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CUARENTA MI Amigo Evolucionó de un — No, No Puedo Decirlo No recuerdo haber aterrizado. Me encontre en una calle oscura en una fría y nebulosa noche. Casas de madera de tres pisos, con terraza, bordeaban la acera. Al final de la manzana, una taberna de sucias ventanas brillaba con anuncios de bebidas en neón. Estamos en Southiel. — dije. – A la vuelta de la Calle D. Blitzen negó con la cabeza. – Estamos en Nidavellir, chico. Se parece al Sur de Boston… o más bien se ve como Boston. Te lo dije, Boston es el nexo. Los Nueve Mundos se mezclan definitivamente tiene un estilo muy de los

Pensaba que Nidav claustrofóbicos y – OFIO p otro. Southie on túneles – Chico, eso sobre tu cabeza es el techo de una caverna. Solo que está muy alto y oculto por la contaminación. No tenemos días aquí. Todo el tiempo está oscuro. Me le quedé mirando a las nubes turbias. Después de estar en el reino de Freya, el mundo de los enanos parecía opresivo, pero también me parecía más familiar, más… genuino. Creo que ningún Bostoniano que se precie de serlo confiaría en un lugar que estuviera tan soleado y agradable todo el tiempo.

Pero ¿un vecindario rudo, perpetuamente frío y sombrío? Solo agrega un par de tiendas el salacot en su oscura redecilla. El casco entero colapsó, transformándose en un pequeño pañuelo negro, que metió en el bolsillo de su chaleco. – Deberíamos continuar. – ¿No vamos a hablar de lo que pasó allá en Volkswagen? – ¿Qué hay que decir? – Para comenzar, que somos primos. Blitz se encogió de hombros. – Me alegra ser tu primo chico, pero los hijos de los dioses no se fijan demasiado en esa clase de conexiones.

Los lazos de sangre en Barrio densamente poblado de Boston, Massachusetts, ubicado entre el Canal Fort Point y la Bahía Dorchester as familias de los dioses están tan enredados — pensar en ello puede volverte loco. Todos están relacionados con todos. – Pero eres un semidiós, – dije. – Eso es algo bueno, ¿cierto? Odio la palabra semidiós. Prefiero nacido con una diana en el trasero. – Vamos, Blitz. Freya es tu mamá. Eso es información importante que tú como que olvidaste mencionar. – Freya es mi madre, – concedió. — Un montón de svartalfs son descendientes de Freya. Aquí abajo, no es en algo tan importante. ?Mencionó como consiguió al Brisingamen? Hace algunos milenios estaba paseando por Nidavellir – quién sabe or qué – y se cruzó con estos cuatro enanos que estaban trabajando en el collar. Ella se obsesionó. Tenía q claro, por el precio . Los enanos dijeron correcto. Freya tenia que casarse con cada uno de ellos, uno después de otro, por un día cada uno. E la – quería decir, Que asco, ¿se casó con cuatro enanos? Luego recordé quién me estaba contando la historia. – Oh. – Sí. – Blitz sonaba miserable. — Ella tuvo cuatro hijos de los enanos, uno de cada matrimonio. Fruncí el entrecejo. – Espera.

Si estuvo casada por un día con cada enano y u embarazo dura… las cuentas no funcionan con eso. No me preguntes. Las diosas viven bajo sus propias reglas. De cualquier manera, consiguió el collar. Se avergonzó de sí misma por casarse con enanos. Trató de mantenerlo en secreto. Pero la cosa es, ella amaba la joyería de los enanos. Siguió viniendo a Nidavellir a escoger nuevas piezas, y cada vez… – Guau. Los hombros de Blitzen calleron. – Esa es la principal diferencia entre los elfos oscuros y los enanos normales. Los svartalfs somos más altos y generalmente más atractivos porque tenemos sangre Vanir.

Somos descendientes de Freya. Dices que soy un semidiós. Yo digo que soy un comprobante de enta. Mi papá confeccionó un par de aretes para Freya. Ella se casó con él por un día. Ella no pudo resistir a su pericia con la orfebrería. Él no pudo resistir su belleza. Ahora ella me envía a comprar un par nuevo de aretes porque ya se cansó de los viejos y 30F Asgard prohba que le vue tro pequeño Blitzen. le vuelvan a colgar otro pequeño Blitzen. La amargura en su voz podría haber fundido placas de hierro. Hubiera querido decirle que comprendía cómo se sentía, pero no estaba seguro de que eso fuera verdad.

Incluso si nunca conociera a mi padre, había tenido a mi mamá. Eso iempre había sido suficiente para mí. Para Blitzen… no tanto. No estaba seguro de lo que había pasado con su padre, pero recordaba lo que me habla contado en la laguna Espalande: No eres el único que ha perdido a tu familia por los lobos chico. – Vamos, – me dijo. – Si nos quedamos en la calle por más tiempo, nos van a robar la bolsa de lágrimas. Los enanos pueden oler el oro rojo a más de un kilómetro de distancia. – Señaló el bar en la esquina. – Te compraré un trago en la Taberna de Nabbi.

