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101 30953 Carlo Rovelli METATE MAS 135 La realidad no es lo que parece COLECCIONDIRIG PVP 1 € IBROSPARAPE DAPORJORGEWAGENSBERG 8 p Carlo Rovelli explora obra, galardonada con el Premio Galileo 201 5 a la Divulgación Científica, algunos de los mayores misterios que la física cuántica nos está ayudando a desvelar: ¿de qué se compone, en definitiva, la realidad? , ¿cuál es la estructura profunda de las cosas? , ¿cómo se conjuga la gramática de la naturaleza?

En los últimos años, y a medida que nuestros instrumentos de observación se perfeccionan, descubrimos en la realidad nuevas part[culas y structuras cuyo comportamiento desafía las leyes de la lógica y nos abre a mundos insospechados hace tan sólo unas décadas. Rovelli aclara con minuciosa precisión los entresijos de la teoría de la relatividad general, Universidad de Pekih, fue uno de los creadores de la teoría de la «gravedad cuántica de bucles».

Dirige el equipo de investigación sobre gravedad cuántica de la Universidad de AixMarseIla y sus trabajos se centran en las consecuencias filosóficas de la investigación científica. Ilustración de la cubierta: C Diego Mallo Diseño de la colección: Departamento de Arte y Diseño, ?rea Editorial Grupo Planeta cario Rovelli LA REALIDAD NO ES O QUE PARECE La estructura elemental de las cosas Traducción de Juan Manuel Salmerón Arjona La realidad no es lo que parece INT. indd 5 22/9/15 13:40 Título original: La realtà non come ci appare.

La struttura elementale delle cose 1. ‘ edición: noviembre de 2015 C 2014, Raffaello Cortina Editore C de la traducción: Juan Manuel Salmerón Arjona, 2015 Diseño de la colección: Lluís Clotet y Ramón Úbeda Diseño de la cubierta: Estudio Úbeda Reservados todos los derechos de esta edición para Tusquets Editores, S. A. – A 62-664 – 08034 28 Barcelona Primera parte: Raíces Granos 2. LOS clásicos . Segunda parte: El principio de la revolución 3. Albert . 4. Los cuantos . Tercera parte: Espacio cuántico y tiempo relacional 5.

El espacio-tiempo es cuántico . 6. Cuantos de espac10 . 7. El tiempo no existe . Cuarta parte: Más allá del espacio y del tiempo 8. Más allá del big bang. 9. ¿Pruebas empíricas? 10. El calor de los agujeros 28 negros . . 13. El misterio . La realidad no es lo que parece INT. indd 7 9 19 41 65 133 145 158 189 200 208 215 233 Apéndices Bibliografía comentada Notas . Índice 4 28 ideas. En el siglo anterior se había producido en Mileto una revolución del pensamiento que fue fundamental para la humanidad.

Un grupo de pensadores se había replanteado el modo de hacer preguntas sobre el mundo y de buscar respuestas. El más grande de ellos había sido Anaximandro. Los hombres se han preguntado siempre, o al menos desde que existen textos escritos, cómo se creó el mundo, de qué estaba hecho, cómo se ordenaba, por qué ocurrían los fenómenos naturales. Durante miles de años se habían dado respuestas similares y que tenían que ver con complicadas historias de espíritus, dioses, nimales Imaginarios y mitológicos, y cosas por el estilo.

Desde tablillas de caracteres cuneiformes a los antiguos textos chinos, La realidad no es lo que parece INT. indd 19 Elea Abdera Mileto Figura 1. 1 El viaje de Leucipo de Mileto, fundador de la escuela atomista (hacia 450 a. c. ). desde los jeroglíficos de las pirámides a los mitos sioux, desde los más antiguos textos hindúes a la Biblia, desde las historias africanas a las de los aborígenes australianos, todo es una colorida pero, s 8 en el fondo, tediosa sucesi tes Plumadas y Grandes a mitos, espiritus ni dioses, sino que busca respuestas n la naturaleza misma de las cosas.

