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a10 gy Kaito-ZDkuragui cbenpanR 16, 2016 29 pagos Theoria, Vol. 14 (2): 95-108, 2005 ISSN 0717-196X Revisión RIESGOS Y BENEFICIOS EN EL CONSUMO DE PLANTAS MEDICINALES MEDICINAL HERBS: RISKS AND BENEFITS IN THEIR USES MARTA ANA CARBALLO, CM. CORTADA, A. B. GADANO CIGETOX – Citogenética Humana y Genética Toxicológica. Departamento de Bioquímica Clínica. Facultad de Farmacia y Bioquímica (FFyB). Universidad de Buenos Aires. Argentina. Autor para correspo Citogenética Human Departamento de Bi Bioquímica (FFYB). U Junín 956 (1113).

Bue PACE 1 or2g Irmc acu lo, CIGETOX de Farmacia y I: 9+5411) 5950-8707. Fax: (*+5411) 5950-8694. e-mail: macarba1102003@yahoo. com. ar RESUMEN En los últimos años se ha vuelto a las plantas en busca de nuevos principios activos, ya que desde el comienzo de la medicina fueron ellas las que proveyeron las estructuras bases para numerosos medicamentos. Entre los principios activos de origen vegetal más utilizados en terapéutica se pueden citar Chenopodium multifidum L. (Chenopodiaceae). ; Lithraea molleoides Vell. Engl. Anacardiaceae); Styphnolobium japonicum L Schott. (Fabaceae); Prosopis alba Gris (Mimosaceae); Schkuhria pinnata (Lam. ) (Asteraceae); Solanum sysimbnifolium Schkuhria pinnata (canchalagua), Solanum sisymbriifolium (espino colorado) y Lithraea molleoides (Molle de beber), indujeron daño al ADN, induciendo roturas de cadena simple y doble. De esta forma se verlfica la necesidad de regulación en el consumo masivo e indiscriminado de las plantas medicinales. PALABRAS CLAVES: Plantas medicinales, etnomedicina, genotoxicidad, ensayo del cometa.

ABSTRACT Herbal medicines have became a popular form of therapy. Patients who self-medicate with herbs for preventive and therapeutic purposes may assume that these products are safe because they are «natural», but sorne of heir components can cause adverse effects or have the potential to interact with other drugs- Some common herbs in traditional Argentine medicine are: Chenopodium multifidum L(Chenopodiaceae); Lithraea molleoides Vell. Engl. (Anacardiaceae); Styphnolobium japonicum L Schott. (Fabaceae); Prosopis alba Gris (Mimosaceae); Schkuhria pinnata (Lam. (Asteraceae); Solanum sysimbriifolium Lam. (Solanaceae). In this review, we present the data obtained in the evaluation of the potential genotoxic effects of aqueous extracts by the Single Cell Gel Electrophoresis as a screening test. Our results show that four of the Six plants valuated induced double and single strand breaks in DNA. The ones that interact with the genetic material were: Chenopodium multifidum («paico»); Schkuhria pinnata («canchalagua»), Solanum sisymbriifolium («espino colorado») and Lithraea molleoides («Molle de beber»).

Indiscriminate consumption ofmedicinal plants is not innocuous and their regulation is necessary. KEYWORDS: Medicinal Herbs; Ethno-medicine: Geno-toxiciõy; Comet Assay. Recepción: 06/05/05. Revi 2 OF Ethno-medicine: Geno-toxicity; Comet Assay. Recepción: 06/05/05. Revisión: 25/08/05. Aprobación: 20/10/05. 95 Theoria, vol. 14 (2): 2005 1. RESEÑA HISTÓRICA ás antiguos de la evolución social) poseían el conocimiento milenario de diversas plantas psicotrópicas, algunas estimulantes como la coca o el tabaco; otras aluclnógenas como el yagé o el yopo.

Estas plantas se utilizaban para producir o acelerar los estados alternos de conciencia, por los cuales se puede curar y establecer contacto con el mundo sobrenatural (Font y Quer, 1983). La medicina tradicional incluye tres tipos de personal (Gadano et al. , 2004): El uso de las plantas en medicina tiene una historia honorable, ya que en determinados momentos todos los medicamentos se obtenían de fuentes naturales. Este evento dio lugar al establecimiento de una relación muy cercana y productiva entre el hombre y su medio vegetal.

Los primeros herbolarios datan de la época de los asirios, los babilonios y los fenicios y constituyen una recopilación de los conocimientos de la época sobre las propiedades Desde el arlo 3. 000 a. C. hasta nuestros días, h como el famoso papiro curativas de las plantas, comenzando la historia de la fitoterapia. referencias y escritos podemos identificar con el jugo de la adormidera, planta de la que se obtiene el opio. En otros datos curiosos se sabe que Cleopatra utilizaba aloe barbado para otenciar su belleza, y hoy esta planta se ha revelado como el tratamiento adecuado para las quemaduras por radiación (Poletti, 1979).