La Taberna de Nabbi restauró mi fe en los enanos, porque en realidad era un túnel claustrofóbico. El techo era un riesgo por su baja altura. Los muros estaban tapizados de viejos afiches de peleas como DONNER EL DESTRUCTOR VS. MINI-ASESINO, SOLO UNA NOCHE! Mostrando imágenes de enanos musculosos, rugiendo en máscaras de luchador. Mesas y sillas de diferente diseño y factura estaban ocupadas por una docena de sí – algunos svartalf como enanos que tampoco se p PAGF40F Blitzen que mucho más pequeños que fácilmente podían haber pasado por gnomos de jardín.

Unos pocos de los clientes voltearon a vernos, pero nadie pareció demasiado sorprendido de que yo fuera un humano… si es que se dieron cuenta. La idea de que pudiera pasar por un enano resultaba bastante perturbadora. Lo más irreal acerca del bar era que en las bocinas se escuchaba sonar ‘Blank Space’ de Taylor Swift. – ¿A los enanos les gusta la música de los humanos? – le pregunté a Blitzen. Querrás decir que a los humanos les gusta nuestra música. — de repente vino a mi mente la imagen de la mamá de – Pero.. Taylor Swift y Freya divirtiéndose en una noche de chicas en Nidavellir. No importa. Mientras nos hacíamos paso por el bar, me di cuenta de que las piezas del mobiliario no solo eran diferentes las unas de las otras. Cada una de las mesas y las sillas era única — aparentemente hechas a mano de varios metales, con diseños y tapizados diferentes. Una mesa tenia la forma de rueda de carreta de bronce con una cubierta de cristal. Otra tenía un tablero de ajedrez de estaño y latón cincelado en la superficie. Algunas de las sillas tenían ruedas. Otras tenían asientos de altura ajustable. Algunas ten[an controles para masaje y hélices en la parte posterior.

Junto al muro a la izquierd estaban jugando a tirar los dardos. Los anillos del tablero rotaban y soltaban humo. Un enano tiró su dardo, que zumbó acia el blanco como un pequeño dron. Mientras aún estaba en vuelo, otro enano tomó el turno. Su dardo se fue directo hacia el dardo dron y explotó, derribándolo en el acto. El primer enano solo gruñó. – Buen tiro. Finalmente llegamos a la barra de roble pulida, donde Nabbi mismo estaba sirviendo los tragos. Sabía que se trataba de él dada mi altamente entrenada mente deductiva, y también porque su mandil manchado de amarillo rezaba: iHOLA!

SOY NABBI. Pensé que era el enano más alto que habla conocido hasta que me di cuenta de que estaba parado en una plataforma tras el mostrador. Nabbi en ealidad medía solo unos sesenta centímetros, incluyendo el mechón de cabello negro de punta sobre su cuero cabelludo que lo hacía lucir como un erizo de mar. Su rostro perfectamente rasurado me hizo apreciar el por qué los enanos usan barbas. Sin una, Nabbi era endemoniadamente feo. Su barbilla era prácticamente inexistente. Y su boca fruncida permanentemente como si hubiera probado algo agrio.

Nos frunció el entrecejo como si hubiéramos estado arrastrándonos en lodo y le estuviéramos ensuciando el lugar. Saludos, Blitzen, hijo de Freya, – dijo. – ¿Sin explosiones en mi bar esta vez, espero? nclinándose ante él. – Saludos, Nabbi, hijo de Loretta. Para ser justos, yo no fui quien trajo las granadas. También, este es mi amigo Magnus, hijo de – – Este. Hijo de Natalie. Nabbi me saludó con una inclinación de cabeza. Sus pobladas ceps eran fascinantes. Parecían moverse como orugas. Hice por sentarme en un banquillo de la barra, pero Blitzen me detuvo. – Nabbi, – dijo formalmente. ?? ¿puede mi amigo usar el banquillo? ¿Cuál es su nombre e historia? – Ese banquillo es Reposa-Traseros. — dijo Nabbi. – Trabajado por Gonda. Una vez en él se posó el trasero del maestro herrero Alwss. Usalo para tu confort, Magnus, hijo de Natalie. Y, Blitzen, tu puedes sentarte en Hogar- para-eI-Trasero, famoso entre los bancos, hecho justamente para tí. iSobrevivió a la Gran Batalla del gar de 4109 D. L.! – Tienes mi agradecimiento. – Blitzen trepó en el banquillo, que era de roble pulido con un asiento acolchonado y forrado de terciopelo. — iEste si es un buen Hogarpara-mi-Trasero! Nabbi me miraba expectante.