Esta inmensa revolución del pensamiento inaugura una nueva forma de conocer y constituye la primera aurora del pensamiento científico. Los milesios comprenden que, mediante la observación, la razón y sobre todo el pensamiento crítico, evitando buscar en la fantasía, los mitos antiguos y la religión las respuestas a lo que no conocemos, podemos corregir una y otra vez nuestro punto de vista 20 La realidad no es lo que parece INT. indd 20 sobre el mundo, descubrir aspectos de la realidad que a simple vista pasan inadvertidos y aprender cosas nuevas.

El descubrimiento quizá decisivo es el de un estilo de pensamiento nuevo, según el cual el alumno ya no está obligado a respetar y compartir las ideas del maestro, sino que puede rechazar o criticar las que considera mejorables. Esta tercera vía, a caballo entre la adhesión a una escuela y la oposición a ella, es la que conduce al inmenso desarrollo del pensamiento filosófico que sigue: desde ese momento, el conocimiento empieza a crecer vertiginosamente, alimentándose del pasado pero también de la posibilidad de criticar, y por tanto mejorar, ese mismo saber.

El ?ncipit fulminante del libro de historia de Hecateo da la clave del pensamiento critico: «Escribo cosas que yo creo verdaderas, pues los relatos de los griegos me parecen llenos de contradicciones y ridiculeces». Y cuenta la leyenda según la cual Hércules baja al Hades desde el cabo Ténaro. Hecateo visita el cabo, ve que no hay rungún camino subterráneo ni ninguna entrada a 6 28 el cabo Ténaro. Hecateo Visita el cabo, ve que no hay ningún camino subterráneo ni ninguna entrada al Hades y juzga que la leyenda es falsa. Es el alba de una nueva era. La eficacia de este nuevo planteamiento cognoscitivo es nmediata e impresionante.

En pocos años, Anaximandro comprende que la Tierra flota en el cielo y que éste se extiende también por debajo de la Tierra; que el agua de la lluvia procede de la evaporación del agua terrestre; que la variedad de las sustancias del mundo debe poder reducirse a un único y sencillo elemento, al que llama ártElpwv (ápeiron), lo indistinto; que los animales y las plantas evolucionan y se adaptan a los cambios ambientales; que el hombre debe de haber evolucionado a partir de otros animales, etcétera, con lo que sienta las bases de una forma de ntender el mundo que sigue siendo la nuestra.

Situada en la confluencia de la naciente civilización griega y los antiguos imperios de Egipto y Mesopotamia, alimentada por el saber de éstos pero inmersa en el ambiente de libertad y flui21 La realidad no es lo que parece INT. ndd 21 dez politica típicamente griego, en un espacio social en el que no hay palacios imperiales ni poderosas castas sacerdotales y los ciudadanos debaten su destino en la calle, Mileto es el lugar donde por primera vez los hombres discuten colectivamente sus leyes, se reúne el primer parlamento de la historia —el Panjonio, antuario en el que se congregaban los delegados de la Liga Jónica— y se pone en duda la idea de que sólo los dioses pueden explicar los hechos incomprensibles del mundo.

Debatiendo pueden 7 28 de que sólo los dioses pueden pueden tomarse las mejores decisiones para la comunidad; debatiendo puede llegar a entenderse el mundo. Ésta es la inmensa herencia de Mileto, cuna de la filosofía, de las ciencias naturales, de los estudios geográficos e históricos. No es exagerado afirmar que toda la tradición científica y filosófica mediterránea, occidental y moderna tiene una raiz fundamental en la speculación de los pensadores de Mileto del siglo vi a. C. 1 Esta Mileto luminosa tuvo luego un final horrible.

