esfuerzos tanto regionales como subregionales. Los primeros acuerdos tuvieron un alcance subregional, pero en 1960 se adopt6 un enfoque regional, debido a la conwcci6n de que podia fortalecer la posici6n Internacional de paises participantes.

En la practica, sin embargo, los enfoques subre gionales conservaron su vigencia y han aumentado en mportancia durante los ultimos anos, en parte porque parecen mas viables, ho mogeneos y cohesionados. Es as! como se observa en los mos 90 una renovacion de los acuerdos subregionales en toda America Latina. Las nuevas iniciativas estan asociadas estrechamente a las poHticas de re forma estructural y de apertura al comercio y las inversiones nales, apuntando a la creacion de zonas de libre comercio y mercados comunes en plazos reducidos y a la introducci6n de mecanismos coordinacion economica.

Estas medidas han sido adoptadas por esque mas tradicionales como el y el Mercado Comun 27 cen lcanzado objetivos muy ambiciosos: un mercado com un, que ha impli cado la supresi6n de la mayoria de las barreras al comercio de bienes y ciertos servicios; el establecimiento de una tarifa extema comiln, como parte de una politica comercial comun, y el desarrollo de politicas comunes en un numero creciente de areas.

A largo plazo, esta el proyecto de establecer una uni6n econ6mica y monetaria y lograr la armonizaci6n de politicas econ6micas. El proceso va mas alta de los asuntos puramente comerciales. A partir de los afios 80, Argentina y Brasil han adoptado una serie de acuerdos de cooperaci6n bilateral en areas tan ensibles como el desarrollo nuclear, los intercambios militares, la industria belica, transporte y telecomunicaciones, etc.

Los paises del Mercosur han man tenido un enfoque pragmatico y flexible hacia la integraci6n gional,S considerandolo como unproceso abierto. Es asi como el Mercosur no dispone de una Institucionalidad avanzada y ha evitado sistematicamente cualquier atisbo de supranacionalidad en su estructura. Muchos observadores consideran, con raz6n, que existe una cierta ten si6n entre este enfoque y los objetivos extremadamente ambiciosos que pretende alcanzar este grupo en plazos Inusualmente cortos.

Despues de todo, los paises miembros e han propuesto establecer un intercambio intrarregional ha aumentado muy significativamente, arancel extemo ya esta en vigor, las relaciones entre sus socios se caracterizan por una cooperacion intensa en muchos sectores y, ajuzgar por el desenlace que experiment6 la crisis politica que viviD Paraguay en 1996, el Mercosur se identifica claramente con un modelo politico democratico. Estos logros han convertido al Mercosur en uno de espacios economicos ampliados de mayor relevancia en el mundo en desarrollo, un espacio que incluye a cerca de la mitad de la poblacion de

America Latina, con un producto interno bruto acumulado de cerca de 800 mil millones de d61ares. Chile se asoci6 al Mercosur en 1996 mediante la suscripci6n de un acuerdo de libre comercio con esa entidad. La incorporaci6n plena fue descartada por el momento debido a las diferencias entre los aranceles 5 Felix pens, The MERCOSUR and its Prospects: An Option for Competitive Insertion in the World Economy, en: InsUluto de Relaciones Europeo-Latinoarnericanas (ed. ), Prospects/or the Process a/Sub-Regional Integration in Central and South Amenca, (Madrid: IRELA 1992), pp. 97-110. [67] ES TU D IOS 0 DF 27 N T ERN AC ION ALE S