Probé mi banquillo, que era de duro acero sin acolchonar. No era un gran Reposa-Traseros. Era más bien un Machacador-deMagnus, pero intenté esbozar una sonrisa. — iSi, es n banco bastante agradable! Blitzen golpeó con los nudillos en la barra. – Hidromiel para mi, Nabbi. Y para mi amigo — 7 OF – Este, ¿soda o algo? – No si quería ir andando por estaba seguro si quer(a ir andando por ahi en el Southie de los enanos mareado por hidromiel. Nabbi llenó dos tarros y los puso frente a nosotros. La copa de Blitzen era de oro por dentro, plata por fuera, decorada con imágenes de enanas bailando. – Esa copa es Tazón Dorado, – dijo Nabbi. Fue hecha por mi padre, Darbi. Y esta otra – golpeó mi jarra de peltre – es el Boom de Papi, hecho justo para ti. Siempre pide que la vuelvan a llenar antes de que llegue al fondo. De otra manera – iBoom, Papi! Realmente esperaba que estuviera bromeando, pero decidí tomar solo pequeños sorbos. Blitz se tomó su cerveza. – Mmm. iUna buena copa para beber! Y ahora que ya superamos las formalidades, Nabbi… necesitamos hablar con Junior. Una vena palpitó en la sien izquierda de Nabbi. – ¿Tienes deseos de morir? Blitz buscó en la bolsita. Sacó una lágrima de oro rojo y la deslizó por la barra. Esta es para ti, – dijo en voz baja. – Solo por hacer la llamada. Dile a Junior que tenemos más. Todo lo que queremos es una oportunidad de acer un trueque. Después de mi experiencia con Ran, la palabra trueque me hacía sentir mucho más incómodo que el Reposa-Traseros. Nabbi miró de Blitzen a la lágrima y de regreso, su expresión vacilaba entre recelo y codicia. Finalmente la codicia ganó. El cantinero le arrebató la 80F oro. – Haré la llamada. Disfruten sus bebidas. – Se bajó de su plataforma y desapareció en la cocina. Giré hacia Blitz. — Tengo unas pocas preguntas. Soltó una risita. – ¿Solo unas pocas? ¿Qué significa 41 09 DL? ES la hora, o – – Los enanos cuentan los años desde la creación de nuestras species, — dijo Blitz. – D. L. es Después de las Larvas. Decidí que mis oídos debían estar defectuosos por los ladridos de Ratatosk. – ¿Y eso qué significa? – La creación del mundo… Vamos, ya conoces la historia. Los dioses mataron al mayor de los gigantes, Ymlr, y usaron su carne para crear Midgard. Nidavellir se desarrolló bajo Midgard, donde las larvas socavaron la carne del gigante mientras comían y crearon túneles. Algunas de esas larvas evolucionaron, con un poco de ayuda de los dioses, en enanos.

Blitzen se veía orgulloso de su pequeño chismorreo histórico. Decidí hacer un sfuerzo para borrarlo de mi memoria a largo plazo. – Otra pregunta, – dije. – ¿Por qué tiene nombre mi copa? – Los enanos son artesanos, – dijo Blitzen. – Tomamos muy en serio las cosas que hacemos. Ustedes, los humanos – hacen miles de sillas de mierda que se ven todas iguales y que se rompen en menos de un año. Cuando nosotros hacemos una silla, hacemos una silla que dure toda la vida, una silla que no sea como ninguna otra en el mundo. les, armas… cada obieto mundo. Copas, muebles, armas… cada objeto realizado por un artesano tiene un alma y un nombre.

No puedes apreciar algo a menos que sea lo uficientemente bueno como para darle un nombre. Estudié mi jarra de peltre, que estaba profusamente grabada con runas y diseños ondulantes. Hubiera deseado que tuviera un nombre diferente — como No Hay Manera De Que Explote – pero tenia que admitir que era una copa muy agradable. – ¿Y eso de llamar a Nabbi hijo de Loretta? – pregunté. – ¿O a mí hijo de Natalie? – Los enanos son matriarcales. Trazamos nuestro linaje a través de nuestras madres. De nuevo, esto tiene mucho más sentido que su manera patrilineal. Después de todo, uno solo puede nacer de una única madre biológica.

A menos ue seas el dios Heimdall. Él tuvo nueve madres biológicas. Pero esa es otra historia. Mi sinapsis se derritió en mi cerebro. – Mejor sigamos. Las lágrimas de Freya… ¿de oro rojo? Sam me dijo que son la moneda en curso de Asgard. SÍ. pues las lágrimas de Freya son cien por ciento puras. El mejor oro rojo en la creación. Por una bolsita de lágrimas que estamos cargando, la mayoría de los enanos daría su ojo derecho. – Así que este tipo Junior – ¿Negociará con nosotros? – Ya sea eso, – dijo Blitz, – o nos cortará en trozos muy pequeños. ¿Quieres unos nachos mientras esperamos? 0 DF 10