Con la llegada del Imperio persa y a consecuencia de una rebelión fallida contra el imperio, la ciudad fue destruida en el 494 a. C. y muchos de sus habitantes fueron reducidos a la esclavitud. En Atenas, el poeta Frínico compuso una tragedia titulada La toma de Mileto que conmovió profundamente a los atenienses, al punto de que prohibieron que volviera a representarse por el mucho dolor que causaba. Sin embargo, veinte años después, los griegos conjuraron la menaza persa, Mileto renació, se repobló y volvió a ser un foco de comercio e ideas, y siguió irradiando su pensamiento y su espíritu.

Este espíritu debió de animar al personaje al que mencionábamos al principio del capítulo, y que, según la tradición, en el año 450 a. C. se embarcó en Mileto rumbo a Abdera. Se llamaba eucipo. De su vida sabemos poco. 2 Escribió un libro titulado La gran cosmología. En Abdera fundó una escuela científica y filosófica a la que pronto se unió un joven discípulo cuya larga sombra había de proyectarse sobre el pensamiento de todos los tiemp nió un joven discípulo cuya larga sombra había de proyectarse sobre el pensamiento de todos los tiempos: Demócrito (figura 1. ). 22 La realidad no es lo que parece INT. indd 22 Figura 1. 2 Demócrito de Abdera. El pensamiento de uno y otro se confunde. Sus textos originales se han perdido. Leucipo fue el maestro. Demócrito fue el gran alumno: escribió numerosos textos sobre todos los campos del saber y fue profundamente respetado en la Antigüedad por quienes conocieron esos textos. Se lo consideró uno de los más grandes sabios. «El más perspicaz de todos los antiguos», lo llama Séneca. «¿A quién podemos comparar con él, no sólo por la grandeza de su ingenio, sino también de su ánimo? ?, se pregunta Cicerón. 4 Él erigió la vasta catedral del atomismo antiguo. ¿Qué descubrieron, pues, Leucipo y Demócrito? Los milesios comprendieron que el mundo podía entenderse con la razón. Estaban convencidos de que la variedad de los fenómenos naturales podía reducirse a algo simple y trataron de averiguar era ese algo. Concibieron una especie de sustancia elemental de la que todo podía hacerse. Anaxímenes de Mileto imaginó que esta sustancia podia condensarse y expandirse y transformarse n todos los elementos que componen el mundo.

Era un germen de física, rudimentario, pero que iba en la buena dirección. Hac[a 23 La realidad no es lo que tuvieron Leucipo y Demócrito. La gran idea del sistema de Demócrito es sumamente sencilla: el universo consiste en un espacio vacío ilimitado en el que flotan innumerables átomos. En el universo no hay nada más. El espacio no tiene limites, ni arriba ni abajo, ni centro ni confines. Los átomos no tienen cualidades, aparte de su forma. No tienen peso, ni color, ni sabor. «Todo es opinión: lo dulce, lo amargo, lo caliente, lo frío, el color.

Lo único que existe en realidad son los átomos y el vacio. »5 Los átomos son indivisibles y son los granos elementales de la realidad. No pueden subdividirse y todo está constituido por ellos. Se mueven libremente por el espacio, chocan, se acercan, se alejan, tiran uno del otro. Los átomos afines se atraen y se agrupan. Ésta es la estructura del mundo. Ésta es la realidad. Todo lo demás no es sino el producto derivado, casual y accidental de este movimiento y de esta combinación de átomos. La combinación de átomos produce la infinita variedad de todas las sustancias que forman el mundo.

Cuando los átomos se agregan, lo único que cuenta, lo único que existe, es la forma que adoptan y la manera como se disponen en la estructura y se combinan. Así como combinando veintena de letras del alfabeto se pueden escribir tragedias y comedias, historias ridículas o grandes poemas épicos, así combinando los átomos elementales se obtiene el mundo en su infinita variedad. La metáfora es de Demócrito. 6 Esta inmensa danza de átomos no tiene ninguna finalidad, ningún propósito. Nosotros, como el resto de la naturaleza, somos uno de los muchos resultados de esta 0 DF 28