Actividad cohesion y coherencia Cuento

Actividad cohesion y coherencia Cuento gy adnlinda cbenpanR 15, 2016 4 pagos Ejercicio cohesión y coherencia Chica Romántica Amapola, tenía carita angelical adornada con pecas café claro, nariz pequeña y ojos verdes esmeralda tal vez lo suficiente para impresionar a todo aquel que se cruzaba con ella. De largo cabello color naranja casi rojo natural lo arreglaba con la plancha de la ropa una vez ponía papel periódico sobre el mismo y luego lo llevaba a la mesa. Era un ritual cuidadoso y paciente hasta que estuviera completamente liso _ como lamido de vaca _ como decía su amiga Mariana.

Mariana la iba a buscar todas las mañanas para ir a clase y era probable que no estuviera lista le ca iera la tarde para salir a estudlar. Cuando ocu o no llevar la lista de cabello rizado. Amapola se paseaba detenía a ver los part ora Sv. ipe to View o tomar el desayuno es que llevar el sa romántica, se artidos de futbol, los juegos de pingpong, pero no le gustaba participar de ningún deporte. Llegó a ser tan popular que se volvió indispensable y debía presenciar los juegos por petición masiva de los estudiantes para convertirla en una especie de adorno y atractivo que nimaba los eventos.

Cuando la veían llegar la algarabía, I Swipe to View nexr page las rechiflas y los gritos le daban la bienvenida. Un admirador le gritó chica romántica e inmediatamente se generó un eco y se estableció ese calificativo de ahí en adelante para referirse a Amapola. Las clases de actividades físicas no eran para ella. Con frecuencia se dirigía al profesor al que llamaba chivo por su barba larga que colgaba del mentón, para decirle que iría a la sala de juegos de mesa. Ella no era aburrida pero si traviesa, y en ocasiones fastidiosa.

Ciertamente lo contrario de una mente traviesa. Mariana como amiga intima se permitió conocer sus ocurrencias impredecibles y alocadas. Un día Amapola recibió una sanción, que consistía en asear el salón de clase después de la jornada del día. En medio del castigo se le ocurrió que debía ir al baño, pero los baños ya estaban fuera de servicio. Amapola no dudó en depositar su orina en el cesto de los desperdicios. Para el día siguiente el producto ya había rodado por la parte delantera del salón. La directora del curso con enfado preguntó qué habra pasado.

Amapola se puso de pie y en silencio. Todos asumieron con pacientes miradas que era una nueva ocurrencia de la chica romántica. Ella tenía el don de mitigar los disgustos causados sin palabras y con la dulzura de su rostro, a lo cual condescendía hasta la autoridad del profesor. Amapola tenía una debilidad y esa era las copas de gelatina preparadas con una receta de excluslva originalidad solo en la tienda ubicada frente de la escuela. Eran irresistibles y a la salida de clases era casi imposible conseguir una copa si no se apresuraba a arribar entre los primeros.

Diversidad de colores y sabores esperaban exhibidas en las vitrinas que desaparecían en un santiamén. Las copas de gelatina más codiciadas eran las de sabores a vino, aguardiente y vodka. No solo con sabor a licor sino que también se consegu(an con sabores a vainilla, canela y otras frutas. Amapola la chica romántica no tenia por qué correr para lograr una copa de gelatina, era normal que los chicos se disputaran el privilegio de brindarle su adquisición bien luchada entre el tumulto. Estas demostraciones generaban avalancha de copas su alrededor, acompañadas de mejillas sonrojadas y miradas seductoras.

Amapola o la chica romántica tenía la costumbre casi obsesiva de agacharse para recoger los chamicitos y aún los palos que caían de los árboles de la escuela. Ella asentía que eran curiosas y únicas las formas que adquirían cuando estaban aún en las ramas. Un día saliendo de la escuela levantó del césped un palo mas o me 3Lvf4 estaban aún en las ramas. Un día saliendo de la escuela levantó del césped un palo más o menos largo lo llevó consigo a pesar del obstáculo que representaba.

Iban por la acera con Mariana y repentinamente su amiga Amapola lo lanzó a la parte posterior de un camión, inmediatamente se acercó a las llantas traseras y lanzó un grito desgarrador. No había ocurrido nada que lamentar sencillamente fue una de sus inesperadas ocurrencias. Ella sencillamente reía gozándose de la broma pesada mientras que los transeúntes y el conductor se reponían de semejante susto. Amapola dejó de asistir regularmente a las clases, unas veces por que no asist(a y otras veces por que salía temprano de la escuela.

A partir del mes de octubre no regresó a ese lugar donde amaban a esa niña de carita pecosa, pelo naranja y ojos esmeralda, donde la aceptaron con su mente caprichosa. Tampoco anunció que se trasladaría, quien se enteró posteriormente fue Mariana, con una carta que le envió Amapola, explicando que no encontró la manera de contarle su inesperado traslado pero que seguirían siendo grandes amigas. Sujeto: chica romántica. Copa. Sustantivo: palo. Estudiantes: María paula Sosa González ID 489022 Alba Yolanda Moreno ID 463305