La mayoría de las medicinas del reino vegetal que ahora usamos no fueron descubiertas por las ciencias de las sociedades modernas, sino por pruebas de ensayo y error practicadas durante milenios, por diferentes culturas. La arqueolog(a nos informa que algunas de las drogas actuales más preciadas son herencia del pasado oscuro de la prehistoria. Muchas de las plantas alimenticias eran conocidas también por sus propiedades medicinales y, al mismo tiempo, existían otras uyos atributos terapéuticos las colocaban en gran estima.

Los chamanes (profesionales -Curanderos: Estos individuos tienden a especializarse en el cuidado de un grupo de enfermedades, tales como el empacho (considerado como el agente causal de trastornos en el tracto digestivo), el mal aire (considerado como agente causal de muchos trastornos respiratorios) y el mal de ojo (considerado como la fuente de los trastornos que afectan a los niños). Entre éstos, se incluye también a los individuos que manejan información sobre laxantes y plantas abortlvas. Herboristas: Proveen muchos de los materiales usados en la edicina tradicional. Se puede aclarar que ciertos curanderos actúan también como herboristas. E-n estos individuos se concentra el proveerlas a la población. -Brujos: Su relación con la salud en la comunidad es algunas veces tangencial, y en muchas comunidades son vistos como causantes de enfermedades y no como benefactores. No obstante, en algunos casos son consultados con la finalidad de desterrar hechizos que habrían sido llevados a cabo por colegas malignos.

Teniendo en cuenta el uso de las plantas medicinales, podemos decir que existen cuatro tipos generales de medicina. Ellas son: siática, europea, indígena y neo-occidental. Tanto la aslática como la europea datan 96 Riesgos y beneficios en el consumo de plantas medicinales / MA. CARBALLO ET AL. de miles de años, se encuentran en la farmacopea y son por lo tanto más conocidas; en el caso de la indigena es distinto, ya que es trasmitida oralmente (Desmet, 1992). En Asia las herboristerías más sistematizadas son las de India, China y Japón. ?stas siguen aún las ideas de diagnóstico y tratamiento utilizadas por milenios (Kanba et al. , 1998; Wong et al. , 1998). La mayoría de los remedios que se preparan son mezclas de lantas que contienen en algunos casos también partes de anmales y minerales. Ha sido descripto que las formulaciones existentes contienen sustituyentes de los productos naturales, como ser sustancias tóxicas de origen vegetal, fármacos y metales pesad s OF 1998; Drew y Myers, 1997). 1997).

La herboristería indígena es muy diversa y se practica aún en sitios donde dichas culturas se encuentran intactas, sin embargo se halla en continua evolución debido al contacto con otras culturas aledañas. El conocimiento se puede encontrar en este caso acotado a los sanadores tradicionales o puede er generalizado y con respecto a la formulación, existen variaciones regionales, las plantas seleccionadas pueden ser específicas, genéricas o inadvertidamente adulteradas. Usualmente, cuando una medicina es difundida como eficiente y segura, suele existir una base terapéutica aún no conocida detrás (Elvin-l_ewis, 2001).

En cuanto a la herboristería neo-occidental, utiliza preparaciones de plantas únicas o mezclas, en variadas combinaciones, que han sido seleccionadas de formulaciones que se encuentran en antiguas farmacopeas o plantas medicinales de otras culturas, como por jemplo la indígena. Pueden obtenerse tam- bién formulaciones novedosas que no presentan fundamento en datos provenientes de herboristerías tradicionales, o representan una mezcla de plantas utilizadas en distintas medicinas alternativas (Desmet, 1995).

El incremento en el uso de productos farmacéuticos ha dado por resultado la disminución del consumo de preparados tradicionales de la medicina popular. Sin embargo, en algunas áreas rurales, la medicina tradlcional es aún utilizada en igual o mayor medida que las formulaciones farmacéuticas, y en algunos casos, como en las enfermedades enores, los tratamientos tradicionales sustituyen a la medicina académica.

En la actualidad hav indivi ieren llevar control de su salud, no sólo en la prevención de enfermedades, sino también en el tratamiento de las mismas (fallas en los tratamientos alopáticos y efectos colaterales severos provocados por los mismos). Este comportamiento se presenta fundamentalmente en gran variedad de enfermedades crónicas, sin cura (cáncer, diabetes, artritis, entre otras) o enfermedades agudas que se tratan fácilmente en forma hogareña (resfr[o, gripe) (Kincheloe, 1997).

Se hace evidente que no han sido advertidos e los potenciales riesgos asociados al uso de hierbas o de las Ilmltaciones en el diagnóstico (Shaw et al. 1999; Stewart et al. , 1999). 2. ETNOMEDICINA A pesar de los siglos de tradición, la fitoterapia —del griego phyton (planta), tratamiento de las enfermedades por plantas frescas, secas o sus extractos- ha evolucionado y ha ganado prestigio y eficacia, sobre todo en los últimos tiempos, acercándose cada vez más a las normas y usos que exige la medicina moderna (Poletti, 1979).

Como resultado de ello, actualmente se posee un mejor conocimiento de las propieg7 Theoria, Vol. 14 2005 ades medicinales, se ha incrementado su número, se han desentrañado científicamente secretos de sus principios activos y se han descrito con más precisión sus propiedades, contraindicaciones y efectos secundarios, lo que ha redundado en una sistematización de su uso y posolog[a (Pahlov, laboratorios.

Esto ha significado el nacimiento de la nueva fitoterapia, en que la preparación y validación de las formulaciones a base de diversas especies vegetales las realizan profesionales especializados, capaces de satisfacer las necesidades que el usuario de la fitoterapia reclama en aspectos mportantes como la prevención y la salud (Font y Quer, 1983).

Un relevamiento de datos sobre el uso de medicinas alternativas realizado en los Estados Unidos entre 1990 y 1997 mostró que al menos un tercio de los pacientes usaba terapias no convencionales, y la mayoría las utilizaba en el tratamiento de patologías crónicas (Eisenberg et al. 1997). A su vez, muchas hierbas medicinales son utilizadas con fines profilácticos para mantener o favorecer un estado de buena salud, o prevenir la ocurrencia de ciertas patologías. Muchas de estas hierbas son conocidas popularmente y promocionadas como seguras y eficaces.

Debido a ello, no siempre es fácil entender, para los consumidores crónicos, el porqué estas prácticas pueden ser riesgosas. La creencia del beneficio del uso de la herboristería por sobre las drogas que contienen un único ingrediente activo se suscribe a la noción que los compuestos activos primarios de las hierbas son sinergizados por compuestos secundarios, mientras que éstos mitigan simultáneamente los efectos colate- rales producidos por los compuestos primarios (McPartland y Pruitt, 1999).

Se presume también que la combinación de extractos 8 OF de diferentes plantas podr decaimiento gradual de Los eventos dañinos farmacológicamente predecibles son, generalmente, dosis dependientes, y por tanto previsibles disrmnuyendo la dosis, o suspendiéndose el consumo en caso de presentar alergia. A su vez, el consumo crónico puede traer efectos retardados como carcinogénesis o teratogénesis.

Los usuarios de preparados realizados con plantas medicinales deben considerar que estas medicinas son usualmente formuladas con materiales sin tratamiento (crudos), los cuales pueden contener un amplio rango de sustancias que pueden modificar sus caracteristicas farmacocinéticas y farmacognósicas (Elvin-Lewis, 2001 En las distintas regiones donde se utilizan estas preparaciones se busca establecer modos de control para disminuir los riesgos del consumo, al mismo tiempo que explicitar cientificamente sus acciones terapéuticas.

En algunas regiones (Asia) existe una gran dificu tad para evitar la incorporacón de hierbas potencialmente tóxlcas o metales pesados, ya que no son considerados dañinas en el sitio de origen (Shaw et al. , 1997). En Europa, Alemania es líder en el proceso de regulación racional de las plantas medicinales (Benzi y Ceci, 1997) y Estados Unidos clasificó a varias plantas medicinales bajo el ótulo de «suplementos dietarios» (Murphy, 1999), quedando de este modo fuera de la evaluaclón de la FDA (Food and Drug Administration).

Las plantas contienen elementos activos que las protegen de los insectos, mohos y otros parásitos, así como Itravioleta del sol. Muchos de estos componentes -V a individual o en diferen- medicinales / M. A. CARBALLO ET AL. tes combinaciones— poseen efectos estimulantes, calmantes o terapéuticos en el hombre (Wills et al. , 2000). Estos principios son vitaminas, minerales, carbohidratos, microelementos y agentes curativos específicos, que ayudan al cuerpo en su lucha contra la infección. Las hierbas se usan mucho para aliviar la enfermedad e impedir que ésta vuelva.

Desintoxican el organismo y apoyan al sistema inmunológico, ayudándole a mantener el equilibrio Entre los pnncpios vegetales más usados en terapéutica podemos citar: Las hormonas esteroides (progestágenos, corticosteroides, estrógenos y agentes anabólicos); atropina y efedrina y sus derivados semisintéticos; morfina y derivados hipnoanalgésicos; podofilotoxina y su derivado etopóxido; vincristina, vinblastina y taxol (anticancerígenos); derivados flavonoides del Ginkgo biloba (activador cerebral); Ginseng.

Para ello debe valerse de los denominados marcadores biológicos o biomarcadores que indican: exposición a sustancias tóxicas (en los planos molecular o celular), efectos adversos en la salud o susceptibilidad a distintos agentes. Estos biomarcadores representan cambios en el organismo, o en la célula, que pueden ser cuantificados en diferentes sistemas biológicos (NRC, 1987; NCR, 1991; wogan, 1992). se considera que un marcador de efecto biológico representa un evento que puede correlacionarse con el daño a la salud y tiene posibilidad predictiva (NCR, 1991). Los compuestos químicos ctuar